Destiny

Cap.50

Harry me lleva a un restaurante que se encuentra en la azotea de uno de los edificios de Sunset Boulevard. El sitio es maravilloso, ya que está completamente cubierto por sombrillas que impiden que la luz del sol incida directamente (en esta época del año hace bastante calor por aquí), todo tipo de macetas con flores de todos los colores que le dan al lugar un toque muy alegre. No hay demasiadas personas, por lo que tenemos asegurado un ambiente tranquilo para poder hablar. Uno de los camareros nos dirige hacia la que va a ser nuestra mesa. Harry y yo le seguimos cogidos de la mano. Nuestras manos se separan por un momento pero, cuando nos sentamos, estas vuelven a juntarse a través de la mesa. Harry y yo nos quedamos así unos segundos, mirándonos y rastreando cada uno de los rasgos de nuestras caras.

-         No te creas que no sigo enfadada contigo- digo.

-         Lo sé, lo sé. He sido un completo idiota y te pido disculpas.

-         ¿Cuándo te vas a dar cuenta de que para mí tú eres el único?- digo esta vez un poco más bajo que antes por vergüenza a ser escuchada. Harry sonríe ampliamente y besa mi mano.

-         No te merezco.

-         Oh, por supuesto que sí- digo rodeando su mano con las mías mientras la acaricio.- Todos cometemos errores y tú lo has reconocido. Estamos bien ¿vale? No lo pienses más.

-         Te quiero.

Y, Dios. Me encanta que me diga “Te quiero” en medio de una conversación mientras hablo.

 *** 

-         Dios mío, estos macarrones están de muerte- le digo a Harry.

-         Deberías probar el pescado- dice mientras mastica.

-         Estoy de vacaciones, no pienso tomar pescado. Qué inglés eres- digo guiñándole un ojo.- Ten- le acerco el tenedor lleno de macarrones a la boca y este come.

-         Espectaculares- admite.

-      Espera, te has manchado un poco- digo cogiendo una servilleta y limpiándole la comisura de sus labios manchada de tomate. 

-      Eso ha sido sexy- dice Harry alzando ambas cejas una vez he terminado. Yo solamente río. 

-       Deja de decir tonterías. 

Ambos reímos bastante alto, haciendo que nuestras risas se alcen en toda la terraza, cuando una voz interrumpe nuestra conversación.

-         ¡No puedo creerme que os haya encontrado aquí!- de no ser porque la conozco, hubiera dicho que es una fan.

-         Eso mismo pienso yo- digo en voz baja pasándome una mano por toda la cara.

No puede ser. Justo en el momento del día en el que mejor estoy con Harry, tiene que aparecer Martha. ¿Se puede saber cómo nos ha encontrado? ¡Prácticamente estamos en la otra punta del mundo!

Martha se acerca a Harry y lo abraza efusivamente mientras no deja de gritar lo guapo que está y le da un sonoro beso en la mejilla. <<Creo que estoy echando humo por la cabeza>>

-         Hola cielo- me dice y me da dos besos.