50 DÍAS CIEGA

NOTICIAS

Narra X

Estaba viendo las noticias en la televisión mientras fumaba un cigarro.

Hablaban sobre la desaparición de T/N, desde el segundo día; ella aparecía en todos los canales de TV.

Habían entrevistado unas cuantas veces a sus padres y a sus amigos.

Su madre, Noelia se llamaba; a penas podía hablar sin derrumbarse; sólo lloraba suplicando que le devolvieran a su hija.

Y su padre, Javier; ni si quiera podía aparecer en las cámaras a penas. Daba la impresión de ser un hombre fuerte, pero se notaba que estaba destrozado, pues le habían quitado una parte de su vida.

Salieron hablando un par de amigos de T/N.

Una decía ser su mejor amiga de la adolescencia, por como hablaba de T/N, se notaba que hacía tiempo que no tenían relacción. Incluso me atrevería a decir que discutieron y ahora se llevaban mal. 

Pero desde luego, la mirada triste de esa chica, solo dejaba ver la imagen de una chica sin su alma gemela.

Por último entrevistaban a un chico. Cuando lo vi por primera vez rompí el vaso de vodka que tenía en la mano. 

Era un chico alto, esbelto, era muy hermoso, cada parte de su cuerpo era digna de un dios. 

Se llamaba Jungkook; decía ser un muy buen amigo de T/N. Pero por como la nombraba, supe que estaba enamorado de ella.

No sé porqué rompí aquel vaso, quizás era porque él la tuvo dentro antes que yo (obviamente él no dijo eso en la TV, pero lo deduje), quizás...eran celos.

No, yo no sé que son los celos. 

A demás ella no me gusta.

Me hizo mucho daño.

Entonces oí sus gritos y llantos más fuertes que nunca. 

Me sobresalté.

Dejé caer la colilla al sofá haciendo que traspasara a este y fui corriendo al sótano.

Abrí la puerta con miedo a lo que podría encontrar.

Quizás se había conseguido arrancar una mano o un pie para salir de ahí y se estaba desangrando.

Quizás una rata se la estaba comiendo.

Me preparé para lo peor.

Y cuando la vi, nada. No había ninguna amenaza ni nada por el estilo a su alrededor.

Ella estaba muy alterada y no sabía que hacer para calmarla.

Comencé a alterarme y ella sólo se agobiaba más.

La agité para hacerla volver en sí. No respondía.

La abofeteé.

No sabía que hacer, me dejé llevar por los nervios. Quizá no debería haber hecho eso.

Entonces ella se calmó y con la respiración agitada me dijo:

-Cr-creo....q-que estoy embarazada...-