Cap.49

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Cuando vuelvo a mirar a Harry, este ya se dirige lentamente hacia el sillón del salón de la casa sin decir ni una sola palabra.

-         Eso ha sido maleducado Harry.- le digo quedándome de brazos cruzados. 

-         ¿El qué?- me dice sin ni siquiera mirarme.

-         ¿El qué? ¡Pues lo que acabas de hacer! ¡Ni siquiera me has dejado que me despida en condiciones!- digo alzando los brazos sobre mi cabeza. 

-         Oh, claro ¿te querías despedir de tu nuevo amiguito?

-         No es mi nuevo amiguito y sí, me hubiera gustado despedirme de él como las personas civilizadas.

No recibo respuesta alguna de Harry. Este solamente se limita a encender la televisión.

-         Me parece increíble que hayas hecho esto por unos tontos… celos.- digo en voz baja.

Harry me mira fugazmente y luego vuelve su vista a la televisión.

-         No estoy celoso si es lo que piensas.

-         No, claro que no- digo rodando los ojos.

-         Es que me parece increíble que me despierte por la tarde y lo primero que me encuentro al mirar por la ventana es  a mi novia venir en la moto con otro- dice Harry alzando el tono de voz más de lo que me espero.

-         Harry, estaba perdida, me tiró un granizado encima y lo único que hizo fue traerme hasta aquí contigo. ¿Por qué le das tantas vueltas a las cosas? Te llamé ¿sabes? Pero tú no estabas ahí para cogerme el teléfono, asi que decidí buscarme la vida. Si eso es tan grave como para empezar a discutir, lo siento pero conmigo no lo vas a hacer- concluyo cruzándome de brazos justo delante del cuerpo sentado de Harry. Lo miro durante unos segundos hasta que él se levanta del sillón. Al principio pensaba que se iba a levantar para pedir disculpas, o quizás darme un abrazo, pero mis expectativas se derrumban de un plumazo cuando su cuerpo esquiva el mío y, sin decir ni una sola palabra, sale de la casa no sin antes dar un buen portazo. <<Qué temperamento>>

- Si piensas que voy a ir detrás de ti estás muy equivovado.

*** 

Hace ya dos horas que Harry salió por la puerta y todavía no ha venido y empiezo a preocuparme por él. Sé que no debería, que él ya es mayorcito y sabe cuidarse de sí mismo, pero no puedo evitar pensar si está bien realmente. No me gusta discutir con nadie, y menos con Harry. Seguramente haya salido a dar una vuelta para pensar. Sé que a él le gusta bastante hacer ese tipo de cosas.

A las doce de la noche, logro escuchar la puerta de la casa abrirse. Aunque un escalofrío recorre mi espalda, intento convencerme de que es Harry el que ha entrado. Me encojo un poco más en la cama.

Escucho unos pasos pesados subir las escaleras y adentrarse en la habitación. Aunque me encuentro de espaldas a la puerta, solo por la respiración sé que se trata de Harry. A los pocos segundos, noto cómo una de sus manos se posa en mi cintura.

-         Vanesa- susurra- ¿estás despierta?

-         Abajo hay un poco de carne, por si tienes hambre- le respondo cortantemente sin abrir los ojos.

Escucho la respiración de Harry unos segundos más hasta que noto cómo se vuelve a alejar y sale de la habitación. Mi cuerpo vuelve a relajarse. Intento dormir, pero me es completamente imposible porque no paro de darle vueltas a la cabeza. Me siento mal por la pequeña discusión con Harry y también por haberme despedido de Aris de esa forma tan brusca. Parece como que a Harry le molesta que salga con otras personas y no entiendo por qué. Aris es un chico bastante guapo, no lo voy a negar, pero en ningún momento pensé en él como algo más y parece que a Harry le sobran todo tipo de explicaciones. Luego cuando él hace algo si tengo que escucharle, pero él a mí no. ¡Pues no me parece justo! Además, él se pasa la mayor parte del tiempo de un lado del mundo a otro, rodeado de todo tipo de personas ¿se supone que eso a mí debería molestarme? Claro que no. Es su trabajo y lo puedo llegar a entender, pero parece que él no tiene la misma comprensión conmigo. Cuando vaya a la universidad conoceré a gente nueva, haré nuevas amistades… y eso él lo tendrá que entender. Si vamos a “medio convivir” en Londres, tiene que diferenciar unas cosas de otras y aprender a respetar mi espacio.

Me tumbo boca arriba mientras miro el techo para seguidamente soltar un suspiro. Debería hablar todo esto con Harry, pero cuando estoy delante de él, no encuentro la forma de decirle todo lo que quiero. Es como si me controlara mentalmente, como si… como si se me hiciera imposible “enfrentarme” de alguna forma a él. Aparte de que él tampoco es muy propenso a escuchar en este tipo de situación. Por qué tiene que ser tan cabezota…

Al rato vuelvo a escuchar la puerta de la habitación abrirse y unos minutos después, noto el cuerpo de Harry tumbarse al lado mío en la cama.

-         ¿Vanesa?- vuelve a susurrarme. Esta vez, decido hacerme la dormida. Sé que como le hable ahora voy a decir algo que nos haga daño a los dos y no quiero que eso suceda.

Harry suspira y se tumba en su lado de la cama, ambos dándonos la espalda el uno al otro.

Al día siguiente, cuando me despierto, Harry ya no se encuentra a mi lado en la cama. Suspiro y paso una mano por mi frente. ¿Cómo podíamos estar otra vez peleados? Es surrealista.

Cuando bajo a la cocina, encuentro a Harry sentado en la mesa mientras toma café.

-         Buenos días- digo no muy animada.

-         Buenos días.- contesta Harry.

Los dos nos mantenemos serios. No hay beso, ni siquiera un abrazo mañanero. Nada.

Una vez que termino de desayunar, me levanto de la silla dispuesta a dejar el vaso en el lavavajillas y volver a la habitación para dormir hasta que llegue el fin del mundo. Pero mis planes se ven frustrados cuando la mano de Harry agarra mi brazo impidiéndome seguir avanzando. Me quedo quieta y me giro lentamente. Harry me suelta y yo me cruzo de brazos. Se le ve que no sabe muy bien qué decir. 

-         Vanesa…

-         Harry…- le imito. A Harry se le escapa una pequeña sonrisa que me hace estremecer.

-         Oye, de verdad que no quiero que estemos así…- me dice cogiéndome mi mano.

-         Es por tu culpa- añado.

-         ¿Qué tal si lo hablamos mientras te invito a comer?- dice alzando ambas cejas. Intento hacerme la dura y no reír, pero con Harry delante se me hace bastante difícil.

-         Está bien… pero pago yo.

-         Ni lo sueñes.

-         Lo voy a hacer quieras o no.

-         No te voy a dejar- dice acercándose peligrosamente a mi cara.

-         Eso ya lo veremos…- justo cuando nuestros labios están a punto de tocarse, me doy la vuelta y me dirijo hacia la habitación riendo entre dientes.

Supongo que me es difícil permanecer enfadada con él. 

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