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JiMin se sentía tan raro pero su corazón latía rápido al estar cerca de él.

Podía notar que estaba nervioso.

-Pequeño ¿sucede algo?- el ceño de YoonGi se fruncio el ceño tomando su mano.

-Uh, no, estoy bien- sonrió el pequeño y se acomodaba mejor en el asiento sin ser consciente de que su muslo rozaba con el del mayor y se acercaba mas.

-Ah, pensé que necesitabas algo más- no sabia si soltar su mano y pasarse al otro asiento o que hacer.

-¿Por que pregunta, Hyung?- no sabia por que sentía su corazón acelerado y las ganas de acercarse a YoonGi y que lo tocara suavemente. Que lo abrazara cono cuando era un niño y que le prestara mas atención.

-Solo note que te estas comportando diferente- ladeó la cabeza algo extrañado esperando una explicación.

-Lo siento, estaba enojado conmigo y no me gusta- hizo un puchero tan bonito que quería apartar su mirada pero no podía. Su rostro estaba a centímetros de el suyo y no podía besarlo.

Al llegar a Busan, el príncipe era esperado por todos ahí. Les hacia falta su radiante personalidad.

Al bajar estaba ansioso por lo que había sucedido. YoonGi no se alejaba de él pero no daba señales de querer estar más cerca y lo confundía.

Abrió la puerta, ahí estaba TaeMin, esperándolo con una sonrisa. Pero sus pensamientos se desviaron cuando sintió la mano de YoonGi en su espalda baja, incitándolo a seguir caminando rápido.

SuMin se daba cuenta de la actitud del príncipe mientras que el amigo de su hijo solo podía pensar en lo lindo que se había puesto JiMin.

TaeMin abrió sus brazos esperando el abrazo del menor pero nunca llego.

YoonGi lo volteo hacia él para que lo mirara y estaba decidido a besarlo, demostrarle a ese chiquillo que lo tenia a su disposición pero no se rebajo y trato de guardar la calma.

Suspiro y sonrió hacia el niño, se sentía estúpido así que siguió  caminando para saludar a la reina.

-Dame mi abrazo- susurro TaeMin hacia JiMin, tenia tantas ganas de tenerlo en sus brazos y darle muchos mimos.

-Esta el príncipe Min aquí, comportate- lo codeo para que guardara la compostura y TaeMin se sintió como un niño regañado por su madre.

YoonGi esbozo una sonrisa triunfante, no susurraban muy bien que digamos. Cambio su rostro a uno muy serio cuando la reina lo vio con los ojos entrecerrados.

Se despidió como se debía de la reina y solo hizo una pequeña reverencia con la cabeza para despedirse de los jóvenes.
En cuanto JiMin vio como se alejaba, su mente le dijo que extrañaba las despedidas que tenían cuando era mas niño y sin esperarlo, corrió hacia el príncipe. No le tomo mucho tiempo alcanzarlo.

SuMin tomo el brazo de TaeMin para que los dejara. No podía cambiar su destino.

JiMin abrazo al príncipe con mucha fuerza y YoonGi se sentía completo. Tomo el rostro del niño y dejo un beso en su nariz. Toda su cara se había vuelto un tomatito.

-Nos vemos, Hyung- sonrió el pequeño y este dejo un beso en su mejilla, muy cerca de sus labios.

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