Capítulo 21

902 108 6
                                    

Mientras cenábamos todos hablaban y hacían chistes, pero yo no era participe de dicha diversión. Más bien estaba como dentro de una cápsula de la que no quería salir, no sé en donde tenía la mente. No pensaba, apenas y podía comer, sin ganas, pero podía.

— Kamila ¿Estás en el cuadro de honor del instituto? — pregunto Raquel sacándome de mi trance.

— Sí, soy la primera — respondo con indiferencia.

— ¡Felicidades! — menciona emocionada.

— Gracias — respondo con un intento de sonrisa.

No puedo sacarme de la cabeza la escena que acabo de pasar con Lucas, ojalá hubiese sido con Alex.

Mmm, ¿Por qué será? — Le respondería, pero no tengo ni ánimos para eso.

Terminé de cenar y me fui directo a mi habitación, estaba bastante incómoda como para quedarme allí. Me di una ducha rápida y cambie de pijama, encendí la televisión y comencé a ver una película de ballet, estaba bastante buena. Me iba quedando dormida, pero tocaron a mi puerta, grité un "pase" y Becky entro al cuarto y se sentó sobre mi cama.

— Y dígame señorita ¿A qué se debe el honor de su visita?.

— Necesito contarte algo — dice nerviosa.

— Te escucho — digo enderezándome para verla bien. Ella suelta un poco de aire.

— Me besé con Finn — dice casi en un susurro.

— ¡Eso es genial! — contestó como si me hubiesen dicho que Cameron Dallas vino a visitarme.

Ay como anhelo que eso pase.

Sigue soñando.

Eso no cuesta nada.

— Pero es que yo... — se quedó callada, algo anda mal —, me separé y dije que había sido un error, ese fue mi primer beso y entré en pánico.

— ¿Te arrepientes de haberlo besado?.

— No.

— Entonces ve y habla con él, dile que dijiste eso porque te pusiste nerviosa.

— ¿Y cuándo le hablo?.

— Si es preciso, en este mismo instante — digo con firmeza y ella bufa.

— Bien — dice levantándose y saliendo de mi habitación, yo en eso le envío un mensaje.

Kamila: Becks.

Me dices cómo te fue.

Becky: Kams.

Okey.

Seguí viendo la película hasta que me dieron ganas de ir por un vaso de agua.

¿Y si aprovechas y pasas por la biblioteca y revisas ese libro que llamó tu atención? — pregunta doña conciencia incitándome.

No lo sé, pueden descubrirme — digo insegura.

No lo harán, todos están en sus habitaciones. Arriésgate, no seas cobarde.

Está bien — respondo tomando la llave y mi celular dudosa.

Bajo las escaleras, llego a la cocina y me sirvo un vaso de agua; hasta los momentos no hay nadie. Bebo el líquido y dejo el vaso donde estaba, dejo que me rodee mi esplendor para usar mi super audición, es muy útil en estos momentos. Solo escucho respiraciones, el sonido de algunas pisadas en los pisos de arriba, pero nada que se acerque a donde yo estoy. Sigo usándolo mientras desciendo por las escaleras que me llevarán a la biblioteca, paso junto al gimnasio y llego a mi destino.

Ángeles CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora