Pov Hiro
Hoy era sábado, éste día la pasaría ayudando en el café de tía Cass junto a Kyle mi primo. Era todo era normal, el lugar lleno del olor del café recién hecho que a Kyle le encantaba hacer cuándo venía y a la clientela la amaba.
En está ocasión me iba encargar de tomar y llevar pedidos a las mesas, sin embargo, de pronto en la televisión se hizo un boletín especial. Toda la gente comenzaba a susurrar por las imágenes que estaban pasando, habían encontrado cuerpos de un grupo de chicos a las afueras de la ciudad. Era escalofriante ver cómo estaban destazados por completos, anoche no me había percatado de lo sucedido que no patrulle. Al parecer este nuevo criminal le encantaba llevar a sus presas a las afueras alejados de la ciudad, el conductor del noticiero comenzó a hablar de que se registraron señales de un ataque de un animal. De nuevo estaban mis sospechas de que algo estaba ocurriendo, el lugar del crimen no estaba muy lejos de dónde siempre suelo toparme a Miguel. Pensándolo mucho mejor creo que debería vigilar más de cerca ese lugar y en especial a la tribu, ¿Cómo lograría acercarme tanto a su hogar?.
-Ay no que horribles escenas- dijo Tía Cass tomando el control de los televisores y cambiar de canal- no quiero incomodar más a nuestros clientes con está tranquila mañana.
- Vaya nunca imaginé que las cosas estarían muy mal por acá- dijo Kyle saliendo de la cocina con dos teteras de café.
-Ay mi niño, últimamente éstos asesinatos ya son muy concurridos. Si salen por favor de llevar sus teléfono a la mano, no quiero que sean los siguientes.
-Tranquila Tía Cass, se que éso no pasará.- respondí mientras colocoba tazas y platos a la charola para la entrega
-No estés tan confiado Hiro- dijo mi Tía- debes cuidarte más ahora que sales con amigos...espera hablando de ellos. ¿Cómo está Miguel?
-Bien parece.
-También dile que se cuide demasiado, no quiero que cuándo se vaya sólo peligre por allí.
-Lo haré- si tan solo supiera que puede cuidarse sólo. De pronto la canpanilla del café tocó, miramos que Kubo había llegado de visita, hoy era su día de descanso, pero o siempre le encantaba ir a vernos.
- Buenos días.- dijo sonriente y tomando asiento a la bar.- vaya ajetreo que hay por el camino. Mucha gente no sale por lo de los asesinatos de esta mañana.
-Es muy terrible, les decía que deben tomar mucho cuidado cuándo salgan.
-No se preocupe señora Cass. Lo tomaremos en cuenta. -dijo Kubo.- Por cierto Hiro...¿Que haces mucho con ese chico moreno?
-¿Con Miguel? Bueno, solo salimos por allí.
-Sabes, te he visto un poco más relajado. Me alegra que tengas con alguien con quién abrirte.
-¿Verdad que sí?- responde Kyle com una sonrisa ladina- yo sabía que esas miradas perdidas y las sonrisas que das al aire, no son por mera coincidencia.
-Basta Kyle- comencé a verle con molestia, pero podía sentir como mis mejillas se tornaban rojas. El calor poco a poco iba subiendo. ¿Tan evidente era? Si algo puedo admitir que estando con Miguel, me he sentido muy distinto. Con alguien a quién contarle, que me escuche y que me muestre más allá de lo que conozco. En pocas palabras, en verdad Miguel me había llegado muy profundo.
De pronto, las campanillas sonaron haciendo que nuestras miradas se ubicaran a la puerta. Una mujer alta de buen parecer, cabello largo y oscuro, piel canela similar a la de Miguel y Marco. Sus labios estaban pintados de color carmesí, sus ojos eran tan brillantes de color azul que se podían confundir con un par de piedras preciosas. Miró a todos lados del café, algunos hombres que estaban en su desayuno miraban con detalle a aquélla mujer que había entrado. En su cuello llevaba un collar de oro con una especie de piedra roja cómo conjunto, a parte de su físico aquél collar llamaba la atención.
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El lazo de la Luna (Higuel)
Fiksi PenggemarEl amor puede ser tan fuerte pero peligroso. Enamorarte de un humano,¿Tomarías los riesgos que se vendrían? Miguel Rivera de 22 años, es un Hombre Lobo perteneciente a una tribu que ha estado oculta a las sombras de los humanos, su curiosidad hará q...