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Cuando YoonGi visitó a su pequeño pudo notar que todo el tiempo tenía las mejillas muy rojas y evitaba todo contacto visual con él.

-¿Qué pasa?- el mayor tomo su cada entre sus manos para que no de moviera y lo viera a los ojos.

-Uh, uhm, na-na~da- estaba nervioso por la cercanía. Su mamá le había enseñado algunas cosas para acercarse a él y como debía comenzar con hacer feliz a su hombre pero de tan solo pensarlo lo avergonzaba.

-Okey, estas muy extraño pero estoy aquí, tengo que disfrutar de ti- Ahora hasta las orejas de JiMin estaban rojas. Su madre enseño lo había traumado con frases y acciones insinuantes que "ayudarían" a que comenzara la acción.

El pequeño salto en su lugar apartando su mano cuando sintió el frío tacto del mayor en esa zona. YoonGi lo vio desconcertado.

Cuando JiMin volteo a ver lo que hacia, mordió su labio con pena. El príncipe iba a colocarle la sortija de compromiso. Un diamante que brillaba tan bonito se posaba en medio de esta.

El corazón del más pequeño, latió con fuerza, a pesar de morir de vergüenza por todo lo que tuvo que saber, quería realmente hacer feliz a ese hombre. Que le espero por tantos años, que lo cuido desde que tenía memoria y que ahora le pedía de una manera romántica y hermosa que se casara con él.

A pesar de que era un niño pudo notar siempre lo importante que era su príncipe en su vida. Aunque no sabía los procesos de matrimonio, de noviazgo y las etapas del amor, siempre había sabido que ese muchacho tan pálido y apuesto sería suyo por siempre.

our happiness has been planned Donde viven las historias. Descúbrelo ahora