Tu broma ya no es divertida.

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Al fin aviamos llegado, era más que evidente que ya no estábamos en Corea ya que todo es muy diferente.

Íbamos en un taxi de camino a-nuestra casa ya que teníamos que descansar porque mañana Haneul entra a el Jardín ( Kinder), sin darme cuenta mi niño está creciendo más rápido que de costumbre, quien iba a pensar que a los 2 años ya tendría que estar en una secuela en una ciudad completamente desconocida, pero así es la vida, hay que crecer como persona. 

Al llegar estaba fascinada, la casa era grande pero acogedora, y quien diría que de noche de vería hermosa.

Enfrente tenía un hermoso jardín con una fuente, las escaleras eran espaciosas y al final de estas una puesta de madera que a los lado tenía unas ventanas enormes, entramos a la caza y si por fuera era bonita por dentro ni de diga, a la derecha había una hermosa sala de estar y unas escaleras que llevaban a la planta alta, del lado izquierdo ahí a una puesta por lo que supuse que era el comedor y la cocina, al final avían más habitaciones, el despacho de Jin estaba de lado de las escaleras y arriba las habitaciones son duda una hermosa casa, al fondo del Livin de encontraba una puesta de cristal que daba pasó al patio trasero y las hermosa piscina que se encontraba ahí.

Jin subió al pequeño a su habitación ya que se quedó dormido y de igual forma yo subí a la nuestra para prepararme y dormir, después de un rato entro Jin.

-Cansada amor.

-Algo, estoy nerviosa porque nuestro hijo mañana va a la escuela.

-Tranquila, el está super emocionado y feliz de conocer gente nueva así que no te preocupes.

Sólo asentí y me acomode para recostarme. 

La mañana llego antes de lo planeado y en menos de un momento ya me encontraba despertando a Haneul.

-Amor ya es hora de levantarte, además te tienes que bañar.

-No quelo.

-Porque amor.

-Hache Pío.

Me empecé a reír como loca y lo levante, estos niños.

-Le diré a tu papá que venga.

Salí de la habitación y fui hacia donde Jin. 

-Amor, Haneul no se quiere bañar ve en lo que preparó el desayuno.

El de levantó y hizo lo que le dije mientras yo iba a la cocina, después de media hora los dos bajaron bañados y perfumados, uno con su maleta y otro con su mochila, al terminar el desayuno los dos se despidieron y yo me quedé en la casa para revisar el contrato con la empresa Jeon. 

Después de un rato releyendo el contrato le encontré un problema que tenía que solucionar lo antes posible. 

Llame al número de la empresa y espero a el tono. 

-Hola buen día, mi nombre es Kaitlyn Hayes y necesito hablar con el señor Jeon.

-Oh buenas noches señorita, lamentó decirle que el señor Jeon acaba de salir para su casa ya que aquí son las 10:30 de la noche.

Diablos el horario- Lo lamento mucho le podría decir que luego le habló. 

-Con gusto señorita.

Colgué la llamada y me quedé mirando la firma de Jeon, algo tenía ese chico que hace que pierda la cabeza.