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En llamas, subí por el sendero trazado inocentemente por la vena de su cuello. Mordí el lóbulo de su oreja y un jadeo controlado escapó de sus labios carnosos.

Acuné su rostro dubitativo entre mis manos y estampé un beso carroñero sobre sus labios; pude notar que su cuerpo se congeló cuando apresuré el ritmo del beso. Ese segundo de cavilación me apartó ligeramente de mi impulso, pero lejos del rechazo, ella se puso de pie y respondió con un beso aún más intenso.

Saboreé el filo de su lengua y mis manos delinearon el contorno de su trasero mullido e imperfecto. Pellizcándolo, trepé por su espalda hasta que, tironeando de su corpiño, pude desabrocharlo.

Envolviendo su cuerpo con el mío, alborotando su cabello húmedo, la arrojé contra la cama, donde continuamos con esta gran equivocación.

Toqué sus puntos sensibles: mordisqueé sus pezones, besé su ombligo y el interior de sus muslos, recibiendo un feroz "dame más" incendiario y energizante; ella mandaba y yo, obedecía.

Con ella no sentía la presión de "cumplir"; mi rol de esposo era inexistente y evadirme de cualquier responsabilidad de procrear, era el combustible que alimentaba ese affaire tan imprevisto como doloroso.

– Seguí, seguí...así...así... – sus manos presionando mi cabeza para permitir que mi boca ahonde en ella, era sublime.

Magali era pasión, era necesidad, era traición.

Magali era inconsciencia, un mar de problemas y se convertía en una maldición.

Tropezando con mis pantalones llegué a mi bolso, donde tenía una caja de preservativos que, como jugarreta de mi cabeza, había comprado en la estación de servicio en la localidad de Dolores, donde habíamos parado a cargar combustible en mi caso e ir al baño, en el suyo.

Urgido, con mayor rapidez que la primera oportunidad, me lo coloqué y sin dudar, la hice mía.

Ella corcoveó, como las olas de Mar del Plata al romper contra el muelle.

Presionando sus piernas contra mi cadera, parecía asegurarse que esta vez no me iría como un cobarde, dejándola sola y desprotegida. 

 

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"A destiempo" - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora