Podría decirse que cuando el Sombrero Seleccionador te colocó en Hufflepuff fue una sorpresa para todos, especialmente para ti.
Digamos que eras la primera Black en Hufflepuff y eso parecia ser un escándalo enorme para toda la escuela. La misma noche de la ceremonia, luego de que el Sombrero gritara a los cuatro vientos que eras Hufflepuff, se escucharon susurros de todos lados. Jurarías que hasta los profesores estaban susurrando asombrados.
Por otro lado, estabas asustada. Le habías prometido a tus padres que le dirías en que casa habías quedado aunque ellos estaban muy seguros de que sería Slytherin. Se llevarían una enorme y quizás no placentera sorpresa cuando le dijeras que habías quedado en Hufflepuff, la casa de los débiles para muchos.
Así que esa noche, luego de cenar y ser el tema de conversación casi toda la noche, el prefecto te llevó a ti y a tus compañeros de primer año a la sala común de Hufflepuff, la cual resultó ser mas acogedora y cálida de lo que habías pensado.
Luego de darte un baño y cambiarte a tus pijamas, te sentaste en tu nueva cama. Colocaste un pergamino frente a ti y preparaste la pluma para escribirle a tus padres, pero luego recordaste lo que había pasado y no sabías como explicarle que eras tejón, no serpiente, como el resto de la familia llevaba siendo por siglos.
Tragaste saliva, sin siquiera saber que escribirías, pero te mordiste un labio cuando escuchaste a tus compañeras de cuarto susurrar cosas y no tenías que ser adivina para saber que estaban hablando de ti.Decidiste que no podías escribir con tus compañeras chismosas, así que tomaste tus cosas, te pusiste tus pantuflas y saliste de la habitación. Te sentaste en una de las mesas de la sala común, cerca del fuego. Estabas aún pensando en que demonios escribirías, cuando la puerta de las habitaciones de los chicos, se abrió.
Al principio, te quedaste mirando con el corazón en la boca si alguien salía, pero nadie salió, al menos no humano. Casi gritas cuando sentiste algo rozar con tu pierna, pero cuando miraste abajo, encontraste la cosa más tierna que pudiste haber visto en la vida.
-Hola.- dijiste, soltando tu pluma, como si se tratase de un ser humano, pero estabas segura que aquella criaturita, no era un ser humano.
El escarbato de pelaje negro y ojos enormes, te miró con la cabeza ladeada unos segundos. Le sonreiste y él se te acercó para olfatearte. Reiste porque te dio algo de cosquillas, pero al final, el escarbato, se subió por la silla, hasta que estuvo frente a ti.
-¿Qué haces por allí solo?- siempre tuviste la mala costumbre de hablarle a los animales, aún cuando sabías que no te contestarían.- ¿Estas haciendo travesuras, cierto?
Reconociste a la criatura de uno de esos libros viejos de la biblioteca de los Black. Solias leer mucho de pequeña, para desgracia de tus padres.
Colocaste tu mano en frente del escarbato, quien estaba parado en la mesa mirándote. Él olfateó tu mano y luego te permitió acariciarlo. Sonreiste, aunque no entendías que hacia dentro del castillo.
-No creí que hubiera alguien.- dijo una voz de repente y casi saltas de la silla. Miraste alarmada a un chico de cabello castaño, medio ondulado y muchas pecas.
Él también pareció asustarse, pero trató de mantenerse quieto mirando al suelo.
-Ah, lamento mucho haberte asustado. Estaba buscando al...escarbato.- él te miró rápidamente antes de tocarse las manos nervioso.- Verás, lo encontré herido luego de la cena y no podía dejarlo...así que me lo traje a escondidas y...lo siento mucho.
El chico te parecía adorable. Demasiado. No creías haber conocido a alguien que quisiera llevarse un animalito y probablemente meterse en líos en el camino.
-Por lo menos no escapó de la sala común. Eso hubiera sido una tragedia.- dijiste tomando al animalito en las manos y levantándote para dárselo al chico, el cual no sabías el nombre, pero obviamente era tímido.- Aqui tienes. Debes tener más cuidado la próxima vez.- le sonreiste cuando lo colocaste en sus manos y él te miró unos segundos, antes de mirar al animalito.
-Lamento mucho que te haya molestado.- sonreiste.
-No te preocupes.- ibas a esconder un poco de tu cabello detras de tu oreja cuando notaste que tu segundo arete no estaba.- Oh, rayos, parece que perdí mi arete.- dijiste entrando en pánico, pues esos aretes eran de los Black y se pasaban de generación en generación.
Te giraste para ver si se había caido en al suelo, pero no veías nada.
-Disculpa, ¿lo que buscas es un arete vede?- volteaste y encontraste al escarbato colgando en una mano del chico. Luego se hacerle cosquillas y que este se riera, un arete verde cayó de su bolsita sin fondo y el castaño lo tomó del suelo.
-Gracias. Si lo pierdo, mi familia me asesina.- dijiste volviéndotelo a poner.
-Lo siento mucho. Los escarbatos aman las cosas brillantes.
-Son incorregibles.- dijeron ambos al mismo tiempo y él se quedó viéndote como si hubiera encontrado al dragón más interesante e increíble del mundo.
-Soy (Y/N).- dijo ella de repente.
-Newt.- dijo él tímidamente.
-Un gusto conocerte, Newt.- sonreiste y él hizo lo mismo mirando al escarbato en sus manos.
Quizás ser Hufflepuff no seria tan malo después de todo.
A/N: Amo a Newt demasiado.😍
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hogwarts
Fanfiction"Estás tan cuerdo como yo". "¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?" "Juro solemnemente que no tengo buenas intenciones". "Travesura realizada". "Preocuparte significa sufrir doble". "¿Después de todo este tiempo? Siempre". Colección de histori...