El lazo de la Luna (Higuel)

-08 Miembro de colmillo de Diamante-

Pov Miguel

Después de haber dejado a Hiro en su casa, no podía dejar de pensar en lo que habia hecho. Sus labios eran tibios y suaves, desde que estabamos en el río no dejaba de ver sus labios, era extraño el por qué me había estado perdiendo en ellos. No sólo en ellos, si no es Hiro en general.

Él es un buen chico, escucha y es muy inteligente. Es reservado y no se ha puesto cómo histérico por conocernos, desde que lo conocí algo en él me llamaba, cómo si guera un aullido silencioso pero muy atrayente. Cuándo llegué a mitad del camino, Marco había regresado para encontrarme e irnos juntos.

-No debiste esperarme Marco.

-Tengo qué, les dije a la familia que habias ido a casar conejos para la cena.-me mostró unos cuántos conejos ya casados por él.- vamos antes de que manden a Abel o a Rosa por nosotros.

-Gracias Marco-le di una leve sonrisa y caminamos hacia nuestra tribu. Mientras ibamos en el camino, habíamos estado planeando salir de vuelta a la ciudad pero ahora teníamos a una integrante más para nuestros pretextos para ir con los humanos. Mi primo no dejaba de burlarse de cómo me comportaba con Hiro, al parecer si notó cuándo estuve a punto de besarle. Aún que me alegro que no me vea cómo raro que le atraen humanos masculinos.

Después de unos minutos, llegamos a nuestra tribu, mamá Elena nos recibió con un buen baño de besos en nuestras mejillas, tomó los conejos y los llevo a la fogata dónde se encontraban los demás.

-Ay mijo que bueno que llegas, no es bueno que salgas a cazar tan noche.- dijo mi madre quién se acercó a acariciar mis mejillas.

-Ey, chamacos venganse al fuegito- dijo mi papá quién atizaba la leña-Parece que si te luciste en la caza, mira no más que regordetes trajiste.

-Si pensé que sería mucho mejor para su agrado- dije con una sonrisa nerviosa, pues yo no gui quién los cazó, pero aún así Marco se hizo cómo el desentendido.

-Qué bueno que ya no te hayas acercado a los humanos primito-dijo Rosa quién estaba cosiendo una ropa de ella que posiblemente se le rompió en la caza de medio día.

-Mi hijo supo bien lo peligroso que eran, así estoy muy orgulloso de que no lo hagas más.

-Si papá, no lo hago...debo de proteger a mi familia...

-Ese es mi muchacho- dijo mamá Elena quién ya tenía preparado la carne para azar.- ahora debes de poner ya a pensar con quién vas a sentar cabeza jovensito...

-Oh es verdad ya mi primo está en la edad- respondió Abel.

-Abuela...ya sabes que no estoy interesado en eso...

-Debes de estarlo, Miguel. Ya estamos en época de Luna llena, y sabes que cómo tradición ya debes de tener con quién.-respondió mi papá quién ya estaba asando la carne.

-Escuché que la nieta de la señora Gardenia de la tribu colmillo de Bronce ya había cumplido tu edad. Es muy bonita y tal vez ya este lista para comprometerse.

-Pero yo no...

-Miguel, debes de tomar caso de ello. Tu abuelita tiene razón pronto deberas casarte.-dijo mi madre quién se sentó a mi lado.

-Tía lo que no sabe es que Miguelin ya tiene a alguien.-dijo Marco quién miré a verle con ojos abiertos .

-¿Eso es cierto mijo?¿Porqué no lo habías dicho? Entonces debemos prepararlos..

-No es que ...¡Eso no es verdad Marco!. Esta mintiendo para molestarme.

-Ay si ya quisiera...pero¿Qué le digo a la chinita?-me dio una sonrisa maliciosa cosa que me hizo molestar, pero al menos los demás sólo comenzaban a reírse por lo rojo que me había quedado.