Paulo
-¡Lo siento! No vi por donde venía.
-Está bien, quédate tranquilo -dice algo enojada la chica.
Cuando la veo mejor, pude darme cuenta de que es Camille. ¡Soy un idiota!
-Paulo, no te reconocí. Lamento haberte respondido de esa forma.
-El que tiene que disculparse soy yo, Camille -exclamo arrepentido-. ¿Te hice muy mal?
-No, estoy bien -responde-. Solo me duele un poco la rodilla, pero tranquilo.
Observo que durante unos pocos segundos Camille se queda mirándome fijamente a los ojos haciendo que me sienta un poco incómodo, pero simultáneamente me encanta que lo haga, porque desde que tengo uso de razón sí he recibido cumplidos, pero nadie me había mirado con tanto detalle.
-Camille... -digo cortando el momento.
-Oh, lo siento. Me quedé mirando el color de tus ojos, es tan distinto a lo que estoy acostumbrada -responde mirándolos aún más pero disimulando la atención de antes.
Admito que no esperaba esa respuesta tan sincera de su parte. Pensé que quizás me diría otra cosa como ''lo siento, creí que tenías una pestaña en tu ojo''; sinceramente no vi venir ese piropo.
-Gracias -respondo algo sonrojado-. Disculpa que te interrumpa la vista, ¿pero te molestaría correrte así te ayudo a levantarte?
-Claro, perdona -dice algo avergonzada por la situación. ¿Hacia dónde vas tan apresurado?
-Los chicos me llamaron con urgencia así que estaba volviendo al departamento. Queda en el piso diez de otro bloque del edificio.
-¿En serio? -exclama-. El nuestro también se encuentra en el piso diez pero de este lado. ¿No probaste entrar por un lugar más cercano?
-Es que no hay entrada por aquel bloque, es solo la que se encuentra en este sector -explico señalándole-. Aunque al menos hay un pasillo que los une a ambos. ¿Y tú para dónde vas?
-Fui a buscar mi móvil y ahora voy a buscar a mis amigas.
-¿Puedo acompañarte? -pregunto algo sonrojado.
-Claro, ¿pero no te llamaron tus amigos?
-Pueden esperar -me encojo de hombros.
-Entonces vamos -exclama Camille dirigiéndonos hacia el elevador.
Creo que esta es mi oportunidad para preguntarle, sin parecer un desesperado frente a mis amigos, si ella era la que se encontraba en la terminal de buses cuando partimos hacia aquí. Ahora que la veo caminando a mi lado, disimuladamente observo que es unos centímetros más baja que yo y que camina con cierta confianza. ''Eso me gusta'', pienso.
Al entrar en el elevador, Camille presiona con su índice en el botón de planta baja y nos dirigimos hacia allí lentamente. Mientras tanto en pleno silencio, pienso si es correcto decirle eso.
''Hazlo ahora que están solos y no parecerás un idiota''.
Decido romper el hielo de la conversación haciendo visible mi duda.
-Camille...
-Puedes decirme Cam, si deseas -me interrumpe con una resplandeciente sonrisa.
-De acuerdo -se la devuelvo-. Cam, ¿puedo hacerte una pregunta?
Ella asiente algo nerviosa y dirige su mirada a la puerta del elevador.
-¿Puede ser que el otro día hayas tomado un bus en la terminal de Bogotá para venir hacia aquí? -destapo mi pregunta rápidamente.
Sus ojos café claro se abrieron de par en par como si hubiese visto un fantasma, por lo que me asusté. No quiero que piense que soy un acosador o algo por el estilo.
-¡Eras tú! -exclama con cierta ¿felicidad?-. La primera vez que te vi tenía la impresión de haberte cruzado antes.
-Esto es increíble -digo mientras salimos del ascensor.
La felicidad y exaltación de este momento es algo evidente entre nosotros. Es decir que ambos nos reconocimos en algún punto, pero no nos animamos a preguntárnoslo. Simplemente fantástico.
-Espera, hay algo que no comprendo -dice Camille pensando-. ¿Qué hacías en la terminal de Bogotá si eres de Medellín?
-Tiene una explicación relativamente larga, pero te la resumiré. Con mis amigos venimos planeando estas vacaciones hace tiempo, y como todos ellos viven en Bogotá tuve que viajar hasta allí para poder ir juntos -explico mientras caminamos bajo el cielo nocturno.
-Comprendo -concluye ella-. Aguarda, me acaba de llegar un mensaje.
Saca su móvil del bolsillo trasero de su short, lee lo que le fue enviado y escribe con agilidad.
-Son mis amigas que han regresado al departamento y me han preguntado dónde estoy y si me encuentro bien -explica-. Creo que debería volver.
-Qué extraño que no las hayamos cruzado.
-Parece que han subido por las escaleras de emergencia porque de los dos elevadores uno era el que estábamos utilizando y me escribieron que el otro se encuentra en reparación.
Asiento en silencio dando a entender que comprendí lo que dijo.
-Gracias por haberme acompañado igualmente -dice sonriendo.
-De nada, Cam -respondo-. Oh, ¿me pasas tu número telefónico? Si alguna vez quieres hacer algo solo háblame.
-Claro, y dime el tuyo también.
Intercambiamos celulares para agendar nuestros números en ellos y así poder contactarnos.
-Adiós, Paulo. Nos vemos mañana a la noche -se despide de mí con un beso en mi mejilla.
-Adiós, Cam -le respondo sonriendo.
No sé por qué, pero ahora mismo me encuentro sonrojado como un estúpido por su saludo y ansioso por verla mañana por la noche. A pesar de que la conozco hace unos días, siento que hay cierta atracción entre nosotros, aunque primero me gustaría confirmar si yo también le gusto o solo me quiere como amigo. Mientras tanto intentaré empezar nuestra relación con una amistad para poder conocerla mejor, si es que puedo disimular mis sentimientos.
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Bueno, bueno. Ya se puede ver que la relación entre Paulo y Camille va tomando cierta forma, y que él comienza a sentir algo.
Camille sentirá lo mismo? O lo quiere sólo como amigo? Lo van a descubrir más adelante!!!
Denle estrellita y comenten para saber si les gusta la historia. Si quieren que les dedique algún capítulo solo escríbanme por privado ♥
PD: el capítulo 10 viene con algo de intensidad así que no se pueden perder por nada del mundo.
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Azul cielo | Paulo Londra
Fanfiction"Estoy perdida en ese azul de tus ojos." Traducida al italiano por @RauwCami ♡