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Bruno Acosta lucía desbordado. En proceso de quiebra recurría a nuestra ayuda; había dado con las personas justas. Magali desplegaba su encanto y transmitía seguridad. Levantándose varias veces para atender unos llamados, él se alejaba de la mesa a fumar y hablar en el parque del hotel, dejándonos solos a mi empleada y a mí.

Sin poder concentrarme en el análisis económico de Magali, contestándole de modo automático, no podía quitarle los ojos de encima. Y así fue como mi mano inquieta subió por su muslo, encontrando en su entrepierna, descanso. Tragando duro, ella fue profesional y simulando, arregló la falda quitando mi mano de su V prohibida.

Sin levantar suspicacias, me retó como a un niño. Y yo, respondí como uno.

— Mido tu capacidad de concentración —solté con ojos pícaros.

Ella pasó la mano por su nuca y rozó mi nariz con la suya, de modo tierno. Lamentablemente, nuestro cliente regresó y junto a él, la charla laboral.

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Quedándose más tiempo de lo previsto, rápidamente llegó el momento de finalizar la reunión y prepararnos para la cena oficiada por Peters y Arismendi en el Club de Golf.

— En una hora, en la recepción. Vendrá un taxi por nosotros —caminando por el pasillo rumbo a las habitaciones, afirmé. Magali se detuvo frente a su habitación y tarjeta en mano, quiso abrir la puerta cuando la tomé por la cintura y la hice girar para dejarle frente a mí.

— Astor...basta...acá afuera nos pueden ver —fue reacia a mis besos en su cuello. Entre risas, me alejaba la cara.

— ¿Y? Qué les importa si estamos o no casados, o si somos amantes...

— ¡Estás loco! —finalmente aceptó mi beso sediento. Mi pierna abrió las suyas.

Habiéndole robado su tarjeta de la mano, quise abrir, sin éxito.

— El destino no quiere que entremos — se mofó de mi mala fortuna.

— El destino es una mierda — jalando de su labio, me aparté de su cuerpo hipnótico.

Agitado, avancé hacia mi habitación y con el dedo en alto le hice una promesa:

— ¡No te me vas a escapar! Esta noche, prepárate.

— ¡No te me vas a escapar! Esta noche, prepárate

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"A destiempo" - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora