Pov Miguel.
Todos los que habían quedado en la aldea me pedían que no me fuera, que aún no estaba curado. Sin embargo, no puedo dejar que Hiro este solo allá, ¿Que pasaría si alguien ya supo de su identidad? O peor aún, que lo hayan...¡No! No quiero hacerme mis ideas locas.
Corría como podía a lo más profundo del bosque, el aroma de Marco y Hiro aún estaban impregnados en el aire. Me dolía mucho mis piernas, mi brazo aún pulsaba del dolor de la herida, así que había tomado un trozo de la sábana de la cama y lo colgué de mi cuello.
-¡Hiro!¡Marco!- gritaba con todas mis fuerzas para obtener alguna respuesta, pero, fue en vano.
Seguí caminando y siguiendo el aroma de ambos, ví que poco a poco me estaba alejando de la zona permitida por mi familia.
La oscuridad no me estaba ayudando en nada, sabía que ya no tardaría en que el sol saliera y pudiera ayudarme pero, aún faltaba mucho tiempo. De pronto, percibí un aroma a sangre, eso me hizo ponerme en alerta.
Estaba combinándose ese olor con el aroma de mi primo. ¡Demonios estoy llegando tarde!. Seguí avanzando aún que el dolor me estuviera matandome, no iba dejar que las personas más importantes estén en riesgo.
Ví a esos tipos, son mucho más poderosos que aquella mujer. En su mirada estaba pintado por completo su venganza y en completar su meta. De inmediato, escuché el agua caer de la cascada, no me había dado cuenta que había llegado más lejos del río
El olor a sangre era más fuerte en ese punto, mi corazón latía como loco, ya en mi mente vagaban miles de ideas de que podría ser. Caminé lentamente para entra a ese lugar que se podía devisar a través del agua. Sin embargo, algo hizo detenerme de inmediato.
Unas siluetas estaban formándose a travez de la cascada, trague en seco pensando en que serían los tipos estos, pero, no fue así. Primero en salir era mi hermana menor ayudando a un herido Leo que cojeaba con dificultad.
-¡Hermano!- gritó Coco comenzando a llorar de emoción, yo no pude aguantarme el nudo en la garganta. Corrió sin importar si iba a resbalarse y de la nada se abalanzó a mí tomandome con fuerza mi cuello.
-¡Coco estás bien!- la abracé con fuerza , mis lágrimas caían en su hombro. ¡Estaba con bien!
-Lamento...todo esto Miguel- dijo Leo mientras se acercaba a nosotros con dificultad. Yo solo le sonreí para que no se sintiera mal, pero mi vista se enfocó a otro par de siluetas que salían de la cascada. Mis ojos no podían creer lo que estaba pasando, de ello salían un Marco totalmente herido, su sangre corría por toda su ropa, se podían moretones en su piel. Pero, lo que más me sorprendió fue a de al chico de cabellos alborotados que sangraba de su pierna.
-¿Miguel?-hablo Hiro quien traía a Marco en su hombro. Me separé de Coco y me dirigí hacia el sin decir nada.- Miguel...¡despertaste! ¡Tu brazo está..!- no deje que hablara, lo rodeé con mi brazo que tenía sano.
No podía creerlo que estaba bien, que no haya pasado a mayores. Seguía abrazándolo con fuerza, lentamente sentí como pasaba su brazo libre por mi espalda para tener agarre en nuestro abrazo.
-¡¿Cómo chingados entraste?! ¡No debiste hacerlo!- me separé dejando caer mis lágrimas, era la primera vez que lloraba en público. Hiro me miraba extrañado y asustado por mi reacción.
-Yo...lo siento...pero...No podía dejar a ti y a tu familia pasar por esto.- yo lo miré y dejé caer mi cabeza en su hombro.
-...me alegro que vinieras Hiro...
-Oigan...no quiero quitarles su pinche romance ..pero alguien aquí se está muriendo...-dijo Marco quién aún estaba conciente.
-¡Ah! ¡Lo siento!- me quite sonrojado por la situación.- pero...la aldea está muy lejos de aquí...estamos algo débiles para llegar allá cómo lobos.

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El lazo de la Luna (Higuel)
FanfictionEl amor puede ser tan fuerte pero peligroso. Enamorarte de un humano,¿Tomarías los riesgos que se vendrían? Miguel Rivera de 22 años, es un Hombre Lobo perteneciente a una tribu que ha estado oculta a las sombras de los humanos, su curiosidad hará q...