Cap.38

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PV NIALL.

He quedado con  Vanesa en un pub del centro de la ciudad. Me lo han recomendado por que, al parecer, tiene una ambientación irlandesa y quería ver cómo era. He pensado que sería una buena idea porque así nos podemos poner al día de todo. Sobretodo ella me tiene que poner al día sobre un tema. Harry. Él ha comentado algo, pero todavía tengo mis dudas sobre su relación. Recuerdo uno de los días que estuvimos aquí en Madrid la última vez que vinimos. La última mañana que estuvimos aquí, Harry estaba muy raro, demasiado sonriente. Yo le pregunté si le había pasado algo en especial la noche anterior y él me aseguró que no le pasaba nada, aunque yo nunca llegué a creérmelo del todo, nunca hubiera pensado que la razón de su sonrisa hubiera sido Vanesa. ¡Si él no la hizo ni caso cuando vino a vernos a la habitación! Fue completamente inesperado. Días después, Harry me lo contó todo, gracias a mi insistencia, aunque al final acabaron enterándose los demás. Me contó que había estado en el hotel por la noche, la había invitado a cenar y que después se habían besado. Al parecer, Zayn le ayudó un poco a organizarlo todo. O sea, que Vanesa estuvo en el hotel y no me dijo nada porque Harry se lo había dicho. Estaba en mi hotel ¿y no iba a decírmelo? ¿Desde cuándo Vanesa me oculta a mí ese tipo de cosas? Y lo más importante de todo ¿Desde cuándo Harry tenía esa influencia en ella? Vanesa es mi mejor amiga, me conoce de antes que a Harry y seguramente haya compartido más momentos conmigo que con Harry, aunque los míos no hayan sido tan íntimos… pero no puedo evitar sentirme algo "decepcionado" con su actitud. 

Prefiero no sentirme enfadado y darle a Vanesa la oportunidad de darme su versión. Quiero saber qué es lo que siente ella por Harry. Porque al parecer el rizado está bien colado por la chica.

Me encuentro en la barra del pub, esperando a que la chica del pelo marrón llegue al local. Miro mi reloj impaciente, se retrasa un poco. Cinco minutos tarde. Esto no es propio de Vanesa. Llamo al camarero y decido ir pidiéndome una cerveza para hacer tiempo. No creo que se le haya olvidado ¿verdad?<<Qué dices Niall, cómo se le va a olvidar>>. De un momento a otro llegará.

En efecto, la puerta del pub se abre y pasa por ella Vanesa. Sus ojos recorren el lugar en busca de mi presencia. Mi mirada se cruza con la suya y en su cara se forma una amplia sonrisa. Se acerca a paso ligero hacia la barra.

-         ¿Cómo estás rubio?- me dice dándome dos besos en forma de saludo. Todavía no me acostumbro a dar dos besos, lo siento.

-         Bien, ¿y tú?

-         Bien, no me quejo. He estado toda la mañana estudiando matemáticas para que mi madre me dejara venir.

-         Matemáticas… qué duro suena eso ¿no?

-         Ni que lo digas… no me hables de esa asignatura- dice las manos sobre su cara y resoplando.

-         ¿Estás agobiada?

-         ¿Agobiada? Agobiada es poco Niall. Este curso es un maldito infierno. No puedo más- se la ve muy frustrada y me parece graciosa cuando está así. Pero mejor no se lo digo. No quiero llevarme un puñetazo en la nariz.

-         Pero ya terminaste ¿no? Tuviste tu graduación.

-         Sí, pero me queda selectividad. La prueba de acceso a la universidad- asiento.

-         Ya verás como te va a salir fenomenal. Estás esforzándote muchísimo.

-         Lo se, pero no puedo evitar sentir miedo Niall- dice con la cabeza gacha.

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