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Tan rápido se había pasado el tiempo que JiMin ya tenia doce años y estaba perdido por su Hyung.

Tantos años conviviendo con él y hasta ahora se daba cuenta de lo apuesto que era. Obviamente era entrenado como cualquier príncipe y estaba adoptando una hermosa actitud con él.

-TaeMin Hyung, no me voy a ir para siempre- las mejillas de JiMin estaban sonrojadas mientras el chico le daba un abrazo susurrándole que no quería que se fuera.

-Pero solo aquí puedo verte- se alejó de su rostro para verlo a los ojos y le sonrió tan bonito que sintió su pecho descontrolado.

-Me podrá ver la próxima semana, cada vez se están alargando mis días en el castillo de Daegu- le tomó la mano para dejar un apretón y darse la vuelta viendo el reloj.

Abrió los ojos en grande cuando vio la hora. Estaba diez minutos atrasado y sabía cuan impaciente era YoonGi cuando no se cumplían los horarios.

Corrió diciendo "Adiós, Hyung, lo veo luego" para salir de esa habitación y llegar al salón principal.

Su madre lo reprendió con la mirada cuando llego con pequeñas gotas de sudor en su frente y corrió con mas fuerza al carruaje que esperaba afuera.

YoonGi estaba adentro ya y estaba demasiado serio para su gusto.

-Tardaste quince minutos en llegar- anotaba algo en una hoja.

-Lo siento, estaba con...- no podía regular su respiracion y YoonGi prestó atención a su excusa- Estaba con TaeMin Hyung.

Una sonrisa nerviosa esbozó JiMin sintiendo desfallecer por la mirada que el príncipe le dedico para después ignorarlo por todo el viaje.

Nunca se había sentido incómodo al viajar con Min hasta ese momento. Estaba enojado y sabía que no soportaba que no fueran puntuales.

Al bajar del carruaje, todo fue mas silencioso y se disculpó por hacerlo enojar.

-Que sea la ultima vez.- le dijo YoonGi con un tono tan raro que le hacia sentir opresión en su pecho, se sentía tan frío.

Le había dicho que lo había perdonado pero su actitud no cambio en todo el día, ni siquiera asistió a la cena.

-¿Qué hiciste, cariño?- pregunto Gina mientras comían, conocía a su hijo como la palma de su mano y todas sus emociones solo eran influidas por ese chico.

-Uh, solo tarde en salir- suspiro con pesadez, solo una vez se había enojado con él y no se sentía nada bien.

-¿Por qué?

-¿Que?- pregunto confundido.

-¿Por qué tardaste en salir? Sabes que YoonGi no es paciente respecto a su tiempo- la reina seguía comiendo mientras que el chico solo pensaba en su situación.

-Pues solo me estaba despidiendo de mi Hyung- veía su plato fijamente, no encontraba nada malo en eso. Gina dejo sus cubiertos para ver al chico. Comprendio la situación rápido.

-Supongo que debe ser muy importante como para que no tengas noción del tiempo.

-Creo que si. Es mi Hyung.- mordió su labio inferior pensando en esa posibilidad.

-¿Ya no te emociona venir aquí?

-Pues... me gusta pero es mas rutinario, si creo que es eso.- empezó a jugar con la comida en su plato, se sentía desagradecido al decir eso.

Gina no mencionó ni preguntó nada mas en toda la cena.

°

-¿Que viste?-pregunto a YoonGi que estaba trabajando.

-¿De qué hablas?- seguía escribiendo con el ceño fruncido.

-Siempre le perdonas todo ¿que viste?- Gina realmente conocía a su hijo y quería llorar al ver como se desfiguraba su cara por aguantar el llanto.

-Es un niño, era obvio que no, que no- rompió en llanto sin poder evitarlo, su pecho dolía y no quería que nadie lo viera así.

La reina se acerco a su hijo para abrazarlo, ya se imaginaba lo que pasaba así que para ya no atormentar mas a su bebé, porque en su mente seguía siendo un bebé, solo dejó que se desahogara y no hizo mas preguntas.

our happiness has been planned Donde viven las historias. Descúbrelo ahora