15; Supermercado.

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El primero en abrir los ojos fue SeungCheol, sabía que era día domingo por lo que no tendría que ir a trabajar y pudo recordar la razón de su pereza, la noche anterior se había quedado hasta tarde en la sala viendo películas con JiHoon, no se habí...

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El primero en abrir los ojos fue SeungCheol, sabía que era día domingo por lo que no tendría que ir a trabajar y pudo recordar la razón de su pereza, la noche anterior se había quedado hasta tarde en la sala viendo películas con JiHoon, no se habían dado cuenta de la hora sino hasta que comenzó a amanecer, caminando entre risas y lanzándose palomitas de maíz llegaron a la cama donde no tardaron en quedarse dormidos.

Ahora el híbrido estaba a su lado, él rodeaba su diminuta cintura con los brazos mientras que JiHoon tenía las manos empuñadas en su pecho, sus labios se fruncieron haciendo una divertida mueca que lo hizo esbozar una sonrisa.

Miró con detención cada parte de su rostro.

JiHoon era una verdadera obra de arte.

Su piel tersa, sus ojos, pestañas, cejas, sus labios, su cabello, sus orejas, su cintura, sus piernas que en ese momento estaban encima de las suyas pero no todo era lo físico, la calidez de su corazón, su personalidad tan inocente pero brillante, su pureza, sus expresiones, lo juguetón que era, esa obsesión que tenía con abrazarlo todo el tiempo, la cual se la estaba contagiando porque ahora tampoco podía estar mucho tiempo lejos de él, utilizar su ropa, JiHoon era muy cariñoso, le gustaba estar cerca, darse mimos y sinceramente nunca se había sentido tan cómodo con un chico.

—Buenos días, mi pequeño gatito dormilón —Habló dulcemente viendo al menor frotándose los ojos antes de poder abrirlos.

—Buenos días, mi amor —Sonrió cansado, acercándose más a SeungCheol, acomodándose para volver a cerrar los ojos.

—¿Quieres seguir durmiendo?

—Sí —Contestó en voz baja deslizando las manos por el cuello del pelinegro hasta unirlas en su nuca —Aquí contigo.

SeungCheol tomó las mantas y cubrió la espalda del híbrido, solo podían verse sus cabezas, estaba prácticamente escondidos, resguardándose del frío.

A medio día se dieron cuenta de que la nevera estaba vacía así que no tuvieron otra opción que salir por comida.

Y con una simple mirada SeungCheol supo que JiHoon quería subirse al carrito del supermercado.

Colocó las manos en la cintura del híbrido y JiHoon dio un pequeño saltito para terminar dentro del carrito.

—¿Tienes la lista? —Preguntó SeungCheol.

—Sí, mi capitán —Respondió el menor estirando el brazo hacia adelante —Vamos por el tesoro —Dicho esto SeungCheol comenzó a correr y él se cubrió los ojos mientras reía.

JiHoon le sacaba esa alma de niño que muchos dejaban en el olvido, esa que le daba colores a su vida, que le daba felicidad.

—Tanta fritura le hará mal a tu corazón y no quiero que se ponga malito así que por esta vez no llevaremos todo esto —Dijo JiHoon quitándole las bolsas que SeungCheol tenía en los brazos volviendo a dejarlas en su lugar —¿Te parece bien?

JiCheol ♡ My little kitten.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora