"A veces los destinos no son cómo uno espera, pero son fáciles de volverlos a escribir para una nueva vida"
Pov Miguel
-¡Lo hemos decidido señores de Plata! ¡Ya no les servimos!- siguió gritando Leo desde el lugar, todos los soldados de los malditos de Plata solo los observaban desconcertados a lo que estaban haciendo. Podía escuchar cómo rugían con rabia el lobo que estaba encima de Hiro, sabían perfectamente que su gran obra de teatro se les había hecho cenizas.
Cómo pude me levanté de nuevo para ir en su contra, cada vez los quejidos de dolor de Hiro estaban siendo más desesperantes. Pero, el Plata de inmediato logró derribarme de nuevo, aún en el suelo volví a levantarme no dejaría que allí lo dejaría, pero otro lobo soldado estaba a unos cuántos centímetros para tomarme de mi cuello con sus feroces colmillos.
De pronto, un aullido fuerte hizo alerta de ataque, todos los miembros que estaban allí se habían transformado listos para luchar, ya no había temor, ya no había ninguna barrera para ser libres. Mi padre no lo pensó en transformarse en ir hacía mi ayuda, Leo y su hermano mayor fueron también en dirección en donde estaban los líderes para eliminarles. Mi familia tampoco dudo en ir en ayuda con los amigos de Hiro quiénes estaban al asecho con el gran número que tenían los de Plata. Tadashi no dudó en subirse al lomo de Héctor para ir en apoyo, los gruñidos feroces hacían un enorme eco en todo el lugar, estaba por seguro que ese sonido había llegado completamente a la ciudad. Miré de nuevo a la Luna que ya estaba colocándose en su posición, debía llevarme a Hiro lo antes posible. Así nuestro lazo estaría por completo, y mi deseo de estar a su lado había crecido por completo.
Noté que el enorme robot estaba haciendo lo posible para que las garras y colmillos no le dañara algo, por si bien lo recuerdo, Hiro mencionaba que había algunas partes en que podría dejarlo en mal funcionamiento. Hiro hacía también lo necesario para levantarse e irse, observe alguna alternativa para salir de este lugar, no me gustaba la idea de dejar la batalla sin haber defendido mi lugar, pero mi amado estaba totalmente en peligro.
-"¡Muévete de una puta vez!"- escuché la voz de Marco quién se acercó para evitar que me atacaran algunos soldados- "¡No hay tiempo para pensártelas, primo!"
-¡Miguel, no te preocupes por nosotros!- habló Kyle quién luchaba con una especie de lanza que ayudaba a herirles fácilmente al enemigo. Yo asentí y volví a correr en dirección con Hiro. Todo a mi alrededor estaba destruyéndose, manchando de sangre los suelos por la salvaje pelea por nuestra libertad, mi familia era la que más fuerza tenía derrotando a cada uno de los esclavos de Plata. Hasta sin mencionar que mi hermana hacía un buen trabajo para apoyar a mi madre y padre, estaban bien, no debía preocuparme más ahora.
Mis ojos se abrieron de sorpresa al ver que Hiro estaba de pie extendiéndome la mano, apresuré mi paso para tomarlo y subirlo encima de mí, pero cuándo estaba a segundos de tomarlo; el lobo que Baymax le había retenido había logrado escapar y clavó sus colmillos en sus costillas haciendo que su sangre saliera de golpe por su boca.
"¿Quieres a tu maldito humano? Entonces ven por él"
El maldito corrió en dirección a las cuevas que estaba más retiradas de mi aldea, mi furia hizo que gruñera con más fuerza y salir cegado por ella. Seguía corriendo, mi corazón estaba latiendo cómo loco, la desesperación estaba gobernándome, el aroma de la sangre de Hiro cada vez estaba siendo más fuerte. Mientras más avanzaba, su sangre dejaba inmensos rastros, estaba por seguro que si no llegaba a tiempo él moriría.
Aún no podía rendirme, no deseaba que unos malditos tipos ricachones me lo arrebataran de mi lado. Antes de que llegará a aquellas cuevas, noté que algo estaba mal, el aroma de Hiro se había debilitado y no podía percibirlo tan fácilmente. Miraba con desespero en seguir a la oscuridad de aquella cueva, pero, ¿Y si me había engañado tomando otro camino?. Estaba quebrándome la cabeza cuándo en mi cabeza podía seguir escuchando los gritos de dolor de Hiro. Mis ojos fueron directamente a aquella vacía oscuridad, gruñí con ferocidad y no dude en salir de inmediato tras de ello, el viento cada vez era mas helado mientras más me adentraba a las profundidades.
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El lazo de la Luna (Higuel)
FanfictionEl amor puede ser tan fuerte pero peligroso. Enamorarte de un humano,¿Tomarías los riesgos que se vendrían? Miguel Rivera de 22 años, es un Hombre Lobo perteneciente a una tribu que ha estado oculta a las sombras de los humanos, su curiosidad hará q...