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Diego...

Ya han pasado tres días desde que tengo a mi familia junto a mí, tres días en los que he amanecido con la única mujer que realmente he amado y a la que quiero tener en mi vida para siempre. Tres días que han significado más para mí que los últimos meses.

Poco a poco hemos hecho todo intento de volver a la normalidad, de olvidar las manchas oscuras que se infiltraron en nuestra felicidad, de amarnos hasta curar cada fracción rota. La quiero, amo tanto a Roberta que de solo pensar mi mundo girar sin ella me da desosiego.

Giro mi cabeza sin registrar tanto movimiento en la cama para evitar despertarla aunque las inmensas ganas de abrazarla y besarla me carcomen. Ella duerme plácidamente y yo sonrío gozoso por esto.

Suspiro al recordar el día de ayer. La audiencia con mi padre fue algo incómoda, él no dejó que me acercara, es muy orgulloso y en su rostro, en su mirada pude ver que me odia, me detesta y ahora con todo lo que me ha hecho puedo reafirmar que el sentimiento es mutuo y lo único que quiero es verlo refundido en la cárcel de por vida. No quiero volver a saber más nada de él, a pesar de que sea mi padre, solo espero que con las pruebas y el trabajo de Luján logremos que no obtenga la libertad nunca para que no cause más daño.

Dos timbres me sacan despavorido de mis pensamientos. Estiro mi brazo rápidamente para apagar el reloj que suena incesante por la alarma. Sonrío y suspiro tranquilo al lograr mi cometido, apagar ese aparato y que Roberta siga dormida. No tuvo una buena noche y solo logró conciliar el sueño en la madrugada porque se sentía mal. Este embarazo le ha sentado más fuerte que los anteriores, pero por fortuna ya mañana iremos al doctor.

Me quedo un rato observando lo bonita que se ve Roberta mientras duerme, así parece un ángel, mi ángel. Me remuevo con cuidado de la cama para no despertarla. Le doy un beso suave en la frente antes de ir a prepararme para abandonar la habitación porque hoy haría yo el desayuno, quisiera que ella descanse todo el día, aunque sé que eso no va a ocurrir.

Después de asearme bajo a la cocina y me pongo el delantal para echar manos a la obra en la preparación del desayuno. Siento como una corriente que casi me eriza la piel al saber que esa mesa estará llena con la alegría de las personas que más amo, además de que lo que prepararé con mucho amor también será para ellos.

Busco en Internet menús divertidos y creativos para niños que además sean saludables. Saco algo de fruta y la corto en pequeños trozos para hacer decoraciones, para Karol dibujo una corona de princesa, su fruta favorita es la piña así que me esmero de que se vea bien la forma de la corona, cuando lo consigo por los alrededores distribuyo los trozos de fresa de tal manera que quede cubierto el resto del plato, decoro con algunas rodajas de banano lo que falta y chocolate, quedo satisfecho con el resultado.

Para karen intento hacer un flamenco rosa con la sandía, los trozos de manzana los distribuyo por encima para que parezcan las nubes, en la parte de abajo coloco unas cuantas uvas y termino las decoraciones con chocolate.

Y para mi campeón dibujo un balón de fútbol con las peras y chocolate, los trozos de manzana verde los ubico de tal manera que la cáscara de una ilusión de cesped.

Por último tomo un plato más grande y distribuyo los trozos de fresa formando un corazón, decoro el borde de éste con chocolate y la fruta que queda la acomodo por el resto del plato.

Coloco muy satisfecho todo sobre la mesa, cubro con cuidado los platos de que no se dañen y regreso a la cocina para hacer algo de jugo de naranja y café, además de unas tostadas.

Cuando está todo listo observo el reloj y me lavo las manos porque ha llegado el momento de despertar a los niños.

Primero voy por las niñas ya que siempre son un poco más complicadas para hacerlas abandonar la cama.
Subo las escaleras y entro con cuidado a su habitación. Se siente tan bien de ingresar a este lugar y verlo ocupado por estas hermosas princesas, tenerlas todos los días, recibir sus besos, abrazos y todas sus muestras de cariño.

Lo Mejor De Mi Vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora