hogwarts

Felicidad

Newt Scamander x Reader

Era una tarde linda, perfecta para pasarla afuera con los amigos o en algún lugar que no fuera la sala común de Hufflepuff, que, a pesar de ser hermosa a la luz del sol, no se comparaba a una tarde de comienzos de primavera.

Pero Newton no tenía más amigos que las criaturas que alimentaba los cuales estaban fuera de su alcance, en su estado natural, disfrutando del clima y quizás Leta Lestrange la cual estaba molesta con él por razones que no quería recordar.

Así que para él era mejor estar tirado en un sillón en la sala común, leyendo el mismo libro de siempre mientras la mayoría de sus compañeros de casa estaban afuera.

Eso claro hasta que apareciste.

-Scamander.- dijo una voz y él solo tuvo que alzar la cabeza a la chica que acababa de llamarlo.- Hay alguien que quiere verte. Es una Ravenclaw.- dijo y él la miró algo confundido, pero de todas maneras dijo que iría.

Se puso los zapatos, se ajustó el suéter amarillo y dejó el libro en un lugar donde sabía nadie lo tomaría. Mientras se encaminaba a la puerta no estaba seguro de que esperar. No conocía a muchos Ravenclaws, mucho menos chicas. El simple pensamiento de que una chica podría estar esperándolo lo puso nervioso y sin saberlo ya estaba moviendo sus dedos de manera nerviosa a sus lados.

Cuando salió, miró a un lado del pasillo y solo encontró personas pasando, pero entonces cuando volteo te encontró y se detuvo de repente. Estabas apoyada de la pared al lado de la puerta con los brazos cruzados, una mochila en la espalda, pantalones (cosa que las chicas no llevaban mucho en estos días) tu suéter azul de Ravenclaw y unos zapatos coloridos y extraños que no combinaban con nada de lo que tenías puesto.

Le sonreíste de oreja a oreja y casi le saltas encima cuando lo viste. Oh, sí, Newt te recordaba. Estabas en su mismo año y tenías fama de loca y extraña. Eras la Ravenclaw rara que lo defendió una vez de unos idiotas y que descubrió que tenía un niffler metido en su mochila cuando este se escapó en la clase de Transformaciones. Aquel día jamás lo olvidaría porque en vez de delatarlo con el profesor, lo ayudaste a regresarlo a su lugar y le guardaste el secreto.

El problema era que Newt no era bueno con las personas y no recordaba tu nombre, aunque estaba agradecido por tu gentileza.

-¡Hola!- dijiste con demasiado entusiasmo, con el cual Newt se sintió algo incómodo y retrocedió unos pasos.

Te diste cuenta y luego de sentirte algo avergonzada, retrocediste un poco también y te aclaraste la garganta.

-Hola.- dijiste esta vez con más calma.- Ah, siento si interrumpí algo importante, pero Leta Lestrange me dijo que te la pasarías aquí encerrado en un sábado tan hermoso y me pareció que...quizás...claro, solo si quieres...- reíste nerviosa y Newton te miró algo confundido. Te detuviste, miraste el suelo avergonzada y luego de calmarte, seguiste.- Descubrí a un grupo de bowtruckles en el bosque la semana pasada y me preguntaba...si te gustaría conocerlos. Solo si quieres acompañarme, claro.- seguiste en voz baja.- Pues estaríamos rompiendo unas cuantas reglas y todo eso, pero me pareces el más adecuado para ayudarme. He visto lo bueno que eres con las criaturas y eres el mejor en la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.- terminaste con una sonrisa y Newton tuvo que parpadear varias veces para captar todo.

No lo podía creer. No el hecho de que lo estuvieran invitando a romper las reglas (porque él era experto rompiendo las reglas y siendo castigado por los profesores) si no que una chica le estuviera pidiendo ayuda. No lo malinterpreten, Newt era callado, antisocial y muchos chicos se burlaban de él por ser diferente. La única que parecía entenderlo era Leta, pero ella estaba enojada y fuera de ella ninguna chica le había hablado en el mundo y mucho menos le había pedido algo.