hogwarts

El honor más grande de un caballero

Fred Weasley x Reader

Fred siempre te gustó. Nunca supiste porque demonios Fred Weasley, el pelirrojo divertido que tu madre jamás aprobó y tu hermano menor nunca soportó. Jamás supiste porque de todos los pelirrojos, tenia que ser él.

Luego lo entendiste: Fred siempre fue especial.

Se habían conocido en la estación de Hogwarts, el primer día cuando habías perdido a tu gato. Él lo encontró y cuando supo que eras su dueña, te lo devolvió y se hicieron amigos. Demasiado amigos.

No fue hasta tercer año, que le presentaste los gemelos a tu madre y hermano. Tu madre, una sangrepura, no los aprobó, especialmente a Fred que no sabía lo que era callarse y tu hermano lo odió porque nunca supo igualar sus bromas.

Pero tú nunca lo viste así. Para ti Fred era alguien en quien podías contar aunque estuvieran en casas diferentes y sus familias se odiaran.

Fred estuvo allí sin importar lo que pasara. Cuando te rompieron el corazón por primera vez, cuando fuiste a los tryouts del equipo de quidditch de tu casa, cuando sacaste los OWLS más altos, incluso cuando tus padres te mandaban cartas amenazando la amistad que ustedes tenían.

Nada lo detuvo, ni siquiera un baile aquel año del Torneo de los Tres Magos. Ni siquiera la guerra que los acaparó o te quitó las ganas de seguir cuando tuviste que huir para no volverte una mortífago.

Fred siempre estuvo allí. Nunca te falló. Aunque nunca le mencionaste tus sentimientos o las ganas enormes que siempre tuviste de repetir aquel beso "accidental" en sexto año.

Cuando les dijeron que tendrían que pelear con la vida en Hogwarts, jamás dudaste de él. Fred era el ser humano más valiente que habías conocido, porque jamás te hubieses atrevido a hacerle lo que ellos hicieron a Umbridge en su último año.

Sin embargo, aquí estaba. Yacía ante ti, sin poder moverse, sin respirar, sin poder hacer los chistes malos que siempre te alegraban el día, sin poder decirte que todo tenía un lado bueno y divertido.

Fred se había ido, probablemente con tu corazón y lo peor de todo era que nunca le habías podido decir "te amo y no como amigo".

Las lágrimas salieron sin mucho esfuerzo y sentiste que el último pilar que te sostenía se había derrumbado. Ginny, que era la más cercana, te tomó de los brazos y trató de sostenerte, pero al cabo te derrumbaste y no quisiste levantarte más.

¿Qué sería de un mundo sin la alegría que traía Fred? ¿Qué sería de tu vida sin alguien que te dijera que todo tenía una salida aún sin poder verla? ¿Qué te harías sin la persona que amabas?

Él contestaría que debías seguir adelante, que siempre había una razón por la que seguir y ser feliz, pero ¿valdría la pena?

La respuesta era sí. Fred era solo uno de los que había muerto por un mundo mejor y lo lograrían y tu estarías allí como testigo, aunque te rompiera el corazón y te hiciera dudar de la vida.

Tú le harías ver que el sacrificio no había sido en vano. Que morir por Hogwarts era el honor más grande para un caballero como él.