Lo Mejor De Mi Vida ©

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Roberta...

Han pasado dos semanas desde el bochornoso espectáculo que Diego presentó en el apartamento, desde entonces solo he recibido algunas llamadas de su parte que he tratado de ignorar considerándolo como lo mejor, aunque no puedo negar que en ocasiones siento impulso por responderle, pero entonces recuerdo cada una de sus palabras y sé que no debo hacerlo porque una parte grande de mí no ha sanado por todas las heridas abiertas que provocó.

He vuelto a trabajar en el bufette y me ayuda bastante para distraerme, además los niños volvieron a la escuela y sus tareas también me ocupan, a la productora trato de no ir porque sé que me lo puedo encontrar y es algo que no quiero, a pesar de todo el daño que causó no me gusta verlo así tan triste y destruido porque me duele. Aquel día me dolió esa mirada tan opaca que llevaba, fue como taladrar mi corazón, pero él no había tenido piedad conmigo, ni siquiera un poquito de confianza.

Hemos reforzado nuestra seguridad, pues Diego ha hablado con Miguel y además de persuadirlo para convencerme de que lo perdone le ha recalcado que su padre sigue suelto y aunque ha intentado comunicarse con él no lo ha ubicado.

Aunque no me gusta mucho la idea de tener a gente persiguiéndome todo el día, tomé el consejo porque sé que ese miserable es capaz de hacer lo que sea y anda suelto, lo hago más que todo por mis hijos, si algo les llegara a pasar por la venganza sin sentido de ese señor no voy a poder perdonarmelo.

Ya se presentó la respectiva denuncia a la policía, ellos están al tanto de todo y le siguen la pista a León ya que al parecer le acusan de más fechorías, a  Javier y la mujerzuela esa que huyó como la rata que siempre ha sido también los buscan.

El bullicio de voces de niños invaden mis oídos y me hacen volver a la realidad mientras trato de ubicar a mis pequeños terremotos. Mi sonrisa se extiende cuando los encuentro, parece que en vez de estudiar los tuvieran limpiando el piso con sus uniformes. Ellos tan pronto me ven sus sonrisas se ensanchan y salen corriendo a ver quien llega primero hasta mí.

Alex: ¡Les gané! -dice burlándose de sus hermanas y colgándose de mi cuello.... Y ¡No! Una de las niñas se enredó con sus piernas y se cayó.

De inmediato vamos a ayudarla. Ella está hecha un mar de lágrimas porque se raspó la rodilla con el cemento del suelo.

Karen: Mami yo no la empujé. -levanta las manos a la defensiva.

Niego y me agacho para revisarla.

Roberta: Les he dicho que no corran porque se pueden caer -Les recalco seria a los tres aunque lo haya hecho cientos de veces. -No es necesario y ya ven lo que ocurre.

Ella me mira con los ojos llenos de lágrimas.

Karol: Es que... Es que gané una estrellita en matemáticas y quería ser la primera en llegar a ti para mostrartela, pero Alex me ganó... y ahora me duele -me abrazó llorando e hipando, afortunadamente el raspón no fue tan fuerte y solo se ve un puntito de sangre, pero yo conozco a mi dramatica y ahora me toca darle un trato especial... 《Paciencia Roberta》....

Roberta: Hermosa, muchas felicidades por la estrellita mi amor -sonrío y le limpio la cara- A ver voy a hacerte sana sana para que se te pase y cuando lleguemos a la casa de la abuela te voy a aplicar algo para que ya no te duela, luego vamos al centro comercial a comprar los útiles escolares y por un helado ¿Te parece?

Mis otros dos hijos saltan en su puesto, sé que les encanta escoger sus útiles nuevos.

Karol: Bueno, pero... ¿Me puedes cargar? Es que me duele. -dice haciendo ojitos y pasando su mano por la cara.

Suspiro, recojo su mochila y luego la cargo a ella. Seguido subimos todos en el carro, mamá nos invitó a almorzar en su casa e iba a acompañarme en la travesia de esta tarde...