Un leve golpe en mi hombro derecho es el encargado de despertarme de mi hermoso y profundo sueño. Suelto un gruñido bajo y abro mis ojos poco a poco, odio que me interrumpan mientras duermo, pero puede que Taeyong o Jeongin ocupen de mi ayuda.
— ¿Qué pasa? —. Pregunto aún tratando de acostumbrarme a la claridad de la habitación, parece ser muy en la madrugada, porque el sol ni siquiera ha salido aún.
— L-lo siento mucho señor Jaehyun, le juro que no es mi intención molestarlo p-pero... papi está... está temblando y sus mejillas están muy rojas, se parece a mí cuando estoy enfermo y yo... ¡de verdad perdóneme! Yo no quería molestarlo pero no sé qué más hacer y... y —. La molesta vocecita se traba y deja de hablar de repente.
Me toma tan solo unos segundos descubrir que quien me ha despertado es Felix, pero ni siquiera me pongo a reñirlo porque lo único que me quedó en la cabeza fue la parte de mi pareja estando enfermo.
De repente ya no tengo ni una pizca de sueño y la habitación se ve más clara; mi esposo no se encuentra a mi lado en la cama y las sábanas están frías.
— ¿Dónde está? —. Le pregunto poniéndome en pie lo más rápido que jamás lo he hecho.
— E-en la sala de estar —. Me calzo mis pantuflas y bajo corriendo hasta el sitio que me indicó el niño, y efectivamente veo a un Taeyong rojo y tembloroso recostado sobre el sofá. No se ve grave, de hecho parece ser solo una fiebre pasajera, pero igual es mi deber cuidar de él en caso de que empeore.
Justo iba de camino a la cocina para prepararle un paño con agua fría cuando veo que su frente ya está cubierta con una toalla blanca, y que en la mesita de café que hay frente al sofá hay un gran tazón lleno con agua e hielo.
— ¿Pero qué demonios...? —. Me acerco aún más a su lado y comienzo a notar otros extraños objetos cerca de mi pareja; hay un termómetro colocado al lado del tazón, una botella de jarabe para el dolor de cabeza y hasta un cambio de ropa.
¿Acaso el mismo Taeyong tuvo las fuerzas de prepararse para su fiebre? ¡Pero si eso es imposible!
— ¡Felix baja aquí ahora! —. Llamo al niño de donde sea que se encuentre, quizás vio si Mark o Haechan estuvieron aquí por alguna razón y decidieron ayudar al mayor.
Mientras espero que el chiquillo baje camino hasta la cocina para prepararle una sopa de pollo a Tae para cuando despierte, pero cuál es mi sorpresa al ver una olla llena de caldo con pasta, y unos trozos cortados de manera irregular de pollo flotando sobre los mismos.
— ¡FELIX! —. Lo llamo aún más fuerte.
Hay un banquito, de esos para niños, colocado justo frente a la isla donde se pican los ingredientes, y un iPad infantil tiene pausado un video acerca de cocina paliativa.
— ¿S-señor? —. Una voz suave me saca de mis pensamientos y doy un giro de 120 grados para ver al susodicho.
— ¿Qué... qué diablos? —. Es lo único que puedo preguntarle, porque no entiendo nada, porque no sé qué pasó mientras dormía.
El niño empalidece y veo cómo sus ojos se llenan de lágrimas, justo como si estuviera a punto de romper en llanto.
Chasqueo la lengua enfurecido de que no me quiera responder y me dispongo a reñirlo por hacerme esperar hasta que veo algo que me impacta, sus dos manitas están llenas de curitas de superhéroes mal colocadas y su pijama está sucia con manchas de caldo.
— Tú... mierda... ¿tú hiciste todo esto? —. Pregunto de manera incrédula. Es imposible que un niño de su edad ya cocine sin supervisión y que además sepa qué hacer con un enfermo.
— Y-yo... escuché a papá toser y bajé a ver si estaba bien pero no lo estaba y usted, usted dormía y no quería molestarlo —. Felix mira todos los utensilios sucios que están esparcidos por la cocina y sus ojos se abren llenos de miedo.
— ¡L-lo siento muchísimo señor, y-ya mismo me pongo a limpiar todo! —. Y sin pensar siquiera en sus manos lastimadas sube al banquito y comienza a secar las superficies con una de las toallas de cocina que tenemos.
— Tú... pero qué... ¿por qué lo hiciste? —. Lo bajo de la superficie alta y hago que me mire fijamente, antes de que siga limpiando quiero que me explique qué estaba pasando por su cabeza.
Felix me mira con curiosidad, como si no entendiera el porqué de mi pregunta, pero decide responder después de todo.
— Porque usted, papi y... y Jeongin son parte de mi familia, y la familia de cuida de la mejor manera posible —. Una pequeña sonrisa se asoma por sus labios sin quitarme la mirada de encima.
¿Yo? ¿Su familia?
— Y yo entiendo que no me quiera pero yo... yo sí lo quiero mucho a usted, usted es bueno con papi y se aman, eso es suficiente para mí —. Pasa sus manos por su pijama sucia haciendo que algunas curitas de movieran de lugar y fue entonces que pude ver las quemaduras que estaba tratando de esconder.
¿Cómo diablos... el niño me va a considerar alguien importante en su vida después de todo esto?
En ese momento Taeyong decide toser y Felix sale disparado en su dirección al mismo tiempo que yo lo hago, pero su energía de niño joven lo hace llegar primero.
— Aquí tienes papi —. Le acercó un vaso lleno con agua y le cambió el paño de su frente, Taeyong está tan enfermo con gripe que ni nota quién lo está cuidando.
— Felix —. Le digo; mis hombros caen hasta el suelo y tomo un largo respiro, lo que voy a hacer ahora me toma parte de mi orgullo.
— ¿Sí? —. Pregunta sin verme siquiera, su prioridad es ver a su papi mejorar.
— Ve arriba, yo sigo cuidándolo —. Le digo sin maldad en este caso, ¿Cómo podría una persona mala cuidar de su papi de esta manera? — Duerme —. Le digo con otra sonrisa.
Se lo merece.
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No me linchen, yo sé que podría ser mejor el cap, lo lamento, de verdad.
Para este cap NO HAY CAMBIO DE EDAD, no la habrá a mentos que yo lo indique al inicio de cada cap.
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Cheater
FanfictionTaeyong cometió el peor error de su vida, y ahora deberá pagar caro por ello. Advertencia ⚠️ ~ ANGST, MUCHO ANGST ~ Cambio de personalidades en los personajes. ~ ES JaeYong. Siempre lo va a ser aunque haya drama por todo lado. ~ Si no te gusta la...