UNA CAJA

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Agarré mi cuchillo y miré al cielo pensando en T/N, esperando que ella me perdonase por lo que iba a hacer.

Me dirigí firmemente a Jungkook quién me miraba atónito.

En cierto modo estaba siendo injusto, pues él no tenía la oportunidad de defenderse ni luchar por su vida.

Pero no iba a frenarme. 

T/N tenía que ser solo mía.

¿Era obsesión, posesión? ¿O era amor?

Rajé la camisa de Jungkook dejando a la vista su marcado torso.

Saqué de mi bolsillo una jeringuilla y se la clavé en su abdomen. 

Él estaba confuso y aterrorizado. No podía moverse pero su mirada, su expresión en sus ojos lo decía todo.

Lo que le inyecté, era una especie de veneno que hacía que sus órganos internos se desangraran lentamente. Si lo hubiera dejado así, hubiera muerto en una media hora.

Eso habría sido una lenta y dolorosa tortura.

Pero no, no era suficiente.

Volví a mi mochila y saqué una caja de cartón de esta, me acerqué a él.

Tragué saliva, no estaba seguro del todo de si debía hacerlo o no.

Abrí la caja, Jungkook me miraba a mi y a la caja nervioso.

Seguro que no imaginaba lo que había dentro de ella.

Lentamente saqué una larga y rosada cola que desembocaba en una sucia y gris rata rabiosa.

La había recogido esa misma tarde cerca de un contenedor. Estaba totalmente hiperactiva y fuera de control.

Vi cómo las venas de Jungkook se hinchaban cada vez más, como sudaba y respiraba cada ves más fuerte.

Abrí su boca la cual no opuso ninguna resistencia obviamente y Jungkook cerró fuertemente los ojos, observé como caía una lágrima de sus ojos.

Dejé caer la rata en su boca y ella como si supiera lo que debía hacer se introdujo por su garganta con facilidad.

Noté como la bestia avanzaba por el cuerpo de Jungkook hasta su estómago atraída por el olor de la sangre fresca de los órganos de Jungkook.

Me alejé y cogí el último elemento de mi venganza, una caja de cerillas.

Me acerqué atónito a él , lo rocié de gasolina que previamente había cogido de la mochila y  prendí una cerilla y la dejé caer sobre su cuerpo.

Observé por un segundo como Jungkook lloraba a mares lleno de dolor y sufrimiento. 

Su expresión me dejó desconcertado, lentamente me alejé de el lugar y dejé el casi cadáver de Jungkook siendo devorado por una rata y quemado.

Recogí mis cosas en la mochila y volví a la casa.













Siento que no haya acabado como queríais. Pero esta novela es de lo que va uwu

Lo siento por las Jungkook biased <3 

50 DÍAS CIEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora