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DOS

Decidido a ignorar su negativa, se volvió hacia los jugadores.
-Sigamos - dijo sin alterarse-, ¿hay alguien que esté interesado en apuntarse?

-Yo me apunto - dijo una voz desde atrás.

Aliviado, Jinyoung se puso de puntitas y miró por encima de aquel mar de cabezas para ver quién había hablado.

Se trataba de JongIn, un tipo fornido y de cabello rizado que era uno de los segundos capitanes del equipo.

Jinyoung lo había conocido el día anterior y había quedado encantado con lo bien que se expresaba.

A decir verdad, no esperaba mucha inteligencia ni nada de eso en lo que a esos chicos se refería.
Al fin y al cabo, eran jugadores de hockey.

Se ganaban la vida persiguiendo un pequeño disco de caucho sobre una pista de hielo. ¿Qué inteligencia se podía esperar?

JongIn se adelantó, agarro la lista de las manos de Jinyoung y, después de examinarla por encima, anotó sus iniciales junto a tres actos.

-¿Quién es el siguiente? -preguntó. Jinyoung se percató de la mirada de enojo que le lanzaba Im Jaebum, a la que el sub capitán respondió encogiéndose de hombros con indiferencia.

Viendo que nadie se movía, JongIn suspiró.

-Lo intenté-
le dijo a Jinyoung, encaminándose hacia la ducha.

Era evidente que los chicos del equipo captaban las indirectas de su líder.

Si el gran Im Jaebum creía que no valía la pena anotarse a actos de caridad, ellos lo creían también. «Que Dios me ayude», pensó Jinyoung.

Tendría que esforzarse mucho más de lo que se imaginaba para conseguir algo de aquellos chicos. Sobre todo si tenía que enfrentarse al capitán Im para conseguirlo.

-Está bien -dijo Jinyoung, sin dirigirse a nadie en particular-, si no se apuntan hoy, voy a volver mañana, y pasado, y el día siguiente, hasta que se anoten. No puedo dejarlo pasar, chicos.-

Con su amenaza cerniéndose en el ambiente, vio que se acercaba el chico australiano, Bang Chan, una auténtica sorpresa.

Jackson le había advertido que los jugadores extranjeros solían desconfiar de las actividades de relaciones públicas porque no se sentían muy seguros con el idioma.

Les daba mucho miedo involucrarse en cualquier cosa que pudiera ponerlos en un ridiculo.

Evidentemente, Bang era la excepción a la regla.

-Hola -dijo con cuidado y con un acento muy marcado, su inocente cara de niño tremendamente seria -.Soy Bang Chan, pero puedes llamarme solo Chan.

-Bueno, hola Chan-dijo cordialmente Jinyoung -.Encantado de conocerte.-

El hizo un ademán en dirección a la hoja que Jinyoung tenía en la mano.

-Quiero apuntarme.-

-¿Tienes alguna idea sobre el tipo de actos que te gustarían más?. Hay mujeres en todos lo eventos.-
Comentó Jinyoung con la esperanza de animar más a esos hombre para que se anoten.

-. ¿Quieres participar en una partida de golf? ¿Una cena de etiqueta?-

-Sí, una cena. -
Se acercó a el, como si fueran a compartir un secreto

-.Tú también estarás, ¿no?-

-Sí.- respondió el castaño algo sorprendido.

-¿Querrías salir con mí?-