Un encanto.

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Me quedé el día en casa, no me apetecía salir a pesar de que Raúl hubiera estado horas intentando convencerme. Al final salió con unos chicos que habían conocido por ahí. Solo conocía a Ángel, era de los pocos con los que me hablaba de instituto.

Mi madre llamo para decirme que tampoco cenaba en casa. Genial, todo el día sola. Al final me acosté, y seguían sin aparecer por casa ninguno de los dos.

Al día siguiente me levanto mi madre, al parecer había alguien en la puerta esperándome.

Baje aun dormida , por lo que casi me mato por las escaleras.

-¿Qué hacés aquí tan temprano?

-Son casi las 12 Sandra. - Rodé los ojos y el me miró de arriba a abajo.

-Si, estoy en bragas. Podrías dejar de mirarme y decirme que quieres.

-Ponte un bikini, hoy pasaras el día en mi piscina.

-¿Que? Yo no voy a la piscina.

-No era una pregunta.

Conocía de sobra a Raúl como para saber que iba a ir si o si. Aunque odiaba las piscinas. Bueno, no las piscinas, los bikinis. Esas cosas no iban conmigo. Le dije que se sentara en el sofá y subí a ponerme uno blanco y negro. Me puse unos pantalones negros y una camiseta de tirantes. Cogí la mochila y baje.

-Échate crema. Y ten cuidado. Y..

-Sí mamá. - Le di un beso y nos fuimos.

Entramos a su casa y su tía me recibió muy amigablemente. Era alta, delgada y morena. Se parecía mucho a Carlos.

Me indicó el camino al patio donde había una piscina con un dibujo de un delfín en el fondo.

Raúl se quitó la camiseta y se aproximó a la piscina.

Me quedé parada. No podía. No podía quitarme la camiseta. Era algo superior a mi.

-¿Sandra? ¿Estas bien? No me digas que no sabes nadar.

-Claro que se,idiota. No es eso. Es..son tonterías.

Raúl me hizo sentarme en una hamaca que había a uno de los lados para que le contara el problema.

-Es solo que..no puedo quitarme la camiseta.

-¿Por que? - Yo mire al suelo. -No jodas que es porque no te gusta tu cuerpo. -Yo no levante la mirada, era algo vergonzoso. -Sandra. La mejor terapia para superar esas cosas es enfrentarse al miedo.

-Pero no puedo.

-Te tiro con la camiseta, te la quito yo o te la quitas por tu propia voluntad. Tu decides. Me gustaría quitártela yo,pero en otras circunstancias. -Reí ante ese comentario. Tenia razón. Tenia que enfrentarme a eso. Me levante , me quite el pantalón, me quede un rato pensando y al final me quite la camiseta. Él se quedo mirando.

-Eso no ayuda ¿Sabias?

-Em..claro... es solo que no entiendo que no te guste.

-No espero que lo entiendas.

Metí un dedo en el agua,estaba helada. -Esta muy fría.

Él no dijo nada, solo me cogió y me tiro mientras yo gritaba. Salí del agua y me tire a por el a hacerle aguadillas . Empezó una especie de guerra , que yo gane, claro está. Me iba a hacer otra, puso sus manos en mis hombros y se quedo parado. Estábamos a cara a cara,me miraba a fijamente a los ojos.

-Siento interrumpir el momento romántico, pero espero que no os importe que me una a la piscina.

Empecé a reírme y a hacerle aguadillas a él también. Era extraño ya que me había enfadado con mi mejor amiga por su culpa.

Love TrophyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora