Love Trophy

Hormonas rebeldes.

Ese domingo quede con Marta, hacia mucho que no estábamos las dos juntas. Últimamente pasaba la mayor parte del tiempo con Raul, y ella con Carlos. A las seis fui a su casa, su madre me abrió y subí a su cuarto.

-Hola San..¿¡HA SIDO RAÚL!?-Dijo señalando mi cuello. Oh mierda.

-¿Se ve mucho? -Dije asustada.

-Pues claro que si. ¿Lo habéis echo?

-No, idiota.

-¿Y a que esperais? bueno, esperas. Dudo que él tenga algún problema con hacerlo..

-A estar preparada.

-Oh vamos -Grito tumbandose en la cama.-Ya lo has echo una vez.

-Pero no me acuerdo. Asique no cuenta.

-Pues quedate una noche a dormir con él y..ya sabes.

-Ya he dormido con él. -Abrió mucho los ojos y yo me reí. Puede que fuera un poco raro que durmiera con el varias veces y no haya pasado nada, pero es que eran todos unos jodidos salidos.

Ella rodó los ojos y cogio su móvil. Se que ella no es virgen, y por eso tiene tanta libertad en hablar de estos temas, pero yo me muero de vergüenza porque aunque gracias a la fiesta no lo sea, es como si lo fuera.  Estuvimos toda la tarde hablando de todo, su madre me invito a cenar y me quedé hasta las 11 más o menos. Me contó que ya tenía los regalos para todos. A Carlos le había comprado unas entradas para su grupo favorito que ahora mismo no recuerdo. Yo tenía que comprar algo... y no se me ocurría nada. Cuando me iba a ir mire el Móvil . Tenia un mensaje.

Manta del fútbol : Mañana vente a comer a casa, estaré solo. Carlos se irá con Marta y mis tíos se van por algo del trabajo.

Miedo me daba, pero bueno. Fui a casa, me puse el pijama y me dormí.

La mañana paso aburrida, seis horas de clase daban para hacer dibujos realmente bonitos.

Cuando salimos, Marta se fue con Carlos y Raúl y yo nos fuimos hacia nuestra calle.

Entramos a casa y deje la mochila en la puerta.

-Te recuerdo que tengo entrenamiento a las seis. -Dije caminando a la cocina para hacer algo de comer.

Hicimos unos macarrones con tomate y queso, que realmente estaban riquísimos. Fuimos a recoger la mesa y él abrió la nevera para coger algo de postre. Gocho.

Yo me senté en la encimera a esperarle. Se comió el flan a mi lado. Yo le miraba y me reia, me hacía gracia. Cuando acabo dejo las cosas en el lavabo.

Le hice un gesto para que viniera y se acercó a mi. Le di un beso y el me correspondió. Abrí mis piernas para acercarle más y le atrape con ellas. Baje los besos a su cuello, hacia la marca que le deje el otro día.

-Sandra -Susurraba en mi cuello. -Cómo sigas,no podré parar.

-Tendrás que parar. -Dije separándole.

-Mierda Sandra, no me hagas esto. -Dijo volviendo a mi cuello.

-Es que, veras, ¿como te explico? ¿Sabes ese fenómeno de la vida que hace que a las chicas se les revolucionen las hormonas cada 28 dias?

-No me jodas..-Dijo señalando su pantalón y yo me empece a reír.

-No es culpa mía ser tan jodidamente sexy. -Dije bajando de la encimera.

-Creo que si lo es. -Dijo cogiendome de las caderas. Yo reí y le volví a besar dulcemente.

-Vamos a mi cuarto.-Dijo cogiendome la mano y subiendo las escaleras.

-¿Has oído eso que acabo de decir de que no puedes hacer nada?

-Te quiero enseñar una cosa, pervertida. -Rió.

Subimos a su cuarto y me senté en la cama mientras el buscaba algo en su armario.

-Queda poco para navidad y necesito que me digas si me queda bien este traje. -Saco un traje negro con una camisa blanca.

Empezó a quitarse la camiseta cuando le pare. -Wow, tienes un baño ahí al lado. -Él sonrió.

-No vas a ver nada que no vayas a volver a ver. -Rodé los ojos y él continuo quitándose ropa hasta quedarse en bóxer. Joder, si mis hormonas no estaban saltando antes ahora mismo están haciendo mortales. ¿Porque estas tan jodidamente bueno? Sin querer me mordi el labio al verle así. Él me miró y empezó a reírse.

-Te dije que tengo las hormonas alteradas..

-Seguro que es eso..-Dijo cogiendo la camisa. Se abrocho la camisa y se puso los pantalones. Luego se puso una chaqueta negra. Chicos, hacer caso a Barney Stinson y poneos traje. Si antes estaba bueno, con el traje ya madre mía.

-¿Qué te parece?

-Madre mía. -Dije mirándole de arriba a abajo.

-Eso es que me queda bien ¿no?

-Na, horrible en verdad. -Bromee. -Te queda horriblemente genial. -Dije acercándome para darle un beso.

Se volvió a quitar el traje y volvía a estar en bóxer. -¿Así no me das un beso? -Sonrió.

-Eres idiota. -Reí y le volví a besar, su amigo se ponía contento y yo empecé a reírme. Se vistió del todo y salimos hacia mi entrenamiento.

Cuando acabe de entrenar, Raúl estaba en la puerta de los vestuarios para esperarme.

-¿No te cansas de estar día tras día ahí, en las gradas?

-Nop. -Sonrió. -¿Qué hacés mañana?

-Ir a por los regalos de navidad.

-¿Puedo ir contigo?

-Ni hablar. También tengo que comprarte algo a ti. -El hizo un puchero. -No hagas eso porque seguirá siendo que no.-Pero continuo. Y como seguía igual,le mordi el labio.

-Eres cruel. -Yo me reí y le di un abrazo.

Llegamos a casa, me duche, cene y todo eso hasta que me dormí.

Las clases se basaban en exámenes finales. Quedaba una semana para el final del primer trimestre. A mi no me hacía falta estudiar demasiado , siempre se me han dado bien los estudios, asique sacaba todo fácilmente. Todos estaban eufóricos por las vacaciones de Navidad. Marta empezó a hablarme de su traje para Nochebuena. Cada día odio más los vestidos. Se acabó el instituto y fui a casa. Comi y fui a por el bus para ir a comprar los regalos.

Pasé la tarde en el centro comercial y no tenia nada. NADA. Entre a una tienda de perfumes y cogi uno para mi madre. Luego en una jugueteria , un luche para mi prima Lucía.

Faltaban Carlos, Raúl y Marta.

Al final a Marta le compre un cuadro de New York , amaba esos cuadros.

A Carlos le compre una caja de condones ,no quería ser tía demasiado pronto. Fue bastante gracioso comprarlo ya que había señoras mirándome y cuchicheando.

Me faltaba algo para Raúl ,y eso iba a ser lo más difícil.

Volví a coger el bus y se sentó una chica a mi lado que me sonaba bastante.

-¿Tú eres la novia de Raul?

-Algo así. ¿Por que? -¿Qué le importaba a ella?