Cap.8

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Las dos semanas siguientes transcurrieron de forma normal. Niall y yo nos veíamos casi todos los días y no volvimos a hablar acerca de su fama, ni de lo que pasaría cuando los dos nos fuéramos de aquí, nada de nada. Simplemente disfrutamos del momento y nos divertíamos.

Una noche niall decidió llevarme a una zona de locales de fiesta un poco más exclusivos. Ahora estamos en uno de esos locales. La gente está bailando, bebiendo, otros están en una especie de hamacas mientras charlan… se parecía algo a la discoteca a la que fui los primeros días de mi estancia aquí, pero si que es verdad que parecía mucho más “selecto”.

Niall va guapísimo con una camiseta blanca, unos vaqueros y sus playeras blancas que creo que no se quita ni para dormir. Yo me he puesto una falda negra de esas que llegan hasta la mitad del tronco, una camiseta corta y unos pequeños tacones, con el pelo suelto y un poco de maquillaje. De repente veo que nos ponemos en una especie de fila para entrar en otra zona.

-         No creo que me dejen entrar Niall.

-         No te preocupes por eso, tu déjamelo a mi- me dice guiñándome un ojo.

Efectivamente cuando llegamos al lugar donde está el guardia, éste reconoce inmediatamente a Niall y nos deja pasar a los dos sin ni siquiera preguntar. Supongo que habrá estado ya más veces por este sitio. El sitio es alucinante. Está ambientado con luces, tiene un pequeño lago, hay una zona de baile, una zona con sillones y una barra. Niall y yo nos pedimos algo y empezamos a bailar. No es que Niall sea un experto en baile, en realidad me hace bastante gracia cómo se mueve, pero como yo tampoco es que sea la reina del baile, simplemente nos reímos y disfrutamos.

Niall se dirige a la barra para pedirse otra copa. Yo me quedo sola durante unos minutos. De repente me encuentro de frente con una cara que me es familiar.

-         ¡Carlos!- digo con los ojos muy abiertos.

-         ¡Vanesa! No esperaba encontrarte aquí- me dice Carlos igual de sorprendido que yo.

-         Yo tampoco- se crea un silencio incómodo entre los dos.

-         ¿Qué tal estás?- me pregunta tímido.

-         Bien, supongo ¿y tú?

-         Bien- de nuevo silencio incómodo.

-         Bueno, supongo que me tengo que ir…

-         ¡Espera!- me dice- Vanesa yo… siento lo que pasó la noche de la discoteca, no se qué te pasó ni qué hizo que te fueras ni cómo volviste a tu casa pero de verdad que lo siento. Rebeca, Iván y yo nos quedamos preocupados por ti. Además no te volvimos a ver después y nos preguntamos si te había pasado algo…

-         Está bien Carlos, tranquilo- le contesto con una sonrisa- como ves estoy bien- le digo riendo y el sonríe también- y lo que pasó esa noche no fue culpa tuya ni de Rebeca ni de nadie. Tuve digamos un pequeño encontronazo y decidí que lo mejor era irme de allí.

-         Pero tendrías que habernos avisado.

-         No pude Carlos, no tenía tiempo.

-         Pero te podría haber pasado algo ahí fuera- noto sus palabras con un tono protector. Tampoco necesito que me sermonee. Al fin y al cabo él no estuvo allí cuando lo necesitaba.

-         Lo se. Suerte que me encontré con…- espera. ¿Debo decirle que me encontré con Niall? A lo mejor a él no le gusta que sepan que él está aquí. Miro nerviosamente a todos lados y veo que Niall está hablando con una chica. Intento darle una respuesta lo suficientemente convincente a Carlos.

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