11: ¡Qué cobarde!

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Ya era Sábado por la noche.
Si ya me había hecho mi famoso cambio de look, y si me preguntan era algo que quería hace mucho tiempo atrás y ahora ya lo tengo y me gusta, me encanta como me queda.

Hoy tenía una fiesta, la verdad no se de quién, mis amigas me obligaron a venir, por así decirlo, en realidad no quería, y si es cierto podría haberle dicho a las chicas que no, pero si no lo hice es...porque si quería. La verdad quería y no quería, pero ya estoy aquí y no me voy a regresar, porque se ve divertida, aunque las chicas ya me hayan dejado.

Como estaba sola decidí ir al bar improvisado que había en esta casa que parece mansión, una vez que llegué allí pedí un coctel de menta, el cual era mi favorito, me quedé ahí por un rato luego, me dirigí a la pista de baile porque sonó una música que me gusto, pero sentí que alguien tomaba mi mano y sabía de quien se trataba.

Y como no saberlo, si esa persona era la que me ayudo a entender lo que sentía por mi ex mejor amigo.

Era Chris, en el momento que me giré para verlo me dio una de sus sonrisas coquetas.

-Te vez hermosa - Dijo eso hizo que me sonrojara.

Como demonios no iba a sonrojarme si solo de escuchar su voz ronca la piel se me pone de gallina.

- Gracias - fue lo único que pude decir ya que mi voz no salía.

- ¿Quieres Bailar?- preguntó con su voz ronca.

No era necesario responder, porque eso iba a hacer, justo antes de que el tomara mi mano.

Bailamos unas tres canciones hasta que sonó Hotter than hell, los dos seguiamos bailando hasta que por un momento mi mirada bajo a sus labios yo sabía perfectamente lo que iba a seguir despues de ver su boca, deje de bailar, para detener mis malas intenciones, pero aún así ellas seguian aquí y me carcomian por el deseo de hacerlo.

Quiero hacerlo, hace años he querido hacerlo.

Pero que clase de mierda estoy pensando.

El se dio cuenta que había dejado de bailar y a cambio de eso estaba mirando su boca... su perfecta boca , el tambien lo hizo.

Me pregunto porque me había detenido, pero yo no hice caso a sus palabras y me acerque a el, y lo besé, por primera vez probé sus labios, Chris lo correspondio al instante, era una sensación increible era una mezcla de emociones de mi parte y de su parte, es algo que no puedo describirlo , pero me detuve porque no era lo correcto, no era correcto que este haciendo esto y con él. No quiero que me vuelva a suceder, lo que ya me pasó.

Y me separé.

- Lo lamento- dije en susurró.

- No tienes porque lamentarlo- dijo y volvio a unir sus labios con los mios.

Al principio no lo correspondí, pero luego me dejé llevar, porque el sabe perfectamente lo que hace. Chris unió mi cuerpo contra el suyo, sus manos estaban en mi cintura, su lengua me pidio permiso para entrar y yo se lo accedí, en ese momento mis manos viajaron a su cuello, sus laltidos iban acelerados, parecía que se le iba a salir el corazón, mis latidos estaban así o incluso hasta peor. Sus labios... ¡Aghh!... son mi perdición, mi adicción, son tan suaves. El beso es suave, cálido, sexy. Las emociones...¡Uff!... Juraría, por un segundo que Chris está enamorado de mí, porque lo que se siente es tan magnifico que creo que yo estoy en el jodido cielo porque lo que se siente es amor, amor puro, nerviosismo, hasta un poco de lujuría.

Besa muy, muy bien, para ser realista a sido el mejor besó que he dado en mi vida, sin duda alguna, fue el mejor de todos.

Nos separamos por falta de aire. Lo único que yo podia hacer era ver era esos lindos ojos verdes que me gustan desde los doce y que ahora que tengo dieciseis años me tienen enamorada.

Estoy enamorada de el mejor amigo de mi hermano.

Que mierda del carajo.

- lo siento, me tengo que ir - fue lo que dije para después salir huyendo como la cobarde que soy.

***

Era lunes.
No he hablado con Chris, desde el sábado, desde nuestro beso.

Ya había salido del baño y decidí ponerme una blusa blanca holgada con flores en el centro, un jean, plataformas color cake y un bolso del mismo color.

Luego de alistarme, desayunar. Fui directo a la secundaria, se me había hecho tarde.

En menos de veinte minutos llegué, ya eran siete y veinticinco, falta poco para que toque el timbre. Estaba caminando a mi casillero, llegue y saque los cuadernos de la primera hora, estaba por cerrar el casillero y alguien me sorprende cuando lo cierra de golpe, me asusté mucho, gire mi cabeza para ver quien era el imbecil que me había hecho asustar de esa forma e insultarlo y decirle hasta el mal de que se iba a morir.

Pero todo lo que pensaba en decirle, desaparecio cuando lo ví.

Era el.

El mejor beso de toda mi vida.

El mi amigo, y que no se si arruine mi amistad, con el beso que le di.

- ¿Podemos hablar? - me dijo, se lo veía preocupado.

La verdad no querí hablar con el , pensaba evitarlo todo el día, la semana si era posible, pero no pude, porque Chris me acaba de encontrar.

- ¿Es necesario? - pregunté con descaro, es que se a que se refiere cuando dice hablar. Es lo más obvio.

- Si, muy necesario- me contestó.

- ¿Por qué?- pregunté

- ¿Por qué?- el me contestó con lo mismo que yo había dicho.

- Chris, no en serio...- tome un descanso- no quiero hablar sobre el besó que te di... que nos dimos - me corregí - Hagamos como que nunca pasó si...- Vi un destello de triztesa en sus ojos, pero luego me dio una sonrisa forzada, como si lo que le dije le haya hecho daño.

- Está bien , Camila, haremos lo que tu quieres - me dijo ¿grosero?.

El no era grosero conmigo, Bueno excepto cuando no nos hablabamos, O sea hace un mes y una semana.

Luego de decir eso se fue.

Si tan solo supiera que él, es la persona, a la cual no quiero compartir con nadie más.

¿Tal vez se quedaría?
No lo sé

¿Chris sentirá lo que yo siento?
No, el no lo siente, soló soy yo. Otra vez soy yo. Siempre soy soló yo.

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No se olviden de guardarla en su lista de lectura y darle mucho, pero mucho amor.

Tampoco no se olviden de comentar y dejar su opinión sobre el capítulo.

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