Cuando bajé ya no estaban en el salón, sino en la cocina, entré y vi a Malú de espaldas a mí, sacando algo del mueble, Sergio subido a una silla quedaba a la altura de su hermana, y estaba jugando con ella, sonreí al verlo, quizás estaba mal que lo dijese yo, o a lo mejor sólo era amor incondicional de tío, pero el enano era adorable...
-Sí que lo es...- habló Malú interrumpiendo el hilo de mis pensamientos. -Que es muy mono...- aclaró, la miré sorprendido, me había leído la mente?-No me mires así, no soy bruja, ni nada por el estilo, tu cara de tonto mirándole lo decía todo...- reí, me había dicho que tenía cara de tonto?
-Cara de qué?- su sonrisa se iba haciendo cada vez más grande mientras dejaba unas tazas en la mesa y se acercaba a mí.
-De tonto... Como la que tienes ahora mismo...- terminó la frase muy cerca de mi oído, cosa que causó que se me pusiera el pelo de punta y un escalofrío me recorriese ligeramente al sentir su aliento cerca de mi piel. Sonrió triunfante, sabía de sobra como provocarme y lo hacía, y creerme si os digo que lo hacía divinamente... Aprovechó mi embobamiento momentáneo para quitarme la ropa mojada que llevaba en la mano.
-Ey! Trae!- me esquivó con habilidad y se llevó la ropa... Negué divertido, estaba loca... Y a mi me volvía loco ella, así que estábamos los dos emparejados... Nos sentamos a merendar, yo comencé a darle la merienda a Lucía, no tuve el problema de la tarde anterior, parece ser que nos llevábamos mejor... Malú sacó los dulces que había ido a comprar con Sergio, y no nos pudimos reír más cuando Sergio comenzó a comer... Se llenaba toda la boca de chocolate, e intentaba limpiarse con la lengua... Malú cogió también un trozo bizcocho y le dio un bocado...
-Mmmm... Que bueno...- la miré, y a mí si que me pareció bueno lo que estaba viendo, reí y me miró, me sonrió con la mirada, porque seguía disfrutando del bizcocho...-Quieres?- negué con la cabeza, mientras que acercaba mi mano a su boca y delicadamente limpié un poco de chocolate que había quedado por debajo de su labio, lleve mi dedo a mi boca y lo saboreé bajo su atenta mirada.
-Mmm... Pues si que está bueno eh.- reí por como me miraba, me gané un pequeño golpe en el brazo.
-Si habías dicho que no querías!- volví a reír y continuamos con la divertida merienda, hasta que mi móvil interrumpió... Miré el identificador de llamadas y era, Miguel, mi jefe... Me levanté de la mesa, Malú lo entendió porque asintió con la cabeza y siguió ella dando de merendar a Lucía...
Contesté, y al momento me arrepentí...-Diego me tienes que hacer el favor de tu vida, sabes que no te lo pediría si no fuera estrictamente necesario...-suspiré, Miguel era un buen jefe, lo único malo es que a veces se fiaba de quien no debía...
-Dime, que pasa?- pensé que iba a ser algo muy gordo, sino sabía de sobra que no me hubiese llamado... Y no me equivoqué...
-Hemos tenido un problema con el proyecto que llevaba Lucas... Básicamente hay que presentarlo mañana y Lucas ha realizado uno, pero sin seguir las directrices pedidas por el cliente...- Joder! Conocía el proyecto, pero hacerlo para mañana, eso era otra cosa...
-Y como no os habéis dado cuenta antes?- rió de manera irónica.
-Porque decía que nos iba a sorprender a todos, y que hasta la junta no lo iba a enseñar... Y claro que nos ha sorprendido...- negué con la cabeza, tenía que hacerlo, tenía que intentarlo por lo menos, cualquier proyecto para nuestra empresa era vital, empezaba a ser una de las más reconocidas.
-Vale, de acuerdo, intentaré hacer uno y mandártelo, pero no puedo ir a presentarlo, tengo a mis sobrinos en casa...- un suspiro de alivio se escuchó al otro lado.
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La luz de su sonrisa
FanfictionNOVELA TOTALMENTE FICTICIA sobre Diego y Malú. Diego, un arquitecto de 30 años con un pasado no muy fácil que digamos, que conocerá a Malú en extrañas circunstancias... Iremos descubriendo de su mano como el destino va jugando con los hilos, movién...