Cap.3

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Observo como entre la multitud una rubia llena de silicona en la cara a la que no he visto en mi vida se acerca hacia mi muy enfurecida al parecer. Digamos que es la típica Choni de “Gandia Shore”. Cuando me alcanza me empuja hacia atrás, pillándome por sorpresa.

-         ¡Qué! ¿Eh? ¿Ya no tonteas tanto como antes no?- no entendía absolutamente nada. No se que me pasa. Mi cuerpo es incapaz de reaccionar y mi boca no puede articular una palabra. No conozco a esa tía y no se por qué está aquí.

-         ¡He dicho que respondas joder!- me vuelve a empujar y yo vuelvo a no hacer nada. Miré a mi alrededor para ver si veía a alguien conocido pero ni rastro de nadie de mi grupo. Estoy bien jodida. Como me meta en alguna pelea y se den cuenta de que soy menor me voy a meter en un buen lio, asi que lo mejor será ignorar a la Choni que tengo aquí delante. Justo cuando me voy a dar la vuelta para irme me coge del brazo tan fuerte que duele bastante.

-         ¡Se puede saber que demonios quieres de mi!¡no te conozco de nada!- Grito. La tipa olia bastante a alcohol y quién sabe a qué más.

-         No te hagas la tontita que te he visto perfectamente. Has estado perreando con mi novio.- me lo dice recalcando el “mi”- lo he visto con mis propios ojos. Además el me ha dicho que no le dejabas en paz y que no parabas de seguirle aun sabiendo que te ha dicho que ya tiene novia.

-         Pero, ¿quién es tu novio?- yo seguía sin entender nada.

-         Tss, como si no lo supieras, es ese de ahí.- y me señala nada menos que al tipo que no paraba de seguirme hace apenas unos minutos en la pista de baile. O sea, que intenta ponérselos a su novia y encima me echa la culpa a mi. Esto solo me podia estar pasando a mi esta claro.

-         Vamos a ver…- digo dudosa, intentando encontrar las palabras adecuadas.- creo que ha habido un malentendido…

-         Exacto, creo que la que no has entendido bien has sido tú- me interrumpe- que te piensas que puedes ir zorreando por donde te apetezca. Y me vuelve a empujar, esta vez con más rabia haciendo que me choque contra una columna. Me acabo de llevar un buen golpe y seguramente mañana tenga moratón. Sin pensarlo dos veces salgo corriendo dejando a la tipa allí, pensando en lo que podría pasar si intento plantarla cara y en ninguna de las posibilidades que pasan por mi mente salgo yo bien escaldada.

Salgo de la discoteca tan rápido como puedo. Cuando llego fuera, hay la misma gente o incluso mas haciendo botellón. Esto no me gusta nada. Estoy sola, con un montón de gente borracha a mi alrededor. Llamo a Carlos y a Rebeca pero ninguno de los dos me lo coge. ¿Y ahora cómo vuelvo yo a mi casa? La opción de volver andando se va de mi cabeza cuando me fijo en la oscura carretera por la que vinimos hace ya unas 5 horas. No se qué hacer. Estoy nerviosa, tengo la respiración acelerada, mucho frío y estoy muy asustada en estos momentos. Ahora mismo solo me gustaría estar en mi cama con mis cascos o junto a mi abuela.

Me duele la cabeza, el golpe que me he llevado por culpa de la rubia de bote, y me siento tan mal conmigo misma, que lo único que me sale ahora es llorar. Me alejo de la puerta de la discoteca, no vaya a ser que me encuentre allí la rubia y me dirijo hacia la gasolinera que esta al lado de la discoteca. No se que hacer. No tengo a nadie a quien llamar y menos a estas horas. Esto es horrible. No voy a volver a salir de fiesta en unos cuantos años. Estoy sentada en el bordillo de la puerta de la gasolinera cuando entre sollozos oigo como alguien me habla en un idioma que no es el mio.

-         Hey, ¿estás bien?- me dice una voz masculina en inglés. No es que domine el idioma, pero tampoco se me da del todo mal y solo tengo problemas con la pronunciación por falta de práctica.

-         Bueno, he tenido días mejores.- contesto. Levanto la cabeza y veo a un  chico que acababa de salir de la tienda de la gasolinera rubio con unos ojos azules brillantes como el cielo mirarme apenado. Decido levantarme y alejarme de él, no quiero tener problemas con nadie mas.

-         ¡Espera!, no hace falta que te levantes, yo ya me iba.- me dice. Estoy perdida, solo quiero llorar y precisamente es eso lo que hago, pero esta vez más fuerte aún que antes. Noto como el chico rubio se acerca a mi y me toca el brazo.- Eh… no me quiero meter donde no me llaman pero, parece que estás bastante mal…

-         Vaya, un chico listo.- respondo bastante seca. Yo normalmente no suelo ser asi, pero las circunstancias de hoy son especiales.

-         No, bueno… em yo… en fin, parece que estás sola… si puedo ayudarte en algo…- ¿pero qué demonios dice? Este es un aprovechado, yo se de qué van los tíos así.

-         Si de verdad quieres ayudarme será mejor que te vayas.- le digo brusca.- vete a molestar a otra.

-         Por favor, parece que tienes problemas, y yo solamente quiero ayudarte. ¿Por qué estás aquí?- no se por qué pero me transmite confianza. Sus ojos azules me miran con una intensidad que me da miedo. Siento que debo contárselo. De repente vuelvo a romper  a llorar.

-         No tengo como volver a mi casa.- le digo entre sollozos.- no tengo nadie por que no encuentro a la gente que ha venido conmigo por ninguna parte y aunque lo hiciera están demasiado borrachos como para conducir.- le cuento ahogándome entre mis propias lágrimas.

-         Yo si quieres puedo llevarte hasta tu casa.- me dice dudando un poco y señalándome su coche. Abro los ojos y niego rotundamente con la cabeza.

-         Ni hablar. No pienso montarme en un coche con un desconocido.- tras decir esto, el chico se ríe. ¿por qué se ríe? ¿acaso esta es una situación para reírse?- ¿Se puede saber de qué te ríes?- le digo molesta.

-         De nada de nada. Es solo que… bueno, ya no somos tan desconocidos. Llevamos hablando un rato.- este tío debe estar vacilándome.

-         Mira será mejor que me vaya.- justo cuando estoy a punto de moverme, el chico rubio me detiene y me coge de los hombros.

-         Escúchame, lo siento no he querido molestarte, pero por favor, déjame que te lleve a tu casa.- parece sincero, pero sigo sin fiarme de él.

-         ¿Por qué estás tan obsesionado con tener que llevarme a casa?- le pregunto.

-         ¿quién más de aquí va a querer hacerlo?- ante esto me giro y veo tras de mí a los cientos de jóvenes haciendo el botellón y se me viene a la cabeza el grupo de personas con las que había venido y me pregunto dónde estarán en estos momentos. Quizás me estén buscando. O quizás se hayan olvidado de que yo estaba con ellos. Mil pensamientos cruzan mi cabeza y, ante ellos, una única solución. Miro directamente al chico de forma segura, aunque aún un poco desconfiada.

-         Está bien. Iré contigo.- digo todavía no muy segura de lo que estoy haciendo.

Me monto en el coche del chico rubio que por alguna extraña razón ha decidido salvarme de la jungla en la que estaba. Estoy helada de frío. El chico lo nota y pone la calefacción del coche. Yo se lo agradezco con una pequeña sonrisa. El trayecto se me hace muy largo. Será por que estoy deseando llegar ya a casa de mi abuela. Tanto el chico como yo nos mantenemos en silencio todo el camino. Tan solo hablo para indicarle el camino hacia mi pueblo. Cuando llegamos a la plaza de mi pueblo le digo que se pare allí, ya que tampoco quiero que conozca exactamente dónde vivo.

-         Aquí está bien.- le digo.

-         ¿Estás segura? Puedo llevarte hasta la puerta si quieres.- me dice.

-         No no de verdad. Así está perfecto.- le digo.- Bueno yo… creo que debo irme. Muchas gracias por todo em…

-         Niall.

-         Ah, está bien, pues muchas gracias por todo Niall.- le digo con una sonrisa y me bajo del coche. Supongo que no me ha preguntado por mi nombre porque habrá visto que prefiero no darle ningún dato sobre mí. Cuando llego a casa de mi abuela subo a mi cuarto sin hacer ruido y me pongo mi pijama. Debo ir preparándome una excusa para decirla por qué he aparecido amanecida aquí, ya que supuestamente iba a dormir en casa de una amiga. Me tumbo en la cama y en seguida me duermo, pensando en el chico rubio que hoy me ha rescatado. 

DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora