Lo Mejor De Mi Vida ©

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Karen...

Estoy muy triste sentada en el piso y abrazada a mis piernitas que me duelen mucho. No he dejado de llorar desde que papi se fue y me dejó solita en la habitación después de que me golpeó muy fuerte con el cinturón. Ni siquiera parecía triste, antes de salir lo único que me dijo es que me tenía que disculpar con Belén y todavía estaba demasiado enojado.

Yo no tengo la culpa de no querer a Belén, ¡No la quiero! ¡No la quiero y nunca la voy a querer! Es que yo no quiero que nadie diferente a mi mamita esté con papi y menos que se venga a vivir con nosotros porque ella es mala y de seguro se va a burlar de mi porque ella se dio cuenta de esto.

Papi me pegó muy duro en las piernitas, las tenía muy rojas con las marcas del cinturón, me dolía mucho y quería que alguien viniera a consentirme. Papi nunca me había pegado y sentí mucho miedo porque estaba muy enojado y no se dio cuenta que me estaba lastimando mucho. Yo lloraba y le decía que me dolía que parara pero no me hizo caso, decía que era para que yo aprendiera a que lo debo de respetar y también me dijo que no volviera a nombrar a mamá, pero es mi mami y yo la quiero, si antes él también la quería no entiendo muy bien que pasó, no creo todo lo que dicen de mamá. Quiero a mi mami y no está.

Todo es por culpa de Belén, porque papá quiere que ella sea como mi mamá, pero se parece más a las brujas de los cuentos y yo no la quiero cerca de nosotros, yo solo quiero a mi mamita y no sé ella porque se tuvo que ir. Ya le he pedido mucho a diosito para que la traiga devuelta pero él no me escucha, mi mamita no dejaría que Belén se quedara acá y nos llevaría con ella, no se dejaría de papá como la abue y los tíos.

Ya me arden muchos mis ojitos y nariz de tanto llorar, pero es que aunque quiero parar no puedo, me duele algo muy adentro cerca de mi pecho que quiero gritar para ver si así se me quita, aunque yo se lo que quiero, quiero que me consientan y me hagan mimitos, pero yo sé que papi no va a venir y es lo que más me dan ganas de llorar.

Cerré los ojos y quise pensar en algo bonito, mami cuando nos llevaba a las vacunas o al doctor y nos inyectaban nos decía que imagináramos cosas que nos gustan mucho y así no nos dolía tanto, así que me puse a pensar en cuando mis papis estaban juntos, se querían, se querían y nos abrazan y besaban a mis hermanos y a mi.

Estaba tan concentrada hasta que sentí que tocaron mi hombro y di un brinco.

Alex: Hola -dijo muy triste y me abrazó.

Karen: Hola. -le respondí limpiándome la cara.

Karol: ¿Te duele? -mi hermanita me miró las piernas y estaba llorando, solo alcé los hombros y ella me abrazó- Yo si te quielo mucho.

Alex: ¿Quieres que nos acostemos? -yo asentí, tenía mucho sueño, los tres nos acostamos en una sola cama, nos abrazamos y aunque no teníamos a nuestros papitos nos teníamos a nosotros.

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Diego...

Una vez cerré la puerta de la habitación de las niñas sentí la culpa invadir mi ser al escuchar el llanto de Karen, pero es que había tenido un día muy difícil lleno de peleas para venir a encontrar a mi casa un caos peor. Aunque quise abrir la puerta para pedirle perdón y consentirla me detuve.

No sé si estoy haciendo mal y estoy pagando con ellos todo lo que me hizo Roberta, es que quiero que ella se entere que yo también puedo rehacer mi vida y aue no me quedé toda la vida sufriendo por ella, que también hay mujeres como Belén que saben valorarme.

Sé que el camino más difícil será con Karen porque  le sacó el carácter a ella, mientras los otros se parecen mucho a mi en ese sentido, siempre obedeciendo a mi papá en todo y no sé si me estoy convirtiendo en lo que de niño odiaba de él. Bajé las escaleras con un revolcón de emociones.