-22 Toma de la Venganza-

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Pov Hiro

Leo me había llevado con la tribu para calmarme un poco de todo este río de emociones. Aún no podía asimilar los cambios que ahora estaba pasando, ¿Yo un hombre lobo?, nunca me había visto en esta forma. Pero, si una noche antes de irme a dormir, pensaba mi vida en un futuro juntos, yo y Miguel.

¿Cómo reaccionaria mi familia ante esto?, Si sucediera esto, tendría que ocultarme con ellos. ¿Habrá que controlarse?, ¿Mañana ya sería un lobo por completo. Rayos, tengo mi cabeza llena de dudas.

-¿Leo?...

-¿Sí?- me miró de reojo mientras seguíamos caminando hacia la aldea.

-Yo...¿Seré un lobo?.

-Eh...no,no . Sólo estarás presentando habilidades...creo que te lo mencioné.- sonrió amablemente- ¿Tienes miedo verdad?.

-No es miedo...sino que no sabría cómo reaccionar a todo esto. Implicaría demasiado en mi vida cómo Hiro y cómo héroe...

-Oh, es cierto. Se me había olvidado que Miguel hablo de tu doble vida. Pero, mira el lado bueno, puede que te sea un "plus" cómo héroe.

-Es verdad...-senti como la mano en mi  hombro. Ambos no miramos y el solo me regalaba esa sonrisa tranquila. Me hacía sentir que estaba platicando con Tadashi pero, del lado de las criaturas de ficción. No tardamos en toparnos con el camino que nos llevaba a la aldea, no dijimos nada más del tema.

Leo intento ayudarme en olvidarme con algunas preguntas sobre Kubo o del café con chocolate que hace mi tía. A decir verdad , sí me hizo sentir mucho mejor, al fin tenía con alguien para desahogar mis penas. De pronto escuché que unas patas de una bestia venían hacia nosotros, no me había percatado que aquellos sonidos los podía escuchar demasiado cerca. Cómo sí estuviera a unos escasos centímetros de mis oídos.

-Oh, allí viene Coco.- comento Leo.  No tardó en segundos, cuando el pelaje de la pequeña Coco se hizo presente,parecían como sí un pequeño perro había visto a su dueño después de tanto tiempo. Brincaba encima de mí con demasiada alegría, no pude aguantar reír junto a ella.

"¡Veniste Hiro!"

-¿Eh?- me quedé algo desconcertado al escuchar la voz de Coco en mi cabeza. La miré y ella ladeó también su cabeza, creo que también había sacado dudas con mi comportamiento.

-¿La acabaste de escuchar?- oí la voz de Leo sonriéndome.

- Espera...¿Era Coco?.

"¿Me escuchaste?"

Allí estaba la voz de la pequeña en mi cabeza como si tuviera una especie de audífonos incorporados a mi cerebro.

-Asi es Coquito...pero...-se acercó Leo y comenzó a acariciar su cabeza- mantengamos este secreto a Mamá Elena y a tu papá. Hiro está teniendo..."cambios" y necesita de tu hermano incluyendo también a Marco.

"Uhmmm está bien. ¡Yo quiero guiarlos!"

Vi cómo daba vueltas alrededor de mi moviendo su cola con grata alegría, no dudo en darme pequeños empujones para avanzar. Sólo reía a la manera que estaba siendo Coco, al menos ya podía estar más tranquilo con esa linda energía que tiene. Cuando llegamos a las cabañas, note que algunos de sus miembros de su familia yacían sentados en unas amplias mesas tejiendo y cosiendo al parecer prendas. La señora Luisa no tardó en mirarme y levantarse para abrazarme, no tardaron Rosa y Abel en saludarme desde la mesa.

Mamá Elena salió de una de las cabañas con una jarra de agua para su familia, al verme también se unió para saludarme y jalarme mis mejillas con demasiada confianza. Leo me hacía leves señas de que mantuviera mi distancia, pues no del todo aquella sudadera me ayudará a cubrir mi olor a humano.

El lazo de la Luna (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora