- 27 Compromiso-

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Pov Miguel

Los meses han pasado y mi cumpleaños había llegado. Y las temporadas de Luna llena no hizo esperar, desde temprano mamá Elena se encontraba en el horno haciendo los condoches para el desayuno. Siempre hace cuando uno de nosotros cumple años, es algo así como una pequeña tradición de nuestra tribu.

Toda la noche anterior no había dormido en absoluto, ¿Porqué? Estuve hablando con Hiro, bueno, no hablando exactamente, pues estaba muy ocupado en un nuevo caso muy importante para los Grandes Héroes. Pues resulta,que hace un par de meses se han presentado una serie de asesinatos, de nuevo con señales de ataques de animales, pero está vez solo dejan cachitos pequeños sin dejar indicios para su investigación. Eso lo ha hecho mantener constantemente ocupado, no hemos salido como antes, dónde siempre lo llevaba en mi lobo a correr a lo largo del bosque.

Ya mi familia ya no era preocupación, tanto estar junto con nosotros su aroma se había vuelto distinto. Sobre sus nuevas habilidades cada vez eran más controladas gracias a Leo, todos los días con un ojo encima, aunque ya no le están problemático en su vida cotidiana. Así que a todo esto solo hablamos por videollamada o mensajes de texto, claro siempre a escondidas de mi familia. Es algo doloroso no tenerlo cerca pero comprendo que su vida humana siempre debe de estar en primer lugar.

- Oye- escuché a Marco quién me hizo sacarme de mis pensamientos, pues está mañana me tocó conseguir leña para la comida para mí cumpleaños.- ¿Qué se siente ser ya todo un lobo?- se acercó a mí y me desordeno mis cabellos para poderme ayudar.

-Creo que no mucho. Me siento cómo el mismo de siempre.

-¿Qué? ¿Cómo un cachorrito asustado?- arquie mi ceja con algo de desaprobación.- Uy cálmate señor grande. Sabes que cumplir 23 significa, que debes conseguir esposa para unir tribus.

-Ya lo sé. Pero ya dije que no, estoy saliendo con Hiro.

-Si, pero eso no lo sabe nuestra familia. Aún piensan en esa "lobita" que les contó Coco.- suspiré y me quedé de pie en la pila de pequeños troncos que ya había conseguido. Era cierto, nuestro romance aún estaba oculto, se que no estaría mal contarlo ya que mi familia es abierta en esas situaciones pero, estábamos hablando del caso que es un humano. Marco se quedó en silencio, sin embargo me sorprendió al darme unas cuántas palmadas en la espalda. Pude notar una expresión nueva en él, también tenía una mira triste y decepcionado, nunca lo había visto de esa forma. Siempre él le valía madres cualquier cosa que tuviera que ver con los sentimientos, pero este día fue la primer vez que me dejaba ver su verdadero ser.

- ¿Qué? ¿Traigo monos en la cara? ¿O qué?

-Ah nada es solo...que nunca te había visto de esa forma.

- ¿A caray de que forma? No empieces con tus joterías que te dejo con la chamba solo.

-Oye, está bien. Solo decía.- volví mi atención en recoger los troncos de la leña, algo también le estaba ocurriendo a él y sabía que no se doblaría así de pronto.- ¿Dónde está Leo? No lo vi desde que me levanté.

-Ahh, llevo a Rosa y a Coco a traer la carne. Así que ya no tardarán en regresar, también mi tío y Abel fueron también a traer cosas para la comida. Ahora sí se te va quitar lo flacucho.

- Calmate Marco, que estoy más mamadisimo que tú.- mi primo comento a carcajearse sin parar. Sin más nos regresamos a la aldea para continuar con los preparativos, sin embargo mientras caminábamos, el aire en el bosque comenzó a ondear las ramas de los árboles con algo de fuerza. Había algo extraño en el ambiente, algo así cuando sientes que te va a pasar algo pero no sabes que es, así me hacía sentir. Aunque tenía esa sospecha en mí, ignoré toda costa y seguí con lo de la celebración.

El lazo de la Luna (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora