Paulo
Una vez que me despido de Camille mi próximo destino es el baño para poder darme una refrescaste ducha y despabilarme. Al salir del sanitario, tomo una toalla para secar mi cabello y acomodarlo con mis dedos.
—Oye, amigo —me llama Marcos desde la cocina—. ¿Qué hacía Camille aquí?
—Nada, solo vino a comentarme algo de anoche.
—¿Seguro? Porque el rojo en tus mejillas no dice lo mismo —retruca bebiendo un vaso de agua—. Conozco cuando me mientes, Londra.
Odio ponerme colorado cuando miento u oculto algo porque es delatarme a mí mismo ante algo que prefiero mantener para mi privacidad.
—Bien. Ha venido aquí para disculparse conmigo por lo de ayer.
—¿Qué sucedió?
—Anoche hemos ido a tomar algo todos juntos y esta chica bebió de más provocando que se desinhibiera.
—¿Y entonces? —pregunta ansioso.
—Cuidé de ella toda la noche —respondo tomando de una botella con jugo—. Bailó conmigo, por poco la beso y la llevé a su departamento a acostarla porque se sentía muy cansada.
Termino de enumerar lo que pasó anoche y Marcos me mira boquiabierto.
—¿Y no pasó nada? Tú me entiendes —dice elevando sus cejas reiteradas veces.
—No, no le he tocado ni un pelo.
—¿Acaso estás bromeando, Paulo? Era la oportunidad perfecta para que puedas exterminar de una vez ese horrible suceso de hace algunos años —exclama incrédulo.
—No iba a hacer nada de eso. Si sucede algo con ella, prefiero que se encuentre consciente y no ebria —le respondo con el ceño fruncido—. No sería agradable para Camille que hubiera pasado algo y que no lo recordara. Dime, ¿qué diría tu novia si le haces eso estando así?
Marcos vuelve a mirarme anonadado por mi respuesta.
—Vaya, sí que te gusta esa chica.
—Te voy a ser sincero, amigo. Camille realmente me agrada y me encantaría experimentar todo ese tipo de cosas con ella, pero siempre y cuando sea con su consentimiento.
—Creo que lo tuyo ya es amor, amigo —dice burlándose.
Frunzo el ceño nuevamente y niego.
—Ahí te equivocas, estás confundiendo amor con respeto —respondo intentando persuadirlo a Marcos—. No la amo, pero no por eso voy a invadir su intimidad sin su permiso.
Marcos asiente como si entendiera mi punto mientras yo le doy otro sorbo a mi botella de jugo. Para ser honesto, aún no siento amor por Camille. Simplemente me gusta, pero debo admitir que algo despertó en mí desde el momento en que la vi aquí en Cartagena, algo distinto que hace que quiera más de ella porque nunca es suficiente.
—Tienes razón, Paulo. Pero yo creo que hay una pizca de química entre ustedes que va a hacer que terminen siendo más que amigos. Recuérdalo cuando pase.
—¿Y cómo sabes que pasará?
—Solo lo presiento —dice encogiéndose de hombros.
Sus palabras quedan rebotando en mi cabeza hasta que escuchamos un golpe de la puerta que avisa que Agustín ha llegado con el almuerzo.
Camille
Ya pasó una semana de lo que sucedió entre Paulo y yo en GreenBox junto con todo lo posterior, y realmente deseo que se repita pero conmigo estando sobria.
Son las siete de la tarde y me encuentro en el sillón de la sala viendo cómo la lluvia cae lentamente empapando los cristales de la ventana principal. Mis amigas hace rato se han ido con los chicos, pero decidí no salir con ellos porque no me sentía muy bien y aún sigo con algo de malestar por todo lo que he bebido en estos días. Intentando descansar para recuperarme, llega un mensaje a mi celular de un número desconocido. Lo abro para leerlo y me doy cuenta que es de quien menos quiero que me escriba.
''Hola, Cam. Me enteré que estás de vacaciones en Cartagena y me gustaría verte alguna vez porque yo también me encuentro aquí. Solo háblame cuando quieras.''
Maldigo en voz alta porque el estúpido de mi exnovio se ha enterado de que estoy aquí y no sé cómo. Todos los recuerdos abrumadores se acumulan en mi mente en menos de diez segundos haciendo que las lágrimas invadan mi rostro en forma abundante. Necesito de alguien ahora mismo, pero mis amigas la están pasando demasiado bien como para interrumpirlas con algo así. Quiero llamar a Paulo porque es con quién he establecido mayor grado de confianza luego de las chicas, pero seguramente haya salido con ellos.
De repente, me llegan otros mensajes. Abro el primero para volver a ver que es de mi exnovio insistiéndome con una respuesta, y el segundo es de Paulo por lo que decido leer con rapidez.
''Oye, Cam. Los chicos me han comentado que no has salido con ellos y yo tampoco. ¿Quieres hacer algo?''
Como si ese mensaje fuera mi salvación, decido responder ansiosa.
''Justo necesitaba de alguien. Si quieres ven para aquí.''
''En cinco minutos estoy.''
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SORPRESA!!! Traje antes al capítulo 14 así que espero que les guste. Si este llega a 4 votos mañana publico el 15 y el 16.
Gracias a todos los lectores que hicieron que esta novela esté cerca de las 1000 lecturas!!!
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Azul cielo | Paulo Londra
Fanfiction"Estoy perdida en ese azul de tus ojos." Traducida al italiano por @RauwCami ♡