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El banquete empezaría en la tarde y JiMin solo estaba sentado en el salón principal viendo a muchas personas pasar, estaba aburrido y su madre no lo había dejado moverse de ahí por ningún motivo.

Tenía una muy buena de vista de la entrada y ya había observado como al entrar muchas personas presentaban sus regalos.

Nunca se había sentido tan aburrido en su cumpleaños.

Su nana se llevó toda su atención cuando llegó a él y empezó a limpiarle su saco, lo había llenado de algo de la comida y era un poco desagradable. No había notado que estaba un poco mas maquillada y se veía muy bonita.

-Gracias- sonrió el pequeño para seguir con su tarea de ver a todos entrar por las gigantes puertas.

Apoyó su mano en su barbilla con real aburrimiento. Quería ir a su habitación ya ¿por qué seguían llegando personas que no conocía?

-Quiero agradecer a todos por asistir a esta ocasión especial- su madre se puso a su lado para hablar a todas las personas. Empezaría apenas.

Volteó a su derecha cuando sus hermanas se formaron como su madre detrás de la mesa.
Las mesas estaban acomodadas y listas para los invitados.

Y cuando volteó a su izquierda su corazón latió mucho mas rápido.

El príncipe Min se estaba acomodando en su silla, como todos los demás, pero a su lado.

YoonGi le dedico una sonrisa y estiró su brazo para tomar su mejilla. La pellizco levemente para después sobarla.

El pequeño no podía creerlo, estaba ahí prestándole atención solo a él y estaba sonriendo tan reluciente. No había visto cuando entró y eso que había puesto toda su atención a la puerta.

Los dos se veían a los ojos son percatarse de algunas personas que los observaban.
La reina toco la pierna del niño para que prestara atención. Le restaban entregando su comida.

-JiMin, mira, tu favorito- la reina señaló su plato y sonrió a su pequeño. Este solo asintió feliz, ya podía decir que estaba feliz.

our happiness has been planned Donde viven las historias. Descúbrelo ahora