Paulo
Las luces tenues de la pista se hacen presentes mientras todos bailamos juntos. Alrededor se puede observar a varias parejas muy entrelazadas y otros grupos de amigos disfrutando del lugar. Me doy cuenta de que hace rato Camille ha dicho de ir a buscar un trago pero no ha regresado, así que decido ir por ella.
-¿A dónde vas? -pregunta Valentín.
-No importa, ya vuelvo.
Voy en dirección a la barra pero no veo a mi rubia. Pregunto a una pareja que está ahí cerca y me han dicho que la vieron irse con el barman, hasta que lo peor se cruza por mi mente.
-Lucas -pienso en voz alta.
Trato de examinar visualmente el ambiente, pero no veo nada sospechoso. Por un segundo, diviso a lo lejos a una chica de vestido dorado y cabello rubio moviéndose inquietamente en el hombro de un muchacho como si quisiera escapar de allí.
-¡Camille!
Me doy cuenta de que es ella e intento correr entre la gente para alcanzarla antes de que sea demasiado tarde. Por lo que veo, el idiota ese busca salir del bar y dirigirse al callejón que está dando la vuelta a la cuadra con Camille incluida en el plan. Al llegar a la puerta de entrada, le pido al guardia de seguridad que llame a la policía ya que ese tonto está tratando de llevársela, y mientras tanto yo salgo de aquí para seguirlos.
Con sigilo, camino detrás de ellos haciéndole una seña de silencio a Camille quien me implora ayuda con su mirada mientras las lágrimas corren por sus mejillas. Veo que Lucas dobla en mitad de la cuadra hacia un callejón oscuro sin salida y la estampa contra el suelo con violencia.
-Espero que estés preparada para una noche inolvidable, amor -dice Lucas.
-¡Déjame en paz! -escupe Camille-. No se te ocurra tocarme ni un pelo.
-¡Cállate!
Luego de gritarle, Lucas le pega una bofetada en el rostro haciendo que Camille llore con desesperación y a su vez patea con enojo sus piernas. Esa escena hace que la furia se apodere provocando que las ganas de molerlo a golpes se hagan presentes en mis puños.
-¿Por qué no te metes con alguien de tu altura? -digo con la ira corriéndome por las venas.
Lucas gira su cabeza hacia mí y ríe con ironía al tiempo que yo me acerco a él con rapidez dispuesto a hacer lo que sea para ayudarla a mi rubia.
-Miren a quién tenemos -exclama-. Si no es más que el tonto de tu nuevo novio.
-Métete conmigo si es necesario, déjala a Camille -le grito con enojo.
Suelta una carcajada como si estuviera bromeando y me lanzo sobre él para golpearlo como si no hubiera un mañana. Mis puños se desquitan en su rostro hasta dejarlo amoratado por la paliza y él me tira al suelo para hacer lo mismo conmigo. Cuando logro empujarlo para quitármelo de encima, vuelvo a tomar control de la situación para apalearlo nuevamente hasta que no pudo reincorporarse. Limpio la sangre que emana mi labio lastimado y voy a buscarla a Camille.
-Dios mío, ¿estás bien, Cam? -le pregunto preocupado y acariciando su rostro.
Con mis pulgares palpo sus pómulos amoratados por los golpes y los examino con mucho cuidado. Camille asiente secando sus lágrimas mientras que la abrazo instintivamente para intentar calmar su dolor tanto físico como psíquico y acaricio su cabello. Ella apoya su cabeza en mi hombro para desagotar su llanto desesperado.
-Paulo, si no hubieras llegado a tiempo quién sabe lo que me hubiera hecho ese enfermo. Gracias -me dice entre sollozos.
-Ahora no pienses en eso, rubia. Lo que importa es que estás a salvo -respondo en su oído.
A lo lejos se pueden escuchar las sirenas de la patrulla de policía, por lo que ayudo a Camille a ponerse de pie para ir a buscarlos. Le contamos en detalle lo sucedido y lo que quiso hacer Lucas mientras que el agente toma nota, y a los pocos minutos los esposan para detenerlo.
-Ven, Cam. Vamos a tu departamento -propongo.
Camille asiente y caminamos lentamente por la calle hasta ingresar nuevamente en el bar en busca de Carla que tiene la llave. Al encontrarla nos la facilita aconsejándonos que tengamos precaución al irnos.
-Quiero agradecerte de nuevo, Paulo -comienza hablando Camille mientras vamos en dirección al edificio.
Ahora mismo la estoy cargando en mis brazos ya que me ha dicho que tiene las piernas doloridas por los severos golpes que le ha dado su exnovio.
-No tenés que hacerlo, Cam. Sabés que podés contar siempre conmigo, para lo que sea -le confieso.
-Has dejado salir tu acento argentino -dice sonriendo.
-A veces se me escapa, no te voy a mentir. Ha formado parte de mí varios años.
-Me encanta -muerde su labio.
-Y vos me encantás a mí, bombón. Más de lo que te imaginás -manifiesto ruborizándome
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AAAAAAH YA LLEGÓ EL CAPÍTULO 24!!!! Menos mal que Paulo llegó a tiempo para salvar a Camille.
Descubran lo siguiente en el 25 que va a ser publicado dentro de unas horas!!!
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Azul cielo | Paulo Londra
Fanfiction"Estoy perdida en ese azul de tus ojos." Traducida al italiano por @RauwCami ♡