A la mañana siguiente, me levanté temprano, todavía estaban todos acostados, así que aproveché para ducharme, y arreglarme. Mientras me estaba afeitando, vi a Sergio salir de la habitación, aún medio dormido... Salí a por él, lo cogí y lo senté en el lavabo mientras yo terminaba...
-Buenos días campeón!-se restregó los ojos y mandó una sonrisa de buenos días al mundo entero.
Una vez terminé de arreglarme, bajamos a la cocina, mientras le preparaba al pequeño su desayuno se me ocurrió algo.
-Sergio, que te parece si ahora le hacemos el desayuno a Malú y se lo subimos, para darle las gracias por quedarse con vosotros ayer y por ayudarme?- Sergio ladeó ligeramente la cabeza, y me miró como quién no entiende nada... Me reí, era comprensible que el pequeño no me entendiese, tenía que explicarlo de manera más sencilla. -Que te parece si le damos una sorpresa?-eso sí lo entendió porque asintió entusiasmado... Reí, y me puse a darle de desayunar... Una vez terminó empezamos los dos a hacer el desayuno, se rió de mí cuando se me quemaron los primeros crepes... Una vez le cogí el truco, no se me quemaron más... Cuando lo teníamos todo listo, Sergio salió de la cocina, lo seguí, y lo vi rebuscar entre sus juguetes.
-Sergio que buscas?- pregunté curioso, mientras me asomaba... No se dio la vuelta, y siguió buscando.-Te ayudo?- ahora sí me miró.
-Tito, no tenemos una flo'- sus grandes ojos me miraban preocupados, sonreí, vaya sobrino detallista que tenía.
-Mmm... Llevas razón... A ver que encontramos por aquí...- me uní a su búsqueda.
-Mira tito!- saco ante mis ojos un peluche en forma de flor, era lo mas parecido que íbamos a encontrar. Reí por su cara de entusiasmo al haberlo encontrado.
-Ese es mi niño!- lo agarré en brazos mientras lo llenaba de besos, su risa se hacía cada vez más grande, hasta que escuchamos a lo lejos.
-Diego? Sergio?- era Malú, Sergio me miró con los ojos muy abiertos, sonreí para calmarlo.
-A la de tres, decimos sorpresa vale?- le susurré al pequeño, que asintió entusiasmado... Fui contando progresivamente mientras entrábamos en la cocina hasta llegar a tres, donde Sergio gritó a todo pulmón.
-Sorpresa!- reí del pequeño salto que dió Malú, ella al vernos no pudo evitar que una gran sonrisa se dibujase en su rostro.
-Sorpresa.- repetí risueño ante su mirada interrogante.
-Y a que se debe esta sorpresa?- reí y bajé al suelo a Sergio, porque si no creo que hubiese saltado desde mis brazos.
- "Alú" las sorpresas son sorpresas...- le explicó Sergio mientras se acercaba a ella y le daba el peluche.Reí incrédulo por la respuesta de Sergio, Malú lo miraba divertida... Y por su puesto Sergio se ganó un beso, cosa que parecía agradarle demasiado... Aunque no era raro, a mí también me encantaban...
-No vas a probar el desayuno que te hemos preparado?- su mirada cambió de Sergio a la mesa, y se sorprendió. Aún no se había fijado en el desayuno.
-Es para mí?- sonreí a la vez que asentía con la cabeza.
-Venga a que esperas?- le dije mientras le movía la silla para que se sentase.
-Pero no tenías porque haberte molestado en hacer todo esto, con un café me hubiese valido...-reí mientras me encogía de hombros, ella mientras se sentó.
-No te preocupes he tenido buena ayuda... Para una vez que lo hago lo tendré que hacer bien, no?- rió por mi comentario, yo le revolví el pelo, cosa que causó un comentario de protesta en ella.-Eh! Deja mi pelo...- reí y salí de la cocina dejándola con su desayuno y Sergio... Subí a por la pequeña Lucía, bajé para darla de desayunar y me encontré a Malú y Sergio hasta las cejas de chocolate...
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La luz de su sonrisa
Fiksi PenggemarNOVELA TOTALMENTE FICTICIA sobre Diego y Malú. Diego, un arquitecto de 30 años con un pasado no muy fácil que digamos, que conocerá a Malú en extrañas circunstancias... Iremos descubriendo de su mano como el destino va jugando con los hilos, movién...