Capítulo 71: El viaje más esperado

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Después de esa primera cena con mi hermano, hubieron muchas más y a pesar de que habían veces en que todavía existían esos silencios incomodos, nuestra relación estaba mejorando a pasos de gigante. Mamá nos había invitado a cenar dos veces y para sorpresa de todos, la segunda vez papá nos acompaña y hasta comparte con nosotros. Creo que nos juega un poco a favor que el nuevo novio de Rosie no le haya gustado para nada y no por las mismas razones que no le gustaba mi novio.

Todos quedamos un poco desconcertados cuando lo vimos, mi familia nunca ha sido prejuiciosa ni ha mirado en menos a nadie pero sinceramente ni yo ni ellos podemos comprender qué es lo que le vio mi hermana a ese chico. Para empezar, el chico había salido del colegio recién este año y tenía veinte años, lo expulsaron varias veces también y no quiere hacer nada con su vida más que vivir el día a día ganándose un par de monedas tocando guitarra en cualquier lugar mientras su madre lo mantiene. Por no mencionar el olor a marihuana que trae cuando lo saludamos, digo, ¿quién no ha fumado marihuana? Eso no supone un problema para mí, pero, ¿tiene que ser el día en que tu novia te presente a su familia?

A papá casi se le cae la cara cuando lo ve y estoy segurísima de que en su mente Diego le comienza a parecer una excelente opción para mí, al menos él sabe a dónde llevar su vida, tiene trabajo estable y vive solo. Sí, hace unos meses estuvo viviendo en casa de su madre pero solo para cuidarla, no para que lo mantuvieran.

—¡Vas a terminar con él! —grita papá apenas la puerta se cierra detrás del chico, su cara está roja como un tomate y estoy segura de que en cualquier momento le va a empezar a salir humo por las orejas. Me recordó a Furia de la película Intensamente que tanto le gusta a Cassia—. ¡No vas a seguir con ese... ese...!

—¿Ese qué? —responde mi hermana, desafiante con el mismo enojo. Son tan parecidos.

—¡No puedes estar hablando en serio! ¿Pasaste del chico Aldunate a esto?

—¡El chico Aldunate me engañó! ¿Eso querías saber? Sí, el mismo que te prometió que me amaba y que nunca me haría daño, me destruyó completamente así que tengo todo el derecho a tener otro novio. Kevin me hace feliz y punto.

—Le cortaré las piernas.

—¿A cuál de los dos?

—¡A los dos!

—¡Esto es injusto! ¿Por qué no puedes aceptar a nuestros novios? A Effie le hiciste lo mismo y ahora casi ni la vemos por tu culpa y supongo que no tiene nada que ver con que Kevin no sea de la misma situación que nosotros porque en ese caso Diego habría sido perfecto, ¿no? Así que, ¿cuál es tu maldito problema?

—¡Rosie, basta! —interviene mamá y luego mira a papá—. Tú también. No quiero escuchar nunca más en esta casa una discusión por los novios de nadie, se acabó. Las chicas están grandes, pueden tomar sus decisiones y estoy segura de que si no son las correctas, se darán cuenta a tiempo, así las criamos —comienza a nacer una sonrisa en el rostro de mi hermana pero mamá la frena de golpe, dándole una mirada asesina—. Y tú, no volverás a hablarle así a tu padre ni a nadie, no te hemos enseñado esos modales. Estás castigada por una semana, sin salir.

—¡Pero, mamá!

—Sin peros, Rosalie, ya lo he dicho.

—No es justo.

—¿Quieres que sean dos semanas?

—¡Nadie me entiende en esta casa!

Y con una salida dramática, digna de una Grayson, abandona la sala y nos deja a todos en medio de un silencio incomodo. Hubiese deseado que Diego no escuchara todo eso, menos después de haber sido mencionado pero supongo que es algo que tendrá que aprender a soportar si quiere ser parte de mi familia, porque aunque uno no lo quiera, si está con alguien, la familia viene incluida.

Cartas a BenjamínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora