SEIS

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—Oye Jae, Kyungsoo quería saber si te gustaría venir a cenar el viernes por la noche.—
—Dime a qué hora y allí estaré—
—Déjame que se lo pregunte al chef y te lo digo. —

JongIn hizo una pausa, durante la cual sumergió una papa frita en una pileta de ketchup
—.Puedes venir con alguien si quieres.

La mirada de Jaebum era inquebrantable.
—Sabes que durante la temporada nunca salgo con nadie en serio.—

—Sí, claro, sólo pensaba... —
JongIn se encogió de hombros

—.Da igual.—

—¿De verdad piensas que estuve grosero con ese relacionista público? —preguntó de repente Jaebum.

—¿Tú no?

—Sí — admitió Jaebum a regañadientes, sintiéndose mal cuando le pasó por la cabeza una imagen de la expresión de perplejidad de Jinyoung.

Odiaba pensar que se había llevado una primera mala impresión de él y que seguramente tendría que cargar con ello en la próxima ocasión en que se cruzaran sus caminos.

—Hablaré con el mañana, durante el entrenamiento — murmuró.

—¿Para decirle qué?

—Que me agarro en un mal momento y bla, bla, bla.—

—Y con bla, bla, bla, querrás decirle que sigues negándote a hacer cualquier tipo de actividad de relaciones públicas?—

Jaebum levantó el vaso en dirección a JongIn a modo de brindis.
—Por mi brillante compañero de equipo, que por fin empieza a entenderlo.—

—Cabrón —
gruñó cariñosamente JongIn.

Cambiando de tema, Jaebum se puso a hablar sobre el entrenador Mark Tuan y sobre quién pensaba que necesitaría trabajar un poco más en defensa.

Pero pese a que las palabras salían de su boca sin esfuerzo, tenía la mente en otra parte.

Estaba en el vestuario, disculpándose ante Park Jinyoung, devolviéndole aquella dulce sonrisa que antes había rechazado, explicándole que en realidad no era un imbécil consumado.

Se percató de que su mente empezaba a irse por las ramas y se obligó a retomar la conversación y a darse una advertencia al respecto.

Tendría que controlarse y evitar a Park o se vería metido en problemas.
Y los problemas, sobre todo en lo que a su corazón se refería, eran una cosa que no podía permitirse.

°°°

De regreso a la oficina de relaciones públicas de los Sicheon, en el recinto deportivo de los Metropolitan Gardens, conocidos en la ciudad como los «Met Gar», Jinyoung fue recibido por la imagen de Toro agachado sobre una caja de pizza abierta sobre su mesa.

En uno de los sofás de cuero, delante de él, estaba sentado Kim Junmyeon, Subdirector de relaciones públicas como el.

Kim era responsable de recopilar las estadísticas, los resultados de los partidos y cualquier otra información que los periodistas deportivos y los comentaristas televisivos necesitaban a diario.

Jinyoung no estaba muy seguro de que Kim, con su bronceado perpetuo, su actitud a lo "Hugh Grant" y su forma de hablar sin apenas abrir la boca, fuese persona de su agrado.
Le parecía falso, sobre todo cuando trataba con Wang.

Estaba dispuesto a retrasar la opinión que pudiera hacerse de él hasta conocerlo mejor, pero tenía la sensación clara y espeluznante de que la versión que él tuviera de conocerse sería radicalmente opuesta a la suya.

—¿Qué tal te fue? —preguntó Wang esperanzado, tendiéndole un pedazo de pizza.

La idea de conseguir que cada jugador se apuntara a tres actos benéficos le había entusiasmado.

Jinyoung rechazó la pizza y Wang se encogió de hombros, mordisqueando la punta del pedazo antes de guardarla de nuevo en la caja.

—.¿Has hablado con Im?

—Sí. — Jinyoung se instaló en el brazo del sofá situado enfrente del de Kim.

—.No lo hará.

—Sigue intentándolo— le ordenó Toro.
—.Conviértete en una mosca —
murmuró a modo de reflexión.

—He conseguido a Kim y a Bang— le informó Jinyoung.

—Eso es un buen principio. Kim es un buen tipo, lo hará prácticamente todo. Bang necesitará que lo lleves de la mano. Aún no domina muy bien el inglés.—

—De eso ya me di cuenta —
dijo con ironía
—.¿A quién más piensas que debería irle detrás?—

—Hhhmm. — Wang inclinó tan hacia atrás su silla giratoria que Jinyoung pensó que iba a caerse y atravesar las ventanas con cristales pintados que tenía detrás.—.Prueba con Oh Sehun o Hwang Hyunjin. Los dos están solteros y son muy guapos.
Consigue meterlos en algún evento benéfico, búscales algo de espacio en alguna revista femenina, eso ayudará.

Jinyoung asintió. No estaba del todo seguro de quién era Sehun o Hwang, al menos no a primera vista. Pero ya se enteraría.

—A lo mejor estarían dispuestos a formar parte de una subasta de solteros —
sugirió, pensando en voz alta.

—Eso es, chico. — Wang se empujó hacia delante y las patas delanteras de la silla chocaron contra la alfombra gris con un golpe amortiguado
—.Eso sería perfecto para ellos. Ya sabes cómo funcionan estas cosas: en cuanto los conozcas, sabrás enseguida quién está dispuesto a hacer qué, y tu trabajo estará hecho.

—Ah, sí. — Jinyoung bufó en plan de sorna.—Im es una pesadilla.—

—Pero si alguien puede ponerlo en vereda — Dijo Toro—, ése eres tú, muñequito. Confío plenamente en tus habilidades.—

«Me alegro de que alguien de nosotros confíe en ellas», pensó Jinyoung.

Toro seguía charlando:
—Mañana hablaremos sobre a quién podrías acorralar para hacer qué. Mientras, tal vez deberías... —
Se interrumpió, riendo entre dientes—.Virgen santa... ¿te das cuenta de que estoy diciéndote lo que tienes que hacer? Si tú lo sabes de sobras, por eso te contraté. —
Se levantó y remetió la camisa en el pantalón.

—.Y ahora, si me disculpás, tengo que irme corriendo. Uno de los grandes jefes de arriba quiere verme, sólo Dios sabe por qué.

—Seguramente quieren que les ayudes a clavar agujas en un muñeco de vudú con la figura de Im — dijo Jinyoung.

—Seguramente. —Wang no pudo resistirse a dar otro mordisco enorme a la porción de pizza que le había ofrecido a Park.

—Una cosa más antes de que te marches—
dijo Jinyoung.

—¿Sí?

—¿Hay alguna esposa o esposo que suela ir a los entrenamientos?

—A veces — respondió Wang —.El esposo de Park Chanyeol, Baekhyun, acude con bastante regularidad. ¿Por qué?—

—Porque quiero sondearles, ver si tal  quisieran hacer un reportaje del tipo «En casa con...» para alguna revista, o para el canal de las estrellas, o alguna cosa así — Dijo Jinyoung.
—.Tenemos que explotar a los jugadores casados, enseñar que en el equipo también hay hombres de familia.

Wang miró a Kim Junmyeon con una sonrisa radiante.
—¿Qué te dije? ¿Has visto todo lo que tenemos guardado en el departamento de cerebros? —

Se volvió hacia Jinyoung.

—.Me parece estupendo. Y ahora tengo que irme corriendo. Mañana podemos ir para allá en auto juntos. Estáte aquí a las nueve en punto. —

Enrolló el resto de la porción de pizza y se lo metió entero en la boca, se despidió con la mano de Jinyoung y Kim mientras iba ya camino de los ascensores, canturreando para sus adentros.

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