Pov Kubo
-Si, lamento que el pedido no haya llegado a tiempo.-me decía el gerente de la tienda, para mala suerte nuestro viaje fue en vano.
-Esta bien, no se preocupe. Le diré a mi jefa que llegará hasta un par de días más, ¿no es así?.
-Así es, lamento que hayan venido hasta acá muy noche. Tomé- me entregó una pequeña tarjeta.-pueden llamar al número de la tienda, así ya nosostros mismos se los llevamos hasta su negocio.
-Muy bien, le agradezco. Buena noche- di media vuelta para salir, sin embargo busqué por la tienda a Hiro, pues nos habíamos separado para que él comprara lo demás. Di una vuelta completa por toda la tienda, pero no encontré rastro alguno, volví dónde estaba el gerente, tal vez uno de sus empleados debían haberlo visto antes.-Disculpe...¿No vió a mi amigo quién venía acompañándome?
Una de las chicas que venía del almacén escuchó mi pregunta y se acercó a dónde estaba- ¿Era un chico de cabellos azabache algo alborotado?
-¡Si! Exactamente es él.
-Lo ví que salió acompañando a una mujer muy hermosa de cabellos oscuros, se dirigían a calle arriba.
-Oh muchas gracias.-salí rápidamente a la calle, cuándo dijo que había salido con una mujer bella, en mi mente había pasado la imagen de la clienta que había llegado al café en la mañana. Nunca me daba buena espina, no dejaba de observar a Hiro, cómo si estuviera estudiandolo o peor aún acosandolo de alguna forma. Pensé en todas las posibilidades que era extraña y tramaba algo, no es normal que una clienta observa con gran detalle a un mesero y mucho menos qué se relamiera los labios cómo si tuviera un hambre insaciable. Seguía caminando por toda esa calle, no veía en absolutamente a personas andar por allí, me di cuenta que me había acercado a los límites a dónde comenzaba el bosque.
Saqué de inmediato mi teléfono para marcar a su móvil, pero cuándo estuve a punto de darle al botón de llamada, un grito desgarrador provino del bosque. Un escalofrío recorrío mi cuerpo al escucharlo, de vuelta otro segundo grito se escuchó, pude reconocer que aquella voz desgarradora era demasiado familiar.
-¡Hiro!- miré de vuelta a mis espaldas, no había tiempo de buscar ayuda, debía de ir ahora mismo o sino sería demasiado tarde. Y así , corrí con prisa al oscuro bosque
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Pov Hiro
-No puedes huir de mí Hiro...-.escuchaba su voz a lo lejos, no podía levantarme por la mordida que me había hecho en mi pierna, el dolor era demasiado intenso. Mi sangre o dejaba de correr y de dejar rastro en el suelo.-Oh allí estás.-dijo Renesme pisando mi pierna que yacía herida, dejaba salir mis gritos de dolor, ví cómo una de sus manos se transformaba en una garra, a levantó y la dejó hacer su trabajo con mi brazo.
-¡Noooooo!-grité con dolor, no tardó demasiado en que mi brazo comenzará a derramar sangre cómo una fuente, oía cómo sus risas malévolas disfrutaban verme en mi tortura.
-Nooo nooo, grita lo que quieras nadie te va escuchar. Estamos demasiados lejos de la ciudad. Y no te dejaré mentir, tu sangre huele tan exquisita...ya me imaginaré tu carne..-.comenzó a acercarse a mi rostro, sentí cómo su lengua húmeda recorría mis mejillas.
-¡Ayuda!-gritaba lo más fuerte posible, pero esa mujer aún seguía burlándose por mis intentos de llamar a alguien que me ayudara. En mi mente comenzó aparecer la imagen del rostro de Miguel, estaba en el bosque posiblemente él pueda escucharme- ¡Ayuda! ¡Migueeeel!
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El lazo de la Luna (Higuel)
Hayran KurguEl amor puede ser tan fuerte pero peligroso. Enamorarte de un humano,¿Tomarías los riesgos que se vendrían? Miguel Rivera de 22 años, es un Hombre Lobo perteneciente a una tribu que ha estado oculta a las sombras de los humanos, su curiosidad hará q...