Cheater

Capítulo 28 (TY)

Felix 5 años 5 meses
Jeongin 4 años

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Sostengo la puerta de entrada abierta de par en par para que mis dos hijos puedan entrar corriendo y refugiarse de la lluvia; el transporte escolar los deja a pocos pasos de nuestro hogar, pero aún así siempre terminan mojándose un poco cuando llueve.

— ¡Felix alza a tu hermano porque aún no corre muy bien! —. Le grito a mi primogénito cuando los veo a ambos bajar lo más rápido posible del autobús.

Lixie, en vez de hacerme caso, abraza su propia mochila para evitar que se moje, empujando a Jeongin al suelo con la misma, pero no se detiene a ayudarlo, más bien corre hasta la entrada y sube a su habitación sin siquiera quitarse los zapatos.

Últimamente se ha vuelto un malcriado conmigo y con su hermano, y por más que intente hablar con él no me dice el porqué.

— ¡Jeongin! —. Mi segundo hijo se pone en pie a como puede y completando empapado logra entrar a la casa, en donde rompe a llorar como el niño pequeño que en realidad es.

— ¡Papá! ¡PAPÁ! —. Grita el menor cuando por fin lo tengo en mis brazos, revisando que no tenga alguna herida de gravedad.

— No no mi amor, no llames a papá, está muy ocupado y... —.

— ¿Y qué Taeyong? ¿Crees que no voy a bajar cuando escucho a mi hijo ahogado en llanto? —. La fuerte voz de Jaehyun resuena por todo el lugar y un escalofrío recorre mi espalda.

No quiero que siga encontrando más motivos para odiar a Felix, no más, ya de todas maneras estamos pasando por momentos difíciles de pareja como para sumarle otro problema al mix.

— ¡Papá! —. Jeongin se sale de mis brazos y salta hacia los de Jaehyun, quien lo toma con todo el cariño del mundo, sin importarle que su caro traje negro se empapara de agua de lluvia.

— ¿Qué te pasó campeón? —. Con cuidado le quitó los zapatos y los dejó en una esquina, luego comenzó a apartarle el cabello del rostro.

Sería la imagen más bella del mundo si no supiera que otra vez Jaehyunnie me sacaría la existencia de Felix.

— ¡Me empujó! ¡Me empujó y me caí! —. Grita el azabache en sus brazos, haciendo más drama y ruido de lo que debería, ni siquiera tiene un raspón. El problema es que aprendió desde muy pequeño que si quiere toda la atención de su padre lo único que debe hacer es culpar a su hermano mayor de todo, y parece que disfruta haciéndolo.

— Pequeño desgraciado —. Susurró entre dientes Jaehyun y se encaminó con Jeongin al baño, para poder secarlo y cambiarle de ropa.

Ni siquiera me vuelve a ver antes de salir del lugar, ya llevamos casi cuatro meses de dormir en habitaciones separadas y de comer a distintos horarios, todo porque le dije que Felix estaba siempre primero que él, que no iba a abandonar a mi hijo por él, y pues bueno, los problemas comenzaron en ese momento.

Aprovechando que Jaehyun está ocupado con Jeongin, subo corriendo a la habitación de Felix, no toco la puerta para avisarle que voy a entrar y solo lo hago, necesito ser rápido y enfrentarlo de una vez por todas. El que Jaehyun sea malo con él no significa que tenga derecho de odiar a Jeongin, son hermanos después de todo.

— Felix necesito que me digas qué es lo que te pasa, ya —. Veo el pequeño bulto acurrucado bajo sus sábanas azul marino y le quito la cobija para que no pueda excusarse de que está dormido.

Pequitas me mira con sus mejillas bañadas en lágrimas y su labio inferior temblando, sé que está esperando el mínimo gesto para romper a llorar.

— Por favor mi amor, yo no te voy a hacer daño, ¿lo sabes verdad? ¿Sabes que siempre te voy a proteger verdad? —. Me acuesto a su lado en la cama para poder estar más cerca, y se me parte el alma cuando veo todo el dolor acumulado en los ojitos de un niño de cinco años.

Él no debería sufrir, él sólo debería enfocarse en ser feliz y jugar con su hermano menor, pero lo estamos destrozando con nuestra terquedad de seguir juntos.

— Yo... ese es el problema papi, por... por mi culpa tú y papá no hablan, por mi culpa papá ya no te besa y si... si yo no existiera ustedes... serían felices y yo... ¡yo sólo quería que papá me quisiera! Yo... yo quería que papá me diera un abrazo... aunque fuera solo una vez y que... me cantara, me contara cuentos, me llevara al parque... o tan solo que... que me dejara llamarlo papá —. Unas lágrimas bajan por sus mejillas pero veo determinación en su rostro por aguantar el llanto lo más que pueda.

Soy yo sin embargo el que no puede resistir y tengo que cubrirme el rostro por unos segundos con su manta para que no me vea llorar.

— Papi... ¿por qué papá no me quiere? Yo trato de ser un niño bueno, no hago ruido, no pregunto mucho, coloreo dentro de las líneas yo... yo solo quiero que me quiera y... ¡Jeongin lo tiene todo para él! Te tiene a ti, a papá, todos los juguetes que quiera los tiene, los niños lo aman... y yo... yo ¿por qué no me parezco a papá? —.

Y la pregunta más temible, las palabras que nunca quise escuchar salir de su boca por fin lo hacen, y sé que aún es muy chico para saber de toda la verdad, no le diré ahora cuando tiene demasiado en qué preocuparse siendo solo un niño.

— Mi amor, Jeongin no tiene la culpa de lo que pasa entre tú y Jaehyun, así como tú no tienes la culpa de que el idiota de tu papá sea tan imbécil, y lo siento mucho Felix... es mi culpa que te sientas así, si hace años... hubiera tenido las bo... agallas de dejarlo quizás ahora serías el niño feliz que mereces ser –. Limpio mis lágrimas rápidamente para parecer fuerte frente a él, necesito ser su apoyo.

— ¡Es que yo no quiero que se separen por mi culpa! ¡Yo he visto lo feliz que eres a su lado, lo felices que todos son a su lado y el único problema soy yo! Por eso he intentado... todo para que me quiera... porque yo también quiero sus besos, sus mimos, sus canciones... su tiempo y amor —. Sus manitas se aferran a mi camiseta con toda su fuerza y aprieta sus ojos para evitar que las lágrimas bajen de ellos.

— Llora bebé, papi está contigo, papi siempre está contigo —. Y cuando lo abrazo contra mi pecho es que rompe en el llanto más doloroso que he escuchado en toda mi vida.

Y quizás por ello nunca pude ver la alta silueta que estuvo escuchando toda nuestra conversación desde el umbral de la puerta.

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MEDICINA ME VA A MATAR LO SIENTO MUCHO.