-25 Calor part. 2-

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Pov Kyle

-Demonios...-jadie mientras tenía a Marco encima de mí, sus labios no dejaban de pasar por todo mi cuello y parte de mi pecho.

Mi piel estaba sudando, su calor parecía a un horno. No puedo creer que los hombres lobos tengan este tipo de temperatura, no podía soportarlo pero tampoco puedo negarme que me está agradando.

Los ojos de Marco parecían brillar en la oscuridad, me hacían perderme como loco en él. Con solo mirarle deseaba ahogarme en su mar de besos, en ocasiones apretaba demasiado fuerte pero al darse cuenta  pasaba sus manos con más delicadeza. Sin más,  poco a poco comencé a subir aquella playera que le había prestado, su piel canela era tan suave y caliente.

Podía notar que relamía demasiado sus labios, sonreí y me acerqué a su pecho desnudo para comenzar a dejar besos en él.

Sus respiraciones se habían aumentado y con una mano la llevo para cubrir su boca. Las caderas de él comenzaban a moverse contra las mías , ya podía sentir su necesidad de estar así conmigo.

El sonido de nuestros jadeos estaban aumentando, tenía que aún mi madre se levantara y pasará frente de mi habitación. Sin embargo, ya no me importaba si me viera de está forma, nunca me había imaginado el llegar a este punto, jamás he sido bueno en enamorarme o sentir este tipo de emociones, pero, con Marco pareciera que me había hechizado de alguna forma.

Lentamente entre los besos y caricias, comencé a moverlo debajo de mí, aún sabiendo que la personalidad fuerte de él me molestaba, verlo de esta manera dispuesto a entregarse, me hacía solo tenerlo para mí. Baje a su pecho y comencé de nuevo a recorrer su piel, sus manos se paseaban por mi cabello con cierta delicadeza. De reojo noté que sus ojos estaban clavados en mí, me sorprendí al ver qué aquellos ojos afelinados parecían brillar en la oscuridad que nos rodeaba.

La luz de la luna, apenas y se asomaba por la ventana, nuestras ropas ya estaban siendo regadas por el lugar, nuestra piel desnuda nos daba una sensación adictiva. Los labios de Marco volvían a pasar por mi cuello hasta que de pronto un dolor punzante se hizo presente haciéndome separar de golpe.

-¡Pero que demonios!- susurré fuerte para no provocar que Tadashi o Hiro se dieran cuenta de ello.

-Lo lamento...pero a mí me encanta la idea de marcar mi territorio...- susurro traviesamente en mi oído. Solo deje escapar un pequeño mojón cuando también me acerque hacia él, cerca de su hombro abrí mi boca y mordí con algo de fuerza. Un gemido salió de sus labios , pero otro dolor punzante provino de las manos de Marco que estaban clavándose en mi espalda.

Me separé y me fui a otro lugar de su cuerpo y mordí de nuevo. Sus gemidos estaban siendo algo fuertes, sin embargo, rápidamente lleve una de mis manos a su boca, su lengua paseaba por mis dedos de manera erótica. ¡Maldito mocoso sabe lo que hace!

-¿Seguro que es tu primera vez?- le dije algo jadeante. Él me miró y sonrió maliciosamente.

-¿Porque? ¿Acaso tampoco es la tuya?.

-Entonces es un si...

-En eso te equivocas chinito, tú eres el primero...solo que hago lo que mis instintos dice...- vuelve a tomar mi mano para lamer uno de mis dedos. Lentamente comenzó a bajar y tocar mi miembro, sentí como un extraño escalofrío recorría por mi cuerpo.

Sus labios rozaban la superficie, su aliento caliente chocaba y me hacía jadear más. Sin más no dudo en meterlo en su boca, tomé su rostro al sentir sorpresivamente su saliva humedeciendome. Podía sentir su lengua jugando conmigo, lleve una de mis manos y logré tapar mi boca, ya estaba segundos de empezar a gemir fuertemente. Sabía que ya era su intención hacerme estar de está forma, sin embargo, eso iba a cambiar.

El lazo de la Luna (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora