31

100 13 0
                                    

Con el tiempo, JiMin se dio cuenta de la frecuencia en la que faltaba YoonGi al ir a Daegu.
Ya casi no se encontraba en el castillo y cancelaba las visitas.

Habían pasado cuatro años y tenía meses sin viajar al castillo del príncipe. No había asistido a ningún cumpleaños en un año entero. Y temía que su príncipe se estuviera olvidando de él.

Su cumpleaños diecisiete estaba cerca y había resuelto en su corazón que si negaba esa invitación, lo habría perdido para siempre.

Esos pensamientos negativos lo carcomían diariamente.

Él sabia que era una persona especial y sufría debido al rechazo de muchas personas al verlo de manera extraña.

La mayoría de los residentes en el castillo conocían la situación del pequeño príncipe.

JiMin suspiro aburrido. Se encontraba en su habitación, solo y viendo el techo. Tenia cólicos y le dolía la cabeza.

No podía dejar de pensar en YoonGi y como había demostrado su rechazo.

Su nana abrió la puerta bruscamente.

-¡Tienes que preparar tus cosas!

Se levanto con rapidez al ver a la mujer abriría su armario y empezar a sacar ropa para transportarlo.

-¿Por qué?

-El príncipe Min llegará en cualquier momento y tu sigues ahí tumbado.- su nana estaba presionada. No habían mandado un mensaje con aviso de que llegaría el príncipe.

-Pero si no avisó, de seguro solo viene a... ¿hablar con mi madre?- estaba enojado con él así que tomaría cualquiera de sus acciones indiferentemente.

-El príncipe Min se encontraba en Busan y mandó un mensaje que hoy llegaría por ti.

Alzó una ceja analizando la situación. No podía llegar así como si nada.

La mujer le tendió un traje para que se cambiara y lo apresuró a estar listo.

Rápido se vistió y vio su reflejo en el espejo. Se veía bien pero estaba desanimado. Practicó varias poses parar que no notaran su estado de ánimo pero nada funcionaba. Se sentía realmente mal y al estar tan sensible su autoestima bajaba.

No pensaba que fuera algo bonito en ese momento.

-Cariño, el príncipe Min esta aquí. Tienes solo dos minutos para estar en la puerta- la voz calmada de su madre lo puso en alerta. Siempre que iban por él, notaba cierta incomodidad pero esta vez se veía tan feliz y emocionada.- Avanza, te esta esperando.

Empezó a empujarlo para que fuera mas rápido y eso lo confundía mas.

Al estar en la sala principial pudo apreciar a su bello príncipe, sin embargo este se encontraba analizando unos papeles.

Al parecer seguía concentrado en su trabajo.

YoonGi trago fuerte al ver al pequeño pero no quería pensar en eso. Ya tenia un objetivo claro y vería por el bien del pueblo.

Se despidió breve de la reina y se retiró junto al chico para emprender el viaje a su lugar natal.

Estaba cansado por todo. Él era quien administraba lo que se hacían con las propiedades del reino y cuando habían disturbios debía recuperar las tierras.

Todo el tiempo salía pero era el mejor trabajo para él antes de ser rey.

our happiness has been planned Donde viven las historias. Descúbrelo ahora