50 DÍAS CIEGA

EL COMIENZO DE UNA LARGA HISTORIA

Todo estaba oscuro, no veía. Tenía los ojos vendados. La boca tapada con una cuerda que me apretaba demasiado, estaba sentada, atada por cada rincón de mi cuerpo. No quedaba apenas un solo hueco sin una soga apretándola con tanta fuerza que apenas me sentía viva, si no fuera por ese olor a cloaca y animal muerto hace algún día... No, definitivamente no estaba muerta, en el cielo no podía oler tan mal. Aunque... bueno, ahora que lo pienso, yo no estoy destinada a ir al cielo; a si que quizá si esté muerta. No lo sé, solo tengo que esperar a averiguarlo.

Estuve mas de 5 horas sin tener un solo signo de vida humana, no oía ni un solo ruido, un coche pasar, un avión, una rata quizás (sería lo más probable de encontrar en este sitio totalmente desconocido para mí).

Acabé por dormirme, estuve así unos 15 minutos; aunque claro, cuando duermes el tiempo pasa tan rápido que lo más probable es que llevase 1 o 2 horas durmiendo. De todos modos me desperté. Una rata, supongo, había frotado su asqueroso y áspero pelaje sobre mis piernas, un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando lo sentí.

Estuve unos 5 minutos intentando oír algo pero era inútil; solo oía a mi compañera de... ¿celda? Probablemente.

Comencé a notar un sabor a óxido algo caliente. La cuerda de mi boca me apretaba tanto que me había rasgado parte de la boca. Supongo que lo mismo pasó con las del resto del cuerpo. Pero como no veía y no sentía nada, no lo sabía.

Me paré a pensar cómo había llegado a donde quiera que estuviese,si es que esto no era un sueño. Siempre e sido una chica bastante pasota, no me importaban mucho las cosas que me pasaban, y mucho menos la gente; no los valoraba como se merecían. Es por eso que no le daba la suficiente importancia a este... ¿secuestro? sí, eso estaba claro yo sola no había llegado ahí.