De repente empezó a vibrar el móvil. Me desperté brucamente y lo miré. Era Marta.
-Marta. ¿Qué ha pasado? ¿Qué han dicho? Diablos ¡HABLA!
-Sandra tranquilizate. - Estaba bastante tranquila. Pero no me decía nada y yo me ponía más nerviosa. - Es un pequeño golpe en la cabeza, pero esta bien. No es grave. -Al oír esas palabras solté un pequeño suspiro de alivio. -Bueno, y un esguince.
-Menos mal..
No podía verla, pero sabía que en este momento estaba sonriendo. -Sandra, y que lo del dia antes de irme..
-Marta, olvidalo ¿vale? Puede que me pasase un poco. Lo olvidamos mejor.
-Esta bien, te quiero Sis.
-Yo también a ti Martus..-Colgué y no pude evitar ponerme a saltar en el sofá. Menos mal que estaba bien. Me daría algo como fuera algo más grave.
Me pasé el día en casa, salvo para ir a comprar unas hamburguesas para cenar. No entrené y Raúl estaba con Carlos y demás.
Fue un día bastante aburrido, aunque me lo pasé hablando con Raúl por mensajes. Yo le decía que hablara con sus amigos, que por algo estaba con ellos, pero el me decía que le gustaba más hablar conmigo. Por eso yo le odiaba. Me dice estas cosas y yo pretendo que no me guste. Te odio mucho, Raúl Navarro.
Por la noche, despues de cenar me llamo Marta. Me contó que hablaba todos los días con Carlos, que le quería y demás ñoñerías de esas. Yo le conté todo lo de Raúl, por lo que ella empezó otra vez con lo de que terminaremos juntos y todo eso.
El día siguiente fue igual de aburrido. Lo más interesante fue el entrenamiendo, cada día me gustaba más entrenar con estas chicas. Raúl, como no, en las gradas. Cuando volviamos a casa me dijo que al día siguiente me vendría a buscar a las 11, que me pusiera un bikini. Pero no me dijo nada más. ¿Otra vez piscina? Sinceramente, no me apetecía nada. Llegué a casa, me duché y todo eso, lo de siempre, hasta que me dormí.
'Bip bip bip bip bip' sonaba en mi móvil. Puta alarma. ¿Qué hacía despierta a las 10:30 en verano? Cogí un bikini naranja y una camiseta de tirantes amarilla con un pantalón negro. Baje a desayunar algo y luego cogí las cosas. Las metí en una mochila y luego cogí el móvil. Genial, las 11:05. Yo llegando tarde, raro. Salí de casa y cerré. Raúl ya estaba allí.
-Llegas tarde.
-Lo siento. -Dije mientras anadabamos.
Me llevó a la parada del autobus. -¿A donde vamos?
-No te lo puedo decir. Ahí esta la gracia de las sorpresas. - Llegó el autobus y subimos. Me pagó él el billete y no me dejó oír a donde ibamos. Nos sentamos en uno de los pocos asientos libres .
-Gracias. -Susurré. Me miró extrañado. -Por hacerme llamar a Marta.
-Ah, nada. -Sonrió.
El camino fue divertido, fuimos todo el camino hablando.
-Es aquí. -Dijo levantandose. Hice lo mismo y cuando paro el autobus bajamos.
Era una especie de calle estrecha, con bares y tiendas. -¿Dónde estamos?
-Ven. -Dijo cogiendome la mano y llevandome por esa calle. Espera. ¿Cogiendome la mano?
Llegamos al final y ahí estabamos. La playa. Pero era una pequeña playa, donde no había casi nadie. Era precioso. Me quedé un rato analizando cada grano de arena. Hacía años que no venía.
-¿Por qué me has traído aquí? - Le miré sonriendo.
-Me apetecía. - Dijo entrando a la arena. Hice lo mismo y empecé a saltar. Me estaba quemando los pies. Hacía tanto que no iba, que se me había olvidado. Raúl se empezó a reír.
-Eres idiota. No te rías de mi.
Él solo se rió otra vez y saco dos toallas de su mochila. Las puso en el suelo y se sentó en una.
Estuvimos un rato hablando, tumbados en las toallas. Aunque hacía demasiado calor.
-Vamos al agua.-Dijo levantandose y quitandose la camiseta.
-Hay mucha gente. - Me miró mal , eso significaba que o lo hacía ya o iba con la camiseta al agua. -Vale, voy voy.- Me la quité se la tiré a la cara. Empecé a reírme y salí corriendo al agua, ya que me empezó a perseguir. Entramos los dos al agua, estaba el agua perfecta. Ni fría ni caliente. Tampoco había muchas olas, se estaba de lujo.
En una de estas que noto algo en el pie, grito y salto encima de el como en las peliculas. -¡ALGAS! - Chillé agarrada a él cual Koala. Él se rió y me hizo una aguadilla.
-¡Ay! - Grité . Me había pinchazo con algo. ¿Una concha? No lo sé. Pero me dolía el pie. Raúl me cogió a caballito y me llevó así a la toalla.
-Quedate aquí, voy a por algo de beber. -Dijo yendo a una especie de chiringuito.
Estaba tumbada , de lo más agusto, cuando se acercó un chico a mi. Se sentó en la arena y empezó a hablarme.
-Hola.-Dijo sonrinte. Era alto, guapo, moreno y con ojos verdes. Lo que muchas consideran el chico perfecto.
-Hola. - Sonreí. No porque me gustara, si no porque no merecía que le hablase borde.
-¿Qué tal estas? He visto que te has echo daño en un pie.
-Ah, pues sí, pero ya estoy mejor. Gracias.
-¿Es tu novio? - Preguntó.
-¿Eh? Ah, ya, Raúl. No.
-Genial. -Sonrió. - Toma, por si algún día..ya sabes. -Dijo dandome un papel con su número.
-¿Quien es este? -Dijo Raúl serio, con dos latas de cocacola en la mano.
-Mario. -Sonrió. -Bueno hasta luego, y piensate lo que te he dicho. -Dijo sonriendome.
-¿Qué te ha dicho? - Dijo sentandose en la toalla.
-Nada, solo me ha dado su telefono.
-Am. - Seguía serio. Y no me gustaba verlo así. Asique dejé la cocacola a un lado y me subí encima a hacerle cosquillas. Él reía, y sin duda alguna, me gustaba mucho más que estuviera así. Se dió la vuelta, estaba boca arriba y yo encima de él.
-Sandra.. verás. Soy un chico, tú estas buena, en bikini, encima mío. No sé si ves el fallo.
-Ups, perdón. -Dije riendo y bajandome de él. -Tengo hambre.
Raúl sacó dos bocatas de su mochila y me dió uno de ellos. Era la tortilla de su madre. Mmmmm, riquisima. Tras terminar de comer, nos bañamos otro rato.
-¿Le vas a llamar?
-Pues claro que no. Pero¿Qué más te da?
-No, nada, nada. -Dijo escondiendo una sonrisa. Yo le saqué la lengua. -No vuelvas a hacer eso, o te la muerdo. - Pensé que era un farol y volví a hacerlo. Pero no, realmente se lanzó sobre mis labios. Vale, en verdad pensaba que no era mentira y quería que lo hiciera. Le estaba cogiendo gusto a eso de tener su boca junto a la mía.
Fue una buena, buenísima tarde. Volvimos a coger el autobus y fuimos a casa.
-Ha estado bien la tarde. -Dije por el camino.
-¿Solo bien? -Dijo sonriente.
-Sí, solo bien.
-Los dos sabemos que no solo es bien..-Dijo juntandose más. Yo me reí.
-Eres un celoso.
-¿Yo? -Dijo poniensose una mano en el pecho haciendose el ofendido.
-Sí, tú. -Dije tocandole el pecho con un dedo .
-Y tú una torpe que se pincha con conchas.
-Eres cruel...-Dije aún riendome. Llegamos a la puerta de mi casa y abrí la mochila para abrir la puerta. No estaban. -Genial, se me han olvidado las llaves. -Dije dandome un cabezazo contra la puerta.
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Love Trophy
Novela JuvenilNo me podía creer que el primer chico que entrara en mi habitación fuera él. Empezó a mirar mis pósters de los equipos de la liga, de Pirlo, Torres, de todos los grandes del fútbol. Mi colección de Oliver y Benji. Las bubucelas que tenia en una esta...