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La fiesta era muy familiar y YoonGi se sintió un poco incómodo.

Todos lo veían, tal vez esperando que se acercara o declarara una relación oficial con alguna princesa.

Todas estaban enteradas de la situación y tenían un semblante serio. Los familiares realmente no sabían que hacia el Príncipe ahí.

YoonGi pudo ver a su pequeño siendo cargado por la sirvienta extranjera. Lo habían vestido como todo un príncipe. Tan tierno y elegante a la vez. Sus mejillas eran regordetas y no podía creer que en cuatro meses su bebé había crecido tanto.
Sentía su corazón emocionado por ver a ese pequeño.

No se había acercado a petición de la reina.
Pero en un momento de la noche, el bebé se talló sus ojitos con cansancio y estiró sus brazos al príncipe Min cuando pasó por su lado. No pudo evitar prestarle atención a como el niño luchaba por salir de los brazos de la sirvienta. YoonGi gustoso lo recibió, le gustaba la forma en que lo buscaba naturalmente.

La reina solo veía con una mueca como JiMin era feliz en los brazos del príncipe.

Los caballeros de mayor edad fruncían el ceño al ver como cargaba al bebé. Esas acciones para ellos solo se aceptaban en las mujeres, eran las responsables de cuidar a la descendencia.

El pequeño se aferró a uno de sus botones y YoonGi batalló para tratar de que lo soltara. Podía causarse daño en sus delicadas manitas.

Las princesas rápidamente fueron en su ayuda, los hombres parecían molestarse por lo que hacía.

-Yo lo tomo, no se preocupe- arrancaron de sus manos a JiMin y el pequeño empezó a llorar. Todos los presentes voltearon ante tal escena. Él pedía a gritos que no lo soltara YoonGi. La madre del pequeño detuvo su plática y en pocos minutos todas las mujeres Park ya estaban al rededor de Min que aun no soltaba la pequeña manita del bebé.

Trato de jalar su dedo que sostenía fuerte JiMin pero incluso sentía las delgadas uñas enterrarse en su dedo. Se aferraba con todos sus fuerzas.
La reina tomó en brazos a su pequeño y solo de esa manera pudieron separarse.

Toda la atención estaba en el bebé que SuMin apresaba en su pecho simulando la comodidad de su vientre. Era algo que los bebés necesitaban ya que se sentían seguros.

La reina vio de reojo al príncipe y se acercó a donde antes se encontraba conversando. Como si no hubiera pasado nada, todos se ocuparon en lo que estaban y solo YoonGi se quedo viendo a la nada.

-Vamos muchacho, eso es trabajo de mujeres- un anciano agarró con confianza su hombro y lo acerco al círculo donde se encontraban los hombres platicando para incluirlo a la conversación.

our happiness has been planned Donde viven las historias. Descúbrelo ahora