Lo Mejor De Mi Vida ©

❤19❤

Tres semanas después...

Karol...

Han pasado muchos días sin ver a mi mami, no sé cuantos, pero la extraño mucho. Me hizo mucha falta cuando desperté en la clínica y me dolía mucho la barriguita porque tenía una herida por la cirugía, ella sabía como consentirme para que no me doliera tanto, yo la llamé muchas veces y nunca apareció, en cambio papi estaba conmigo, él también me cuida muy bien.

Los tíos y mis primos vienen más seguido a vernos aunque no tanto como la abue Alma, ella viene casi todos los días al igual que el abue Franco que la acompaña. Cuando vienen nos consienten mucho y nos dan todo lo que pedimos con tal de que no preguntemos por mi mami, yo me doy cuenta y no me gusta porque yo no la voy a cambiar ni por la muñeca más bonita del mundo, ni por el helado más rico.

Ya no quiero otra cosa que me acompañe a dormir más que la foto de mami en la que aparece sonriente, yo le hablo todas las noches y le cuento lo que sucede en el día, le digo cuantas estrellitas he ganado y me imagino que ella me abraza, me besa y me felicita por esto.

Al principio que mi mami no aparecía todos lloraban mucho, pero ya no lo hacen, aunque tampoco parecen tan felices como antes.

Papi nos atiende porque somos sus hijos, pero ya no juega tanto con nosotros, él si llora mucho todos los días aunque quiere que no nos demos cuenta yo lo noto, además se encierra en su despacho y no sale hasta tarde cuando ya es hora de dormir y la abue Alma tiene que irse a su casa, ella se quedaba a dormir antes en la casa, pero ya no, creo que papi le dijo que no lo hiciera.

Mis hermanos, es lo que más me pone triste, ellos lloran mucho por mamá y a veces cuando hacen pataletas por ella me recuerdan lo de ese día culpándome de la desaparición de mami.

•••

Hoy están mis primos Briana y Manu porque los tíos vinieron a vernos, yo los miraba por la ventana y sonreía porque mis hermanitos se veían felices, yo también quería jugar, pero ellos no creo que me dejen.

Mía: ¿Qué haces aquí escondida, eh? -me atacó a cosquillas-.  Ve a jugar con ellos ándale.

Karol: No tía, aquí estoy bien.

Mía: Si te brillan los ojitos por estar allá afuera. Ve porque ya casi nos vamos. -me sonrió y yo si quería ir.

Karol: Está bien. -le Sonreí y salí al patio. Antes de acercarme los observé otra vez.

Ellos jugaban al restaurante, tenían una mesita rosada con sillas muy bonitas. También una cocina en la que habían ollitas, platos y cubiertos, mi hermana y Briana eran las cocineras, servían de comida algunas figuritas de plástico y hojas que desprendían de los árboles. Los clientes eran mi hermano y Manu, cuando terminaban de comer pagaban con unos billetes de juguetes que son de Alex.

Les faltaba un mesero y yo quería jugar. Me acerqué lento.

Karol: Hola.

Briana: Hola.

Karol: ¿Puedo jugal con ustedes?

Karen: No.

Alex: Estamos completos.

Karol: Pelo falta una mesela. -mi primos me miraban como que les daba igual, mientras que mis hermanos me miraban feo.

Karen: No quelemos jugal contigo. ¡Mejol vete! -me empujó y me hizo caer-. Empecé a llorar porque me había dolido.

Alex: Si no hubieras estado enferma ese día no hubiéramos salido y mamá estuviera con nosotros, porque eres una llorona- me recriminó, vi enojo y lágrimas en su mirada.

Los miré a todos,  me levanté y corrí, corrí muy lejos hasta debajo de un árbol en el jardín.

Me senté y lloraba por lo que estaba pasando, mis hermanos ya no me quieren, mi papi no se da cuenta de nada y mi mami no está, mi familia ya no es bonita, es muy fea, muy fea.

¿Por qué tenía que enfermarme yo? ¿Por qué fue en la noche?  La gente es muy mala y en la noche más porque está solo y oscuro, así se pudieron llevar a mami sin que nadie se diera cuenta. Ellos son unos monstruos que no piensan que los hijos quieren y extrañan mucho a sus mamás. Yo quiero a la mía devuelta.

Me quedé un rato mirando las flores y mariposas que se paraban en el jardín, así me calmaba y ya no vean que estuve llorando mucho, quizá mi hermano tenga razón y yo soy solo una llorona, pronto se volvió oscuro y escuché que la abue Alma nos llamaba, ya se iban.

Alma: Pero miren esas manos, vamos a lavarselas porque ya es hora de cenar.- dijo cuando estuvimos frente a ella.

Nosotros la obedecimos y nos dispusimos a cenar.  La mesa hubiera estado en silencio de no ser por Manu que hablaba sobre un campeonato de fútbol y Briana sobre una obra de teatro.

Alex comía concentrado, la abue le daba de cenar a Karen, papá revolvía el plato, él no come, los tíos comían en silencio y las tías prestaban atención a lo que le decían sus hijos. Sentía envidia por ellos en este momento.

Luján: Adiós terremotitos nos vemos pronto -nos dio un beso a cada uno, ella nos llama todos los días.

Todos se despidieron de nosotros y la casa volvió a quedar en silencio hasta que papá nos dijo que era hora de dormir y nos acompañó a la habitación.

Primero dejó a Alex allí se demoró un rato, mientras tanto yo le pedía a los ángeles que le alumbraran el camino de regreso a casa a mi mami, así como en el cuento de Hansel y Gretel que hicieron un camino para no perderse, pero no con semillas porque sino los pájaros se las comerían y se perdería como les pasó a ellos, no, que a mi mami le muestre el camino con luces de muchos colores y pueda llegar a casa y abrazarnos mucho.

Volteé a mirar a Karen para ver que hacía, ella también tenía una foto de mamá, la agarró y le dio un beso, después la guardó en el cajón y se acostó mirando al techo.

Al poco tiempo llegó papá.

Diego: Que duermas y sueñes con los angelitos- arropaba a Karen y le daba un beso en la frente.

Karen: También voy a soñal con mamá- ella dejó ver una tierna sonrisa, cerró los ojos y papá asintió triste, después vino a mi cama.

Diego: Que duermas princesita- se agachó para darme un beso en la frente, sus ojos estaban rojos, pero no lloraba, parecía que contuviera las lágrimas.

Karol: Papi peldón -dije muy triste.

Diego: Perdón ¿Por qué? -parecía que no me entendía. Bajé la mirada y respondí.

Karol: Si no hubiera enfelmado mami estuviela con nosotlos. Si no me quieles yo entiendo -él me levantó la cabeza y negó muchas veces.

Diego: No vuelvas a decir eso nunca más, porque eso no es culpa tuya, son cosas que suceden y no se pueden evitar y yo siempre los voy a querer, mamá va a regresar pronto con nosotros y volveremos a ser tan felices o más que antes ¿Entendido? -no respondí- ¿Entendido? -volvió a preguntar y asenti.

Karol: ¿Me ablazas? -le pedí con un puchero, necesitaba mimitos, me sentía muy mal y muy sola.

Le abrí campo a papá en mi cama y él se acostó junto a mi, me abrazó fuerte y me consintió la cabeza hasta que sentí que los ojos me pesaban mucho por el sueño, cada vez era más complicado abrir los ojos, los cerré y luego vi el reflejo de papi cerca de la puerta apagando las luces para retirase, pegué la foto de mamá cerca de mi corazón y me dejé vencer del sueño, necesitaba dormir.

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~Nos leemos 💌💕

~Diana❤

✔06/12/2018...