Capítulo 5

1.4K 144 27
                                    


#NoSeasFantasma
#Vota
#Comenta


Regresé a mi habitación para terminar mis deberes; pronto saldremos de vacaciones por Navidad, y que bueno, necesito un descanso. Este es mi último año en la preparatoria para poder pasar a la universidad. Deseo estudiar medicina y para que me acepten necesito tener un excelente promedio, he trabajado muy duro toda mi vida para ello. Es mi sueño ser una exitosa doctora y ser reconocida a nivel mundial. Así que me esforzaré más que nunca este año en salir sobresaliente, subir mi promedio y no tirar todo mi esfuerzo a la basura.

Después de un rato, Mary me llamó desde la cocina.

— ¿Qué pasa?.

— Ya hablé con Ignacio y sí vendrá a cenar, va a llegar a las siete y solo faltan veinte minutos para que se dé la hora. Así que date prisa en alistarte — me ordenó moviendo las cosas de un lugar a otro.

Me di una ducha rápida y me coloqué un vestido verde manzana con unas zapatillas, me até el cabello en una coleta y fui a ayudar a la tía. Se nota que quiere impresionarlo. Cuando acabamos nos sentamos en el sofá, podía sentir sus nervios y eso me tenía inquieta. Suspiré y el timbre sonó, Mary caminó a la puerta y se tropezó con los tacones.

Abrió.

— ¡Hola, querido! — lo recibió con una sonrisa más grande que la del gato de Alicia en el país de las Maravillas.

— Hola, mi amor — la miró de pies a cabeza con picardía —. Pero que bella estás.

— Gracias. Pasa, quiero presentarte a mi... sobrina — dijo algo nerviosa.

— Hola — dije tragando grueso.

Era un hombre grande, de piel bronceada y ojos pequeños. Lucía maduro y era simpático, pero hubo algo en él que hizo que retrocediera un poco.

— ¡Hola! — contestó galante —. Soy Ignacio, ¿Cuál es tu nombre, preciosa? —  me miraba con descaro.

— ... Kamila — respondí un poco incómoda.

— Bueno, ya la cena está servida — informó mi tía sin darse cuenta de nada.

La seguimos hasta la mesa y me senté. Ella se sentó frente a mí y esperaba que Ignacio se sentara a su lado, pero como ésta vida es demasiado cruel, el hombre se sentó junto a mí, colocando su silla muy cerca de la mía; estábamos casi pegados. Me arrimé un poco.

— ¡Wao, esto está riquísimo Mary! — exclamó el sujeto.

— Gracias — contestó feliz.

Durante toda la cena permanecí en silencio, bastante intranquila sin querer interferir en su conversación. Ese hombre no me agradaba ni en lo más mínimo.

Mis nervios se vieron alterados en el momento en que ese asqueroso posó su mano sobre mi pierna. Yo intenté moverla, pero lo que logré fue que apretara su agarre aún más; quería usar mis poderes para quitarlo, pero me contuve. No puedo arriesgarme a que los cambios físicos surjan.

Seguí moviéndome un poco para que me soltara, al parecer mi tía no notaba nada de lo que sucedía. Ignacio comenzó a subir su mano lentamente. Esto era una tortura, hasta que casi me tocó la entrepierna y mis ojos se llenaron de lágrimas, no pude soportarlo. Él siguió subiéndola aún más lento, y exploté. Le empujé la cabeza hacia el plato haciendo que su cara quedara totalmente empapada de sopa.

— ¿¡Pero qué has hecho!? — me gritó Mary y empecé a llorar de la impotencia.

— Este hombre me estaba manoseando mientras tú estabas distraída hablando con él y no te dabas cuenta de lo que estaba pasando. Trataba de hacer que quitara su mano moviéndome pero solo conseguía que me apretara más, y cuando empezó a subirla no... — no pude terminar de hablar ya que mi tía le había dado una gran bofetada a Ignacio, haciendo que cayera al suelo.

Ángeles CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora