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El día mas esperado de la familia Park había llegado. El pequeño príncipe cumplía sus 5 años y se iba realizar una fiesta un poco mas grande debido a la decisión que tomaría el príncipe Min.

Habían sido cumpleaños familiares hasta ese entonces por lo mal que se sentían aún por la perdida del rey.
Hasta que algún heredero real ejerciera poder en el trono se podría hacer una fiesta decente.

YoonGi había elegido uno de sus mejores trajes y había conseguido un regalo especial. Eso definiría la respuesta silenciosa de su decisión.

El pequeño no quería ni vestirse. No quería nada. Había pasado mucho tiempo y su príncipe no había ido a visitarlo. Ya no creería en sus promesas. Estaba enojado.

-No quiero nada- había despertado con un puchero, sabia que era su cumpleaños pero aun así eso no lo hacia feliz. No cuando había ido al cumpleaños de su hermana mayor pero a los demás no. Había escuchado que podía ser una señal de que el príncipe se quedara con ella. No le gustaba, era su príncipe no de su hermana.

-El príncipe Min confirmó que vendría- su nana le pico una costilla para ver aunque sea una sonrisita.

-No le creo- cruzo sus brazos y nunca sonrió.

-Bueno, al menos si él no viene vas a tener que cambiarte, muchas personas si vendran- no sabia como convencerlo, era muy difícil.

-Entonces es verdad que no va a venir, lo odio, no quiero nada, no saldré y no me cambiaré, pueden ceñir todas las personas que quieran pero no me importa- se metió al baño con rapidez y trabo la puerta.

-Cariño, tienes que salir- la nana toco la puerta- Te dije que si va a venir. Debes ser paciente. Recuerda que no vive cerca.

-¿Todo en orden?- llego la reina que supervisaba que todo estuviera en orden.

-No quiere salir a cambiarse.

-JiMin, deja de ser caprichoso y sal ahora mismo- demandó la reina con fuerza, no le gustaba cuando su hijo hacia eso.

-No quiero, no quiero, no quiero, es un mentiroso y no quiero verlo, bueno, si quiero verlo pero miente, no quiero nada.

-¿de que esta hablando?- la reina confundida observo a la nana.

-Cree que no vendrá el príncipe Min.- contestó con voz baja.

-JiMin sal ahora mismo o traeré al mismísimo Min para que te saque de ahí y te de vergüenza porque no estas vestido.

El pequeño salió disparado del baño y estiro los brazos hacia la nana para que empezara a vestirlo.


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